sábado, 23 de junio de 2007

En San Juan, antes

Recuerdo cuando hacían las hogueras callejeras, populares, de barrio, cada cual a su aire. Allí echábamos maderas, sillas rotas, las cosas viejas y tal. Algunos niños desaprensivos e idiotas echaban también los libros del curso recién terminado y yo les miraba sin entender nada pero con una cierta tristeza.


Todos los trastos que se iban recogiendo lo juntaban en el cruce de calles de al lado de casa. Como allí casi no había tráfico, solían aparcar los camiones de las agencias de transportes cercanas y los trailers de la fábrica de leche que la traían en enormes bidones o que se la llevaban en cajas azules de plástico apilables. Ese día, los camioneros hacían desaparecer sus vehículos y quedaba despejada una enorme explanada frente al laboratorio farmacéutico aquel. Así, con todo libre y despejado, echaban arena en el suelo para que el calor no dañase el piso y comenzaban a amontonar las cosas recogidas. Era divertido ver las cosas que se dejaban. Bueno, menos los libros, que ya he dicho que me entristecía un poco. Pero era divertido imaginarse de dónde habría salido la cómoda aquella a la que le faltaba un cajón, la butaca de los dos muelles como antenas o misteriosas puertas blancas o de armario sin espejo.
Del bar de cerca sacaban unas mesas y montaban una suerte de barra para las bebidas. En las barras, había un trajín bastante intenso, sacando y trayendo jarras de sangría y naranjadas para el chavalerío. El ruido de los vasos de plástico al romperse. A veces también sacan algo para poner las músicas, otras veces tocaba alguna orquestilla. Y se le daba candela a la cosa de madera y daba calorcito en la calurosa, siempre calurosa noche de verbena, y se bailaba, y se echaban petardos, y me extasiaba viendo el fuego.
Una vez me encontré con una niña con la que coincidía en el metro. Sería del barrio, pero sólo nos encontrábamos en el andén, camino del cole.




Esta no era la hoguera de mi barrio. De esas creo que no hay fotos. Pero la sustancia es la misma. Madera, fuego, verano y todo lo demás







Hola Nodisparenaltrompetista. Pianista, Ay, si Nodisparenalpianista, que chula la verbena, ¿no? Pues si. Oye, tengo bengalas, ¿quieres una? Vale, Nodisparenaltrompetista.
Esa chica siempre me confundía el nombre. Eso me ponía un poco de los nervios, porque me daba la sensación de que ni se enteraba de lo que hablábamos durante el trayecto del metro. Pero cuando bajaba la escalera hacia el andén y me veía, siempre venía a saludarme con entusiasmo con su alegre, educado, pero un poco irritante Nodisparenaltrompetista.
Las vecindonas se ponían en grupos, se esparcían más de lo habitual y se contaban las cosas con más tranquilidad y más fondo documental que en los cruces de la escalera, del ascensor o de la cola del pescado, con las chirlas aquellas tan fresquísimas y las merluzas con sangre en la espina dorsal. Me gusta ver cómo cortan el pescado. Y la carne. Pero los huesos no. Los que tenían perro escondían al perro porque se asustaba con el estruendo y el follón general. Los niños no se perdían porque, más o menos, todo el mundo se conocía. Terminábamos tarde, cansadísmos y contentos, vacaciones recién comenzadas y con el olor de la pólvora en los dedos.
Luego llegó el Ayuntamiento y procuró por nuestra seguridad. Por el peligro del fuego, decían, porque se estropeaba el alquitrán de la calzada, decían, porque les dio la gana, terminaron con todas las hogueras populares e hicieron algunas oficiales. Hogueras de Oficio, como si no tuviesen nada mejor que hacer. Ahora, creo, porque hace mucho, mucho que esa noche no salgo, San Juan es como Fin de Año, una competición a ver quién agarra la papa más gorda y en menos tiempo. Al menos brillan aún las brasas en el recuerdo.








PD: Esto que hoy cuelgo fue primero un comentario que puse en lo de Altea. Luego, me interesé y seguí dándole vueltas al asunto hasta que escribí esto que habéis leído.

16 comentarios:

María dijo...

Yo, como también le dije a Altea, nunca he estado en una noche de San Juan, pero me las imagino mágicas.
Una vez, con unas amigas, montamos una Noche de San Juan, pero era en agosto y en su finca, en Alicante. La verdad es que no se si fue por la fecha o por qué, pero de mágica nada, más bien sobrecogedora... Ese fuego impone. Yo no salté, estaba hipnotizada, mirando.

Anónimo dijo...

