viernes, 22 de junio de 2007

Una vez en un partido

Esto era que habíamos quedado para jugar al fútbol.
Porque si, aunque ahora no me guste yo también he jugado al fútbol. Bueno, gustarme, tampoco me gustaba, pero se supone que es una especie de juego social. Todo el mundo juega al fútbol en algún momento.
Pablo me había estado dando la paliza una buena temporada. De hecho, en aquel momento Pablo siempre era un brasa. Menos mal que terminó reciclándose en lo que es hoy Oye, ¿quieres venir a una charla? Oye, un club de prensa. Oye, unos quedamos para estudiar. Oye, un partido de fútbol. A mi, que a veces me cuesta decir no me taladres, tío, me termina convenciendo cuando persevera un rato. Y ese día va y me lía para echar una pachanga futbolera un sábado por la mañana. Iremos unos de mi residencia o algunos de clase. Pues vale, con tal de que dejes de calentarme la cabeza.
Por aquel entonces vivía yo en un piso con una familia. Compartía habitación con Ioseba, otro de mi clase que por casualidad había caído ahí también. Una sucesión de acontecimientos larga y vista ahora bastante divertida me llevó a esa casa con una familia en lugar de a un cole mayor o a un piso de próximos médicos, pero esa es otra historia, que ya tengo medio escrita aunque no se si pondré por ahí.
Bueno, pues llega el sábado. Me levanto un poco perjudicado, me pego un duchazo fresco tirando a frío a ver si espabilo y me llego como buenamente puedo a la cocina. Me sirvo un vaso de agua fresca y preparo un zumo. En estas entra Alberto, el pater familias. Hombre, Nodisparenalpianista, ¿preparando el desayuno? Bueno... Ah, tú si que sabes: antes de jugar al fútbol, mejor no comer nada, que si no luego te pesa la barriga, te entra el flato y fatal. Ya se nota los que habéis jugado mucho al fútbol que sabés de estas cosas. En estas que echa la leche al cazo y enciende la placa. Ya, bueno, si, eso, poco desayuno. Ya digo, yo aún estaba con el efecto de los vinos de la noche anterior y el olor de la leche calentándose terminó de ponerme malo del todo. Oye, Alberto, que voy a por las zapatillas y me largo. Venga, áupa. Alberto siempre decía áupa, con acento en la a. En la primera. Sí, áupa, como lo oís.
Total, que Alberto se pensaba que yo era futbolero. Pues como todos, supongo. Todos los críos que en algún momento le da na la peloa. A mi me gustaba jugard e portero, pero no me gustaba tirarme al suelo, así que por alto bien, pero lo rasante, si no me iba cerca de los pues, pues fatal. Y así deambulé hasta que apareció un portero valiente dispuesto a arrastrarse cuando la situación lo mandaba. Creo que entonces desapareció el poco interés que tenía en el asunto. Desde entonces, las veces que jugaba, raro, pero que muy raro, hacía de defensa leñero por no correr demasiado y para evitar que se me acercasen los otros. Encarna, la mater familias, a la sazón esposa de Alberto me decía que tenía piernas de futbolista. Eso no sabe uno cómo tomárselo, porque futbolista era Bakero y Pelé, Luis Suárez o Gordillo. Pro ella lo decía en buen plan, creo. Así que en esa bendita casa se pensaron que tenían a un relativo aficionado a la futbolada. Qué bueno.
Bueno, pues en esas estaba yo, lavándome los dientes a ver si borraba el recuerdo del olor de la leche y con un cierto sudorcillo frío de taja boreal. Venga va, que no se puede llegar tarde. Y allá que me voy intentando correr un poco para entrar en calor. Llevo mi sudadera Nike de mercadillo y unos pantalones blancos con una raya gris puramente testimoniales que ni abrigan ni protegen de las rascadas si las hubiere. En dos patadas intento llegar al colegio donde vamos a jugar y me pongo malo. No tengo fuelle, me crujen las tripas, sudo frío y me pregunto quién me mandaría a mi decirle a Pablo, que vale, no seas pesado, que voy.
Más o menos renqueando consigo llegar al patio del colegio Iturrama donde vamos a jugar. Por allí ya anda Pablo dándole a la pelota y calentando el ambientillo. Reconozco algunas caras pero no sus nombres.


En un protoMac como este, aprendimos nuestros rudimentos informáticos.De todas mis torpezas, el primo de éste es el responsable.Pablo le llamaba Jacintosh.

¡Hombre, Nodisparenalpianista, ya estás aquí! Vaya caram, acabas de levantarte ¿no? Pues no, estoy resacoso y maltitas las ganas de darle patadas al balón en calzón corto, pero ya que estamos. Eso lo pienso, pero simplemente le digo que tengo un poco de sueño. Según van llegando los jugadores, nos presentamos y formasmos equipos. Mira estos son de clase. Ah, bien. Este es Pío y este Iñaki, los dos de Logroño. Aivá. O sea. Hola, soy Nodisparenalpianista. Si, yo te he visto en clase, y yo.
Jugamos, perdemos, ganamos, eso no se. Iñaki y yo terminamos buenos amigos, compartimos piso, cine, aprendizaje con un Mac prehistórico y también nos terminamos peleando un poco, pero eso ya pasó.



Un día sigo.

14 comentarios:

María dijo...

ey! qué pena de resumen final... con lo interesante que se estaba poniendo justo ahora!! ¿otro día la historia de Iñaki?

Yo quedé a jugar al futbol un par de veces (por la tontería de que había unos niños que jugaban...) perdí lo que me quedaba de dignidad! ja! qué risa! a mi me sigue divirtiendo! (aunque ni muerta me pondría ahora a correr tras una pelota!!

Anónimo dijo...

Pianista, me llego a reir un poco más... ¡¡y reviento!! Me he contenido ¿eh? que sino luego es un pringue por las paredes...

Álvaro dijo...

Marta, tampoco hace falta que seas tan gráfica... Puaggg...jajaja

Y dijo el Tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid en una setencia de 1996..."El fútbol, los toros y los bares como las instituciones expresan un modo de vivir de los españoles"

Toma ya.

Yo el único deporte que practico es el zapping

Nodisparenalpianista dijo...

Si, María, yo aún perseveré unas cuantas veces más, pero más descansadito, aunque casi siempre con los mismos resultados...
Marta, puajpuaj, si. A partir de lunes y en atención a tu integridad sólo escribiré cosas tristes y aburridas, ¿vale? Por cierto, ¿hubieses estallado como un zepelín?
A.matía, tu sensibilidad me enternece. Esta Marta... Oye, te apoyo en lo d ela tele. Con lo que cansa ver cómo de desloman subiendo el Turmalet, mientras le das al carajillito de anís, sudando la gota gorda y procurando no quedarte traspuesto. ¡Si es que no nos valoran!

Anónimo dijo...

Pues yo soy de la liga antideporte.
Venga sudar y cansarse no puede ser bueno para la salud.
Luego viene las contracturas, torceduras, lesiones, que si rituras fibrilares... Ayer salía por la tele la espalda de algunos ciclistas que a causa del granizo habían quedado, bueno, casi como coladores.
Me encanta el detalle de tu prenda del mercadillo. A mí me encanta ir.
Si hay algún asiduo, que se manifieste.
Una foto de tus piernas, pianista.

J. dijo...

En el torneo del colegio,en cou medio equipo jugaba ¡fumado! Yo era el portero. A veces, los compañeros se equivocaban de portería...

Paco Becerro dijo...

No me hables de futbol, que me toca intertoto... (suena como bonoloto, como la lotería según mi amigo Lateral Zurdo)

Altea dijo...

Sí, lo del deporte, digan lo que digan, es perjudicial para la salud: esguinces, asfixia (o falta de resuello, me da igual), insolaciones, agujetas...
Quita, quita. Si hay que correr, que sea detrás o delante de alguien, digamos con un objetivo a agarrar, "prensible", o para evitar ser agarrado. Pero correr así, sin más... un sábado o un domingo por la mañana...
Con lo bien que se está a esas horas desayunando en pijama, sentadito.
O sentadita. Digo, en honor a María y su asignatura felizmente superada.

Nodisparenalpianista dijo...

Dulcinea, si es que el deporte es como la playa: malo, malo. Lo de mis piernas se estudiará, pero tampoco es cuestión terminar haciendo de esto un cabaré.
J (punto) una confesión: cuando devine de portero a defensa agobiaba a mi portero diciéndole "ahora te haré un penalti, ¿vale?" Y a la salida de córner hacía unos despejes de puños impecables. Mi portero juraba entre dientes, pero me perdonaba porque era un buen amigo. Y no veas cómo me reía yo. A veces también le chutaba a gol para matar el rato. en general mis amigos no entendían mi sentido lúdico total del fútbol. Unos sosos.
FuturoBloguero, ¿eres indio? Juajua, ahora fichais a Ziganda a ver si os arregla lo que arregló del todo Aguirre.
Altea, maja, te estoy viendo el 7 de julio delante de los pablorromeros corriendo como una loca, con perdón. Oye, lo de los honores a María por estar sentados no lo pillo... ¿Por lo de las botas y Toro Sentado?

María dijo...

¿María la de los honores soy yo? tampoco lo pillo... peor me gusta que me rindan honores!!! jajajaja

Tampoco pilllo lo de las botas y toro sentado... ¿será la resaca del examen?

CHAT YA!!

Altea dijo...

Pero ¿no era María la que tenía examen de una asignatura tapadera sobre el feminismo? A ver si me he liado...
Que igual que se dice "sentadito" habrá que decir "sentadita".
Pues oye, porque a mí siempre me han adelantao hasta las patinetas, pero lo de correr los sanfermines tiene que molar. Patadas, palos, pisotones, leña...

Nodisparenalpianista dijo...

Juajua, Altea, me gusta lo de las patinetas, pero lo mejor de los encierros, por la tele!!
Pillado lo de María Sentada...

Anónimo dijo...

No me creo que jugarás al futbol... Y que ahora lo llames furbo y no te apasione.

Lidia.

Nodisparenalpianista dijo...

AnónimoLidia, si hiciese recuento de todos los meniscos que dejé pegados en mis botas te sorprenderías...