sábado, 26 de mayo de 2007

Se me suben los colores

De tanto reflexionar. Es que uno es cumplidor de sus deberes cívicos. Lo de ayudar a los ciegos a cruzar la calle, dejar pasar a las abuelillas en el Mercadona, no pincharles los globos a los chavales y hacerles cucamonas a los bebés.


Así que, dicen lo de la reflexión, y yo que me pongo. Y claro se me va un poco el santo al cielo y me quedo con las tontadas.


Y pme pongo a pensar en los colores.


Porque las cosas están cambiando. Los rojos son verdes; los azules, naranja y a los ni fu ni fa se les caen las siglas, como las hojas de parra a los campistas guarrotes. Bueno, que si, que se están camuflando. Que se parecen cada vez más a los helicópteros de asaltoy tal, cambiándose los colorinajos, las siglas y los logotipos para vendernos la burra. Me gusta -como caso, entendámonos, que aún no he abierto la botella de ginebra- lo de los republicanillos. Como les han ido pillando terreno a sus vecinos, se han ido despojando de cosas y se han quedado en "esquerra". A lo que no han renunciado es a un curioso triangulín con la bandera catalana dentro, que no deja de ser como la boina sin rabito de una pirámide o, sin ofender, como la corona de un rey con cabeza de pepino. Pepino blanco. O verde.


Me acuerdo hace unos años, cuando el diplodocus de Monterroso aún andaba a gatas, que los que ahora son hombres de paz y andan coaligándose con la más tonta del baile sacaron una versión de la Union Jack distinta de la de Sabino Arana. Era de colorines, cada triangulito de uno. Ahora le llamarían un poco monflorita, pero a mi siempre me pareció muy primaveral, tipo anuncio de Cacharel pero sin babosadas. Tenía alguna pegatina con el dibujín. Qué canallas, pero qué buenos con la propaganda.

Es curiso que, siendo su única aportación a la Historia la de mil asesinatos, se olvidasen de usar el color negro o el de las lágrimas de sus víctimas al fabricarse esta banderita tan pacifica y chupiguay.


Lo cual que he empezado relfexionando y he terminado forrándome la carpeta cual adolescentilla impedida para el voto. Se comprende que tenga rosaditas las mejillas.

PD: venga, dedicado a las sandías (verdes por fuera y rojos por dentro), que si queréis reciclar, hacez como yo, cogeos unas cuantas papeletas de la cosa y usadlas por la parte de detrás para tomar los recados telefónico o patra la lista del Merca, donde hay que dejar pasar a las abuelitas que llevan sólo una barrita de pan. Y oo gracisos que resulta pasar el recado en un papelito con la lista del Partido de Reunificación Marxista Hijos de la Revolución Campesina Nicaragüense de Unidad Obrera 15 de Agosto (puente).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues a mí más que un anuncio de Cacharel, me parece un muestrario de procolor, o titanlux.

Álvaro dijo...

Cromático te ha quedado, no cabe duda. Muy bueno, y muy cierto.

Nodisparenalpianista dijo...

Ahora que lo dices, Dulcinea, me recuera un poco a las cartas de color de mi adorado Leroy Merlín.
Á. Matía, bienvenido, lo reconozo, es que a mi la primavera, las florecicas y tal me ponen de lo más tontorrón.