A mí, como a María, las hogueras me hipnotizan, en S. Juan y siempre. No tengo especial "devoción" por la fiesta de esta noche pero acá es bonito porque hacen muchas hogueras en las playas. Eso sí tiene un encanto especial -hasta que la "tajada general" lo revienta y le roba a uno la paciencia y prefiere abandonar, claro-.

Paco Becerro dijo...

Es que lo de la borrachera generalizada estropea cualquier fiesta...

A mi me gustaban más los San Juanes como los que describe el pianista. (y sus brasas o recuerdos)

Hay tanto que quemar... Para empezar otro año sin lastres ni cenizas.

Tema: El fuego; la televisión del pobre.

Anónimo dijo...

A los que más gracia les hace las hogueras son a los limpiadores de las playas... Para ellos también es una noche mágica... jaja

Yo hace un par de años que no bajo a la playa a ver la hoguera porque me tocaba 'estudiar', como este año.

Lo de bañarse por la noche en el mar es un lujazo

Nodisparenalpianista dijo...

María, si, mágica pero en buen plan,que ahora hay acumulación de tontainas quemando cosas raras y poniéndose (o quitándose) ropa interior extraña al amparo de la oscuridad... o de la claridad.
El fuego, Marta, es hipnótico. A´quí el Ayuntamiento fue cercando las hogueras y ahora las ha transformado en aquelarres para echadorasd e cartas y gente así. Te diréque hace dos años en la cabalgata de los Reyes Magos pusiero una carroza de dinosaurios y una compara de demonios.
FuturoBloguero, es cierto, la bebida, como todo en su justa medida. De todas maneras, mañana mejor no quedamos para pachangas futboleras.
A.MatíaBarrendero, un argumento más contra la playa. ánimo con tu estudio. Y si quieres un poco de recreo, aquí estarán las tontadas de Nodisparenalpianista...

María dijo...

no... mi mágica iba más en la linea de hipnótica que de quitarse ropa!... ¿ese malentendido? Los tontainas siempre consiguen aguar la fiesta... hasta la de San Juan.

Nodisparenalpianista dijo...

No esperaba menos de tí, María...

Anónimo dijo...

Uy, Pianista: las Cabalgatas de Reyes acá hace tiempo que dejaron de serlo. Dinosaurios y comparsas de demonios es lo menos que sacan a desfilar... De ahí, para arriba (para abajo, más bien).
Los akelarres, para las brujas -para las de verdad, las de sombrero y escoba-; los echadores de cartas, ¡¡a las ferias, hala!!

María dijo...

pues a mi las cabalgatas me siguen encantando. De hecho yo cada año suplico a mis hermanos pequeños que se abriguen para acompañarme... me encanta!!

Nodisparenalpianista dijo...

Si, viva las GCabalgatas y viva los Reyes MAgos. Y las brujas y echadoras de cartas, lo ayuntamientos gyuais y toda la caterva de tontos que también vian, pero bien lejos, a poder ser.

María dijo...

digas lo que digas... las cabalgatas siguen molando. A mi lo que más me gusta es que se me peguen los nervios y la ilusión de los niños!!. Cuando voy a la cabalgata me cuesta más dormirme!! jajaja.
A lo mejor la diferencia es que en Madrid no hay no brujas ni aquelarres ni gays... (en la cabalgata)

María dijo...

¡¡¡Chat YA!!!

Anónimo dijo...

La noche de San Juan, antes era popular, es decir del pueblo. Yo la recuerdo más o menos como la describe el pianista. Y me sumo a lo que habeis contado acerca del efecto del fuego. Me pierdo en su olor y en sus colores, en cómo baila en la noche estrellada.

Otra cosa son las fantasmadas del fuego purificador, brujas y rituales. Supersticiones baratas que afean una fiesta que han acabado dscafeinándonos.

Altea dijo...

Uf, esto de no trabajar los sábados es lo que tiene. Que ahora llego el domingo y tengo todo el trabajo atrasado: leer los comentarios del propio blog, las entradas de los demás, hacer otra nueva a ver si se puede, etc.
Este año no he oído que en Valladolid haya habido sopapos con la policía ni nada. Te digo yo que ha perdido la emoción.

Nodisparenalpianista dijo...

Venga, Atea, que así te alegramos la tediosa jornada. Mucho ánimo, y si hay que darse de tortas avisa, que pondremos proa a la jarana.

Altea dijo...

Huy, no, si me la alegrais mazo. Si no fuera por los blogs...
Sólo lo decía para justificar mis ausencias algunos días. Es que en mi casa no tengo internet.