viernes, 18 de mayo de 2007

No sigas si no tienes la tripa llena

Uno de mis objetivos madrileños en Semana Santa, además de cerciorarme sobre si Tintoretto seguía vivo o no, era ponerme morado de torrijas.
Los presagios por el camino ya eran buenos. Y si no a ver qué hay que interpretar de lo que lee uno al llegar a Zaragoza.


¿Es o no es?
Es que me vuelven loco, pero qué rebuenas están, jolín. Ya ves, con elementos tan sencillos como aceite, pan de día anterior, azúcar y huevo y cuatro condimentillos, sale el postre más fantástico que un goloso pudiese imaginar. En otros sitios no hay costumbre, y mira qué cara se les queda a los pobres.
Con mi móvil relativamente recién estrenado, decidí inmortalizar a las pobres torrijas que me iba a ir zampando progresivamente.


Os recomiendo que no veais esto con el estómago vacio.



Esto de las torrijas es como lo de las nubes, pero con mejor olor. Quiero decir, que las miras y les ves cara de algo. Para mi, la cuarta tiene cara de muslo de pollo, o de codorniz, por el tamaño. Y la última, de valle marciano con lago, de peli de marcianos, claro. La verdad es que vistas así a alguna parece que la hayan pisado o sea, pero de eso nada de nada. Puedo certificar que no hubo ni una mala. Es más, que todas tenían un nivelón considerable y que a mi, las de aspecto espachurrado me gustan más, porque tienen más líquido y es que el sabor de la leche, la canela y el aroma de cítricos me tiene rendido, la verdad.


Pues si, si, todas terminaron siendo pasto de mi voracidad, pero con orden, eso si. Bueno, para cuatro días no será de Guiness, pero no está nada mal, ¿no?
¿Para cuándo montamos un concurso de torrijas? De comer, no de tajarse. O también, no se.

PD: Puede que alguna tenga un aspecto algo extraño, si, pero es cosa del churromóvil, que tampoco da para más.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca he comido una torrija. Yo te invito a la paella y tú a una torrija.

Lidia.

Anónimo dijo...

Creo que no he probado las torrijas
¿són como la leche frita?.Buen aspecto no tienen, la verdad, más bien parecen pechugas de pollo rebozadas o pan con foie-gras, supongo que es por la calidad de las fotos,jamás dudaria de tus consejos culinarios Pianista.Eres un gourmet!

Nodisparenalpianista dijo...

AnónimoLida, lo has escrtio y firmado, así que no desayunaré a la espera de la paella. De postre torrija. Y si luego no hay quien nos levante de la silla, pues nos quedamos sentados.
Layoli, veo que se impone el concurso torrijil. La leche frita, otra maravilla de la sencillez, como mi móvil, pero más dulce.

J. dijo...

La sencillez de las torrijas es casi conmovedora.

Y qué ricas.

Anónimo dijo...

la tercera parece un librito de lomo y la cuarta un conejo como en posición fetal.

Me apunto a la comilona, a la que sea!!

Altea dijo...

No es por fastidiar, pero las que hace mi madre tienen bastante mejor aspecto. Es una lástima que mi móvil no haga fotos, pero a ver si me las arreglo para que veas una muestra.
De todos modos, ¡que sepas!, ha sido un golpe bajo poner esto en el blog, a riesgo de que algunos lo leamos a las siete de la tarde y sin posibilidad de solucionar el vacío gástrico.
Ya hablaremos, ya...

Altea dijo...

Es más, creo que mañana me haré torrijas.

Anónimo dijo...

Yo me apunto a comer torrijas. Mi madre las hace de campeonato. Quien las prueba se engancha.

J. de buen rollito, pero no tienes ni idea de torrijas. De sencillas nada. Si acaso poco sofisticadas, pero de una complejidad importante.

Venga, día y hora para ponernos hasta las trancas.

J. dijo...

Reconozco, Dulcinea, que las como sin hablar con ellas. Prejuicios... :-)

Nodisparenalpianista dijo...

A ver, a ver, pongamos orden, que me despisto un día y me volais las partituras:
Altea y mamá de Dulcinea, a la intendecia que por aquí hay hambre. J (punto) te recuerdo que tú adoptaste una naranja con pelos. Menosmalqueacabodemerendar, anda que no sabes tú...