domingo, 30 de septiembre de 2007

Entre encuestas y aviones

Domingo

Ya conté creo, que tocando botones y cosas, descubrí que se podía poner una encuesta en la guep. Mentuda tontería. ¿O no? Así que qué mejor pregunta que eesa. Bueno, por un error sólo atribuible a mi inexperiencia, ahora no puedo recuperar los datos de la encuesta, peo que no cunda el pánico: nada de pucherazos. la cosa es que ganó "la gallina", lo que confirma que lo de las votaciones aún está por pulir mucho. Intentaré ser más cuidadoso en el futuro con lo de la recopilación de datos. Si me acuerdo.


Lunes

Resaca taurina. Tanta que se aplaza la crítica, porque prefiero hacerla un poco mejor que con prisas y mala pata.
Voy a la feria de los libros y caen siete de Umbral y algunos más. Descubro a un gran lector cuya biblioteca queda fragmentada. No se por qué, pero me invento una buena peli sobre el tema. Por ahora soy depositario de algunos d esus tesoros. Los cuidaré, claro. Parece que al final votaron 18. Qué cosas.


Martes

Néstor dice:

Pianista, me has dado una idea: dentro de 10 años los vecinos de tu blog nos vemos en no sé dónde a no sé qué hora (hombre, si es Ciudad Real, igual hasta os invito a comer).Te dejo el balón en tu tejado...
25 de septiembre de 2007 16:27

Le tomo la palabra. Curiosamente ha desaparecido, dice que huido en Zaragoza. Estos catalanes de Ciudad Real, por no pagar sus compromisos...


Miércoles

Hablamos de toros. Cada cuál dice lo suyo pero bien. Está bien. Echo de menos al pesado aquél. Bueno, no, pero ya me entendéis.


Jueves

Hoy actúa Battiato. Coloco una previa, como si dijéramos, paraevitar ponerme a escribir a la salida del conciertazo, porque seguro que será una maravilla. Es lo que tiene ser fan, júligan o claque, casi. En unos días ya la pondré, a ver.

Viernes

Vaya día. Me dejo la música en casa, esto es el emepetrés y se me hace la cosa laboral mayormente eterna. Al menos aún me retumba lo del concierto de ayer y escucho un poco la radio por internet. En el Ambigú, Diego Manrique pone un disco de versiones de los Clash que publicó una revista inglesa, Uncut, en 2003. Si es que Manrique cuando tiene un día tonto nos cuela cada gol que parece Puskas.


Sábado

De refilón he pasado por una caseta de libros y encuentro Nochede epifanía y Tito Andrómaco de Shakespeare. Cuesta encontrar, fuera de las cinco o seis principales, las obras de Shakespeare en castellano. Probad, probad cuando vayáis a viesta librería preferida y mirad qué es lo que tienen del insigne inglés. Es de vergüenza. Pero dicen que Boris Izaguirre ganará el Planeta.


Domingo

Hoy aviones. Festival aéreo. Es el acontecimiento que registra mayor asistencia de público en esta ciudad tan moderna, tan fashion, tan chupiguay. Volará la Patrulla Aspa y la Patrulla Águila, entre otros. De camino igual podrían... Buen tema de encuesta.

sábado, 29 de septiembre de 2007

Los Umbral

Según se dice, hay un libro de Umbral dedicado a su mujer, que vendría a ser el Mortal y rosa dedicado a ella. Al parecer, nunca se decidió a publicarlo porque no debía de estar del todo satisfecho. A mi me da que no, que sería pudor, la vergüenza de un tímido.
Dicen que ahora lo van a publicar por fin. Será un hermoso homenaje al hijo, al padre recién fallecido, a la madre y esposa.

Lo leeremos, claro.

Estoy oyendo crecer a mi hijo (de Mortal y rosa)


Foto de los Umbral, hecha por María España.

viernes, 28 de septiembre de 2007

Battiato Tres

Resulta que, echando cuentas, la primera vez que vi a Battiato fue hace veinte años y tres (o cuatro) días, siendo yo un pipiolo de cuidado y él un hortera de discoteca. Porque a mi Battiato me encanta, si, pero oye, él mucho meterse con el new wave italiano/español y también tenía su tela. Me acuerdo que en la casi fenecida Edad de Oro pusieron un concierto que había hecho en Madrid, creo, al que se presentó como un camarero mal planchado: pantalón negro y camisa blanca del Sepu, con las marcas de los dobleces, que se veía recién sacada del envoltorio de celofán. No tendrá este hombre una plancha a mano, decía mi madre. Con razón. Estos modernos...


Pero todo daba lo mismo. Entonces tocó canciones de Mondi Lontanissimi, en el escenario de enfrente de la Catedral. Cuando fueron, no se, las diez y media o no se qué hora y se iluminó la fachada y la vidrieras, con Battiato cantando aventuras interplanetarias y Giusto Pio dirigiendo a sus músicos, violines y tal. Fue una preciosidad.


Ahora la fachada de la Catedral lleva cubierta no se, año y medio largo o más. Al Ayuntamiento aún no se le ha ocurrido hacerle pasar el AVE por debajo para hundirla, así que tendrán que bombardearla, creo. Bueno, esa es otra película. Pero lo que es verla, hace tiempo que no la vemos. Battiato volvió años después, no se, unos cuantos, y le vi de nuevo. Más rockero que clásico, cuando Fisiognomica, él que despotricó contra la monserga africana. Qué tío.


En persona le vi cuando el estreno -y pase único- de su primera película, PerdutOAmor, así todo junto. Conseguí que me firmase al asalto -garabatease más bien- el libreto de la Misa Arcaica, cuando recién llegaba en taxi a la puerta de la Filmoteca. Yo, más contento que unas castañuelas, la peli, sólo pasable, él al terminar hizo una especie de debate y se hinchó a firmar mas cosas ya más descansado.


Para cuando cuelgue esto, le habré visto y espero habérmelo pasado la mar de bien. Y supongo que deseando que vuelva en formato sinfónico. Mientras escucharé un montón de veces el Unprotected. Y el Soffio al cuore di natura elétrica. Y el dieci Stratagemmi. Y alguno más. Recomendados quedan.








jueves, 27 de septiembre de 2007

Inmobiliario

Casa histórica, dos pisos, soleada, con mucho arte,
en una esquina céntrica en el corazón de Europa.
Para entrar a vivir.

Razón:
Sr. Meidner
Museo Thyssen Bornemisza
Madrid.



Si pudiese, yo la compraba.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Dos tardes

Para mi que la cosa fue irónica, pero terminó siendo muy precisa e ilustrativa. Lo de llamarle miniferia a las dos corridas de abono por las fiesta de la Virgen de la Merced, patrona de la ciudad.

Bueno, dos corridas de nivel, pese a que de los seis matadores hubo dos sustituciones, por cosa de lesiones y enfermedades. Ya se sabe, cosas del riesgo.

La primera tarde, magnífica, con el Juli, que nunca ha sido santo de mi devoción, muy serio, maduro y efectivo. El Fandi estuvo muy bien en todo menos con la muleta. Espectaculares sus banderillas, con un medazo de carrera que dio casi dos vueltas al coso corriendo de cara al toro, o sea, de espaldas. Una demostración de fuerza y de agilidad, todo un atleta. Pero en el tramo final no remató. Lástima, porque dio un gran espectáculo. Y el tercero, Miguel Ángel Perera, joven fresco y valentón, que encandiló al personal en una tarde llena de sorpresas gratas. Por estar bien, hasta salieron buenos lotes de toros. Y eso, con lo que corre por ahí, es más que mucho.

Pero el fetsejo grande se produjo el domingo. Dos grandes. El uno que toreaba por última vez en su temporada de despedida: César Rincón. Es el único matador que ha habierto cuatro veces la Puerta Grande de Las Ventas en una misma Feria. El otro, José Tomás que despedía la temporada de su reaparición en la misma plaza dond ese presentó. De Tomás oigo decir que es el mejor d ela historia, pero están Manolete y Bienvenida, Ordóñez, no se. Supongo que es complicado eso de decir quién es el mejor, sobre todo en un arte tan dilatado en el tiempo. Lo que es indudable es que en el Olimpo del arte de cúchares, es uno de los que tiene plaza fija. Me gusta decir el arte de cúchares. Cosas mías. El tercero era un matador catalán, Serrafín Marín, promesa en revelación que entraba de sustituto junto con esos dos figurones. Difícil papel.

Emotivo César. Estuvo colosal, como lo que es, un grande. Sobrio, inteligentey con dos toros muy aprovechables. Tres merecidísimas orejas y una ovación atronadora, al grito de maestro, maestro que él devolvió con un cariñoso "muchas grasias" abrazado a una bandera de su país Colombia y a la del pais de sus triunfos, España. Igual reaparece, que los toreros son muy suyos. Marín estuvo nerviosísimo, cuasi calamitoso en el primero, aquello parecía el pilla pilla, todos corriendo en direcciones opuestas y el pobre dale que te dale, venga pases que terminó por agotarnos aún más que el recuerdo del Fandi dándole vueltas al ruedo a toda pastilla y de espaldas. En el segundo, el mejor de toda la tarde, parecía otro. Menudo pedazo de torero. Arrojo, chispa, alegría, seriedad, altura. Lo bordó. Probablemente con muchos menos nervios, estuvo estupendo. Dos orejas, tal vez un tanto excesivas, pero justas: hay que ayudar al que quiere, lucha y lo hace bien. Con más reponsabilidad, mejorará.

El segundo de César Rincón, un precioso jabonero al que

la afición recibió con un suspiro de admiración

y a la voz de "qué bonito"

Y José Tomás. La leyenda. A ver, todo lo que se diga es poco. Aquello parecía el tenis. Tomás torea sin música y el personal o se calla o le abuchean hasta que se calla. Y la gente mira, alucina y dice olé. Y Tomás allí, quieto, haciendo la estatua, luciéndose en cada pase y jugándose el bigote por sacarle medio pase más. Con el capote estuvo imposible. Ya podía haberle estado dando tres horas. Menudo talento. Tuvo mala suerte con su lote. Le tocó el peor de los seis toros, un mansurrón antipático y cobardica al que le arrancó hata el último pase. Ya con el acero, se decidió a darle unos cuantos pases más seis, no se, cuando es que ya no le movían ni en ambulancia. Y lo volvió a bordar. Menudo talento. Pero mató mal, y perdió los trofeos. En el otro, algo mejor, anduvo inventándose una faena embriagadora, pero volvió a fallar con el acero. Ante la insistencia del personal dió la vuelta al ruedo y al menos se llevó el trofeo del cariño, que hace justicia a su pundonor y a la estratosférica altura de sus dos faenas, sólo etropeadas por el acero. Pero así es la cosa: si fallas en la suerte suprema, pues a casa por la otra puerta. Por la Grande, Rincón y Marín.

Miniferia de altura. Y al que le pese, que se aligere, que allí nos lo pasamos de fábula. Y se creó afición, vaya que si.

martes, 25 de septiembre de 2007

La radio en el coche

Íbamos en coche a Navarra. Oyendo la radio, claro. No me imagino otro modo, la verdad, por mucho que saltase el dial, por mucho que pillase interferencias, por mucho que resultase casi heroico seguirla. Recuerdo, cosas de niño, detalles suelto, como haber pasado por un área de servicio de tierra roja y el tacto de la tapicería, así como aterciopelada. Pero no se en qué coche fue.

Estaba en la radio un locutor que conocía bien, porque era el que escuchábamos por las mañanas, mientras nos aseábamos y desayunábamos antes de salir pitando al cole. Señora, decía en directo mientras hablaba con una emocionadísima radiooyente, le están llamando a la puerta, vaya corriendo a abrir; y entonces explicaba a la audiencia que en ese instante un motorista le llevaba un ramo de flores de parte de su programa para felicitarle el cumpleaños. Luego volvía la señora en cuestión, llorando como una Magdalena de la emoción y comiéndose a besos a Luis. Luis Arribas Castro, menudo espectáculo de radio. Y sin la ayuda de los teléfonos móviles, confiando en que el tío que tenía que llamar al timbre de la casa de la señora, ramo en mano, a las 8.28, llamara a las 8.28. Don Pollo y Café Soley, aún me acuerdo de sus dos principales anuncios. Regalaba huevos; un fenómeno.
Aquel día, en aquel viaje, le telefoneó un señor y anduvieron hablando de sus cosas, no me acuerdo de cuáles. La cuestión es que Arribas Castro salió con una de las suyas. Amigo oyente, hagamos una cosa, hoy usted y yo nos comprometemos para que dentro de diez años, estemos dónde estemos, usted me telefonee otra vez y recordemos esta conversación que hemos tenido hoy, ¿qué le parece? Claro, el hombre entusiasmado, por supuesto Luis. Pues hablamos dentro de diez años.
Para mi, en aquel momento, diez años podía ser cinco minutos menos que la eternidad.



Pasaron diez años, y algunos más. No oí si aquel hombre le llamó o no le llamó. Luis anduvo de emisora en emisora, anduvo en amoríos con una mocita muy prometedora que terminó haciendo talk shows y que por el camino le partió el corazón y le dejó con una depre de caballo. Malas cartas. Y resurgió de sus cenizas para seguir dando la tabarra matutina en una emisora municipal. Allí, por falta de presupuesto, Arribas Castro en lugar de regalos para los ganadores de los concuros, prestaba sus libros. Dignidad en la decadencia. Todo un señor. Un día se murió. Pero ya casi nade se acordaba de él.





Muchas veces he pensado en aquella llamada en mitad de la autopista. Qué sería de aquél oyente con un compromiso a diez años vista. ¿Se acordaría Arribas Castro? ¿Se acordará algún otro oyente?



Como decía otro músico locutor, el tiempo vuela y el eco se detiene; una hermosa mentira. O no. Aquel eco sigue por ahí parado. Hoy me he acordado.

lunes, 24 de septiembre de 2007

Libros y libres

Hoy libros. Paseo por la Feria del libro Viejo. Cómo me gustan los libros en las casetas, allí expuestos, colorines, el olor, los viejos conocidos que nadie compra, las sorpresas escondidas y las bolsas de tiritas que de tanto peso, terminan casi por cortarte los dedillos. Deporte de riesgo, casi.
Bueno, parece que resiste a la presión de los libros de bolsillo, a las colecciones de quiosco, a los vídios, a los deubedeses y las internetes varias. No se, será que no, pero tiene un aire de resistencia frente a la idiotez y la tontería de nuestras pantallas coleguitas. Como decían en una cuña del Ambigú, apaga el televistor. A mi me puede el homenaje cinematográfico a The Wall y, si no fuese porque puedes perjudicar a un honrado viandante, es como para invitarle a un vuelo sin motor por el balcón.


Los libros no te hacen libre, pero ayudan a descubrir si lo eres. O si no.
Qué bonito sentirnos libres.
Como los taxis. Libres.



PD: Actualizo la encuesta. Gracias a los 18 participantes, ya comentaré.

domingo, 23 de septiembre de 2007

De vacas y toros y madera (para tocar)

DOMINGO

Uy, un botonico nuevo. Pone encuesta ¿Qué será? Total que le doy, pinpun y la cuelgo. Pues a ver.

LUNES
Marta me ha mandado una vaca. Una foto de una vaca, quiero decir. Aunque visto lo visto ya no iba a sorprender casi nada. Gracias Marta. Espero que esa foto no menoscabe tu prestigio, porque ya me imagino la conversación

-¿Qué haces, chata?

-Una foto

-¿Una foto? a una vaca?

-Pues si ya ves, es para un coleguita

-Ah, ¿un pastor?

-No, para un pianista. Un pianista temeroso de que le disparen

-Ya. Um... oye, se hace tarde, me voy, vamos huyo...

MARTES
Pues si, tenía razón
Marta, la de las vacas locas. Bueno, aproximadamente. Sobre el manzanillo y sotanillo, auque lo mío fue cita auténtica, el citado patinó. Reproduzco las palabras del expeerto en gafancias y bisojeces varias, Alfonso Ussía, que explicaba muy bien la cosa: "Según el Instituto de Ciencias del Mal de Ojo de España -que nada tiene que ver con oculistas y ópticos-, hay cuatro grados de gafes en nuestra nación. Cuatro estadios perfectamente establecidos pero no cerrados a nuevos descubrimientos científicos. En Italia existen catorce grados, y en La Laponia tan sólo uno, el Kurihaf, o lo que es igual, «el que rompe los hielos con su trineo y hace caer al agua a los que marchan detrás». En España, los gafes, de menor a mayor gravedad de influencias negativas, son el gafe, el gafón, el sotanillo y el manzanoide".

Y sigue otro poco más:

El sotanillo es el más peligroso y nocivo de los gafes de España. Contagia su gafancia al de al lado y él se va de rositas en casos de gravedad media y alta. (...) Conocí a un sotanillo experto en desplomar ascensores. Se subía al ascensor, pulsaba el botón del tercer piso, descendía en su destino, se despedía amablemente del resto de los usuarios, y cuando éstos esperaban que el ascensor subiera hasta el cuarto o quinto piso, éste se desplomaba y caía como un plomo. Hubo fallecidos en mi familia por vivir en el mismo inmueble que el sotanillo y compartir ascensores.

Como podéis comprender, un Nodisparenalpianista racionalista, frío y calcularod no cree en estas cosas jamás de los jamases, pero, por lo que pueda pasar, ando tocando madera.


Total que la fuente que oí era la de uno que, pese a tener perfectasmente claro los cuartro niveles de gafancia y pese a explicarlo con extraordinaria claridad persistía -y persiste- en cruzar al sotanillo y al manzanoide en forma de un pérfico híbrido al que bautizó como manzanillo. Lo que viene a confirmar eso: que es nombrarlo y meter un pie en el charco. Hala, pues botas de agua para todos.

Como no hay mal que por bien no venga, a cambio de gatos negros, martes y 13, pero de los de no reír y escaleras y tijeras abiertas, he recordado las andanzas del profeso Occhipinti y he dado con una guep de homenaje recopilatorio al maestro Capmany, de tan grata memoria para los admiradores de la lengua y los amantes de la retranca y de la sensibilidad pimentonera.

MIÉRCOLES
Otro premio, oye. Esta vez ha sido
Carcajada, la espiral más jovial que uno pueda imaginarse. Jovial, si, y un poco zumbada, que tampoco es para tanto lo de mi garito. No se merece tanto elogio pero se agradece, por supuesto. Ya sabeis: no hay que perderse ni una Carcajada. Altamente recomendable.


JUEVES
No lo cito en lo de hoy, pero el manzanillo-sotalillo reparte su pérfido influjo y termina con un cierto mal rollo. Me sabe mal, porque me gusta que haya polémica, puntos de vista parecidos, enfrentados, mediopensionistas pero amistosos. Y curiosamente desde que ese ha impuesto -digo bien lo de "impuesto"- ciertas actitudes o talantes sin talento, la criminalización de las ideas es el pan nuestro de cada día. Y me da mucha rabia, porque mientras se navajeen los próceres será su problema. En cambio, no quiero que lo hagan mío. Buen momento para leer libros.


VIERNES
El viernes termina por ser un día aciadgo, pero no por lo que podría suponer. Pensándolo bien, se relativizan las calamidades. Y lo que parecía que iba a ser algo terrible se convierte en una chiquillada cuando vas y comparas. Hay una fortuna y cuesta verla. Así de tontos somos.



SABADO

Hoy toros. Miniferia, la he oído llamar de las Fiestas de la Virgen de la Merced. Buneo, Virgen no dicen, porque da mal rollo a los modernos. Ay, cuánto cobardica junto. Bueno, pues eso, toros fenomenales, siempre mejorable, eso es cierto, pero la verdad es que totos y toreros brillaron a gran altura. Y el público respondió. Y tres o cuatro jurarían en arameo. Pues peor para ellos. Bueno, ya haré una cróniquilla.


DOMINGO

Y hoy más toros. El nombre es José Tomás. Habrá cronicón. Si Dios quiere y el tiempo no lo impide. Y el resultado de la encuesta. Mañana, mañana.

sábado, 22 de septiembre de 2007

Fantasmadas

En lo de Carcajada del otro día se hablaba de fantasmas, pero de los que no llevan cadenas. Bueno, o si, que sobre los complementos punquis habría mucho que contar. Punqui de postal, punq de escaparate, moda punq en Galerías, muy punq, muy punq. Anda que no ha llovido desde entonces, que aún existían las Galerías Preciados.


Bueno, a mi me gustaba El Hombre enmascarado, el fantasma que camina. Igual un día cuento una historia sobre uno de sus tebeos, ya veré. El fantasma que camina. Pues el del fondo de la pista, cubata en mano, a la búsqueda de cervatillas incautas, a ver si no. O si si.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Amarillo

Andaba dándole vueltas a que interpretar hoy al piano cuando me he acordado de lo que ha puesto el J (punto) en lo de hoy. Bueno, en lo de hoy, que en su caso es en una de las ocho cosas de hoy, que yo no se si es pintor o bon vivant, sin duda un artista. Y los demás aquí, diciendo que te lo montas bien, majo.

Bueno, cuestión: que ha puesto una estampa de Vermeer y me he quedado alucinado. Yo no se por qué, pero me atrevo a afirmar -total, como mucho me tirotearán el piano- que por estos lares nos fascina especialmente lo de Vermeer por la poca costumbre que tenemos. Al parecer, cuando hace ya un par de años o así trajeron al Prado casi toda la poca obra del holandés, se trató de la primera ocasión en la que su obra pisaba España. Y claro, en otras cosas pues aún, pero en lo de las artes, no hay quien nos tosa. Y lo nuevo, en cierto modo es Vermeer. O sea, que en lo de Tintoretto -insisto, era él- a todos se nos caía la baba porque era lo que tocaba, pero era más como de casa. O en lo de Tiziano. O en aquella de Velázquez que a mi me parece que me cambió la manera de ver las artes. Pero claro, lo de Vermeer, para el aficionado de aquí, pues era extraño, ajeno, lejano y hermoso, porque es de casa. De una casa que no es nuestra casa pero que podía ser nuestra casa si no fuera porque queda lejos. Y eso lo hace fascinante. Embriagados en lo cotidiano, barroco en lo sencillo, un encanto que ahí está y que descubrimos por primera vez. Un saloncito, una que borda, el otro que le toca el laúd a la chati, la chati que lee la carta, la pañoleta aquella tan blanca, el amarillo, el amarillo, con lo difícil que es el amarillo y nosotros allí, como entrometidos mirando por lo que los teatreros llaman la cuarta pared.

Me acuerdo que estaba a tope de gente. De aficionados, júligans y ocasionales, de abuelas y nietos, de pintamonas ligando con bobaliconas, de familias, de poetrastros y pianistas, un poco de todo. Pero todos con la boca abierta, alucinando. Como el de la fragua de Vulcano, no se si sabéis, que a mi siempre me ha parecido uno de los mejores retratos que he visto nunca, el de la boca abierta, ya digo. Otro día pego la estampa, me lo recordáis.




Pues con lo del amarillo me he acordado de un primo de Vermeer, Mondrian, al que le tengo mucha afición. Y de él, robaría con sumo placer este cuadro. Y me quedaría viéndolo horas y horas. Como hipnotizado por otro colega suyo, Vincent.


Bueno, pues dándole media vuelta a esto, me he acordado del pollo que le monté a uno en el Louvre, ese museíto de los gabachos, cuando me dice se fermé le galerí. Oye, qué dice éste, le pregunto a mi hermana. Pes que está cerrada. ¿Cómo que cerrada? Que si. A ver, tú, me voy para él, ¿qué dices tío? Y el tío explica que nesepaposible, porque falta pesonal, las vacaciones, las gripes, lo de siempre, que están en cuadro. Yo, que en francés sólo se insultar y mal, le pregunto si ese es el museo más importante de la Frans, que si pretende ser una de las mejores pinacotecas del mundo y que de qué van, jolín. Yenecomprenpás.
¿Tunocomprenpás? Pues yo menos, majo, que sois unos cutres, que me quedo sin ver lo de Vermeer, porque sois tan idiotas de dejar abiertos fransuases de cuarta regional y os habéis pulido a todos los holandeses de un plumazo. Con un par. Vuset an crayón, que insulto no es, pero que si se lo dices con la vena hinchada a un francés, al tío lo dejas a cuadros y tú te quedas la mar de tranquilo. Al menos tendréis a la vista a ls españoles, digo yo, ¿no? Güí, güí, mesié, y nos dice dónde tienen un Murillo y así o Velázqez, ya sabéis una cabeza de mujer, preparatorio de algo importante. Eso si, japos tostando a la Gioconda con los flashes, para contar y no parar, y que no se si sería cosa del calentón, pero bueno, tampoco me volvió loco. Bueno, en realidad, nunca me gustó, así que me quedé un poco igual.

Vale, o sea, pues nada, agradecerle al J (punto) que, sin quererlo, me ha sugerido este rollo que os he enchufado, hoy, que tampoco sabía por dónde tirar, pero que bueno, ha quedado arreglado, ¿no?

jueves, 20 de septiembre de 2007

Que trabajen ellos

