martes, 1 de mayo de 2007

Vigila quién se sienta delante


Pues el otro día en el teatro me fijé, en un momento de la representación, en el tipo que tenía delante. Me fijé poco, claro, la oscuridad y ue estuviese de espaldas pues tampoco ayuda mucho al perspiaz observador. Estaba sobrecogido. Aquel tipo parecía ¡Lord Jim!.
Una larga coleta blanca, una americana entre granatosa y teja, unas hombreras de hace lo menos quince temporadas y una señora entrada en años a su lado que le comentaba en italiano que ella había visto a Fernán Gómez en aquel mismo papel. El papel de la obra. De la de teatro, no nos confundamos, o sea. A ver, Fernán Gómez haciendo de Doctor Stockmann en Un enemigo del pueblo, no de Lord Jim, para el que yo sigo viendo a sir Peter O'Toole.
No advertí de mis temores a mis compañeros de bandaca, porque con un aterrorizado es suficiente. Imaginaos: igual me habia localizado y, lo mismo que la ballena a su colega Ahab me estaba intentando hacer sernir su presencia para que fuese consciente de la cercanía del combate en mitad del océano de la vida. Aquello era demasiado terrible.
Cuando se enciendieron las luces pude salir de allí eludiendo el enfrentamiento con el presunto lobo de mar. Presunto por no haber podido certificar si era él o no lo era. Pero lo parecía.
Desde entonces, cada vez que asomo las narices fuera de Fort Apache, miro a los lados por si veo, en lontananza, a la gafapasta, a aquel tío que intentó robar el banco de abajo o al del tren que se parecía a Sander. ¿Cómo? ¿Qué de ese no os he hablado? Lo haré, lo haré, si es que no me pillan antes...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Todavía tomas medicamentos para la fiebre y las anginas?

Anónimo dijo...

joer, como te gusta montarte películas... jajaja

Nodisparenalpianista dijo...

De verdad, cómo sois...
Cuando os persiga gente así ya me contareis, ya...¡Si es que os podeis escapar!