martes, 10 de abril de 2007

Sobre blogs y otros asuntos (II)


Un día, ha llovido ya, le dábamos a la mismidad de la blogueada. Ahora ya se algunas cosas más, después de alguna que otra singladura y arribada a buen, regular y mal puerto, que de todo hay en estos océanos del Señor. La primera, que esto tampoco es para tanto, así que casi apaga y vámonos. Bueno, no, tampoco es eso, pero hay que empezar a dejar de pensar que cada cable nuevo que se monta un lunático es como cuando lo de la rueda. En estos asuntos da la impresión de que se está todo el día inventando canales para no saber que decir en ellos. Tampoco ando yo descubriendo la sopa de ajo, lo se, pero es que el tema se queda en eso.
En lo del la página-bitácora hay dos tipos básicamente, la de servicio y el pseudodiario personal. Sobre las primeras, pues la gracia es que hay de casi todo como en botica. Y a veces tiene su punto o su interés. Verbigracia: un día buscando no se qué chorrada, caí en una sobre series de TV antiguas. Sólo iba de eso y daba un cierto juego para perder un ratito viendo a la Abeja Maya y recordando aquella tan cáustica que se titulaba algo así como Caida y auge (¿o era al reves?) de Reginald Perry, protagonizada por un agrio humorista inglés fallecido prematuramente. Aunque bien sabemos que el fallecer siempre es prematuro, como los premios. Eso decía Paco Sánchez. Lo de los premios, lo otro (toco madera) es mío.
Pues eso, las de servicio variopinto, uno que rastrea todos los discos piratas de Pink Floyd, otro que informa sobre los cachivaches y moderneces informáticas, qué se yo.
Y luego están las personales. O sea, uno que cuenta su vida y sus cosas tralará. Y claro, o te cae de un quinto piso o te lo pasas como un enano leyéndolo. Porque a ver, amar al prójimo, pues se le ama que no es poco, pero que encima te quiera contar su vida, pues eso no. Mire, no me maree, ¿quiere? Y si se mete en obras, pues váyase a un campin, pero no me tueste. Y si le gustan los palíndromos, los pide en un restaurante chino, yo qué se.
Lo que pasa es que si da la casualidad dde que pillas alguno con el que simpatizas, que te hace pasar una buena lectura y hasta te instruye deleitando, pues es fácil que termines echándote unos ratos dándole a la maquinorra. El otro día comentábamos sobre la prensa gratuita en lo de la Mosca, que es un amigo quiosquero que se prodiga menos de lo que debería por aquí. Sin mucha convicción, lo reconozco, le llamé a eso democracia digital, que parece un titulillo cursi de suplemento de informática. Pero dicho en serio, tampoco está nada mal. O sea, en el sentido en que como usuario puedo seleccionar directamente los temas, los columnistas, los textos, las informaciones que quiero o que necesito conocer. O sea, que directamente puedo leerme al Umbral y al Albiac de turno sin tener que pasar por Destilerías Torres (Maruja, digo), un suponer. De esa manera, a lo tonto a lo tonto, saltando de uno a otro, pinchando en las páginas de los comentaristas, uno termina por fabricarse su prensa del día que, esta si, puede ser una seria competencia a la de análisis, opinión o crítica que, la verdad, ya estaba más muerta que viva. Vamos, me parece a mi.
A eso, los que dicen entender de la cosa, creo que le llaman Internet 2 o www2, o algo con un dos al final. Tal vez es, sencillamente, el desarrollo un poco organizado de las Cartas al Director, de los dazibao, de los paneles informativos aquellos de los romanos o de los chistes brutos de las puertas de los retretes de bares perrunos. Con unos añadidos relativamente nuevos: que es barato, que es rápido, que se difunde con facilidd y que permite el anomimato. Lo malo: que hay demasiado y cribar confunde más que ayuda. La paradoja de la información: cuanta más hay, menos informa. Por eso recelo siempre de los sistemas sociopolíticos que tienden a saturar de medios informativos, tanto como de los que los controlan vía adjudicación de frecuencias o renovación de canales.
Mi solución para encontrar algo potable: localizar un blog que medio guste y peinar los de sus comentaristas. Calidad llama a calidad. Otros lo llamarán ciberclasismo y me alegraré de haber acertado al leer lo que me gusta leer.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

¿En qué grupo clasificas a tu blog? A días nos cuentas pinceladas de tu vida, a días "divagas" con tus intereses.

Lo de la democracia digital tiene su gracia. Sobre todo para los "digitales". Hoy en día, ¿qué somos sin conexión a la red? Hoy en día ¿somos sin conexión a la red?

Dices que la calidad llama a la calidad. ¿Estás seguro? Piensa que a veces escribes en el mío o en el de la "agobiada" que mucha calidad no sé si tienen ;)

Lidia

Nodisparenalpianista dijo...

jajaja, te vas a quedar sin la cena que Peter nos ha prometido!!!

Anónimo dijo...

Tienes una errata en el perfil y me gusta tu blog

Nodisparenalpianista dijo...

Gracias Marta!!!
Por fin, 193 visitas después, alguien me avisa de mis erratas. Tengo los ojos llenos de lágrimas... la carbonilla de los trenes, ya se sabe.

J. dijo...

Los blogs son personas, y como tales hay de todo pelaje. No soy de los que exploran la red. Leo a mis amigos -que, además, escriben muy bien- y a los amigos de mis amigos. Eso me da confianza.

Anónimo dijo...

Lo mismo pasa con los libros que lees. Lo explica muy bien Jiménez Lozano: un escritor que te gusta cita a otro escritor. Le sigues la pista y a su vez cita a otros escritores: así se va formando lo que él denomina una "familia", no necesariamente uniforme, pero que tiene un cierto ambiente común del que te fías y que te enriquece.

Nodisparenalpianista dijo...

Bueno, bueno, recojo, a vuelatecla (toma tontologismo)palabras sueltas de vuestras intervenciones:
pinceladas, divagas, errata, gusta, pelaje, amigo confianza, libro, gusta (otra vez), pista cita, familia, fías, común, enriquece.
Si es que sois unos cracs. Yo sólo intento poneros musiquillaspara que resalte un poco más.

Anónimo dijo...

Efectivamente, la gracia está en escoger. Y no vivir en China, claro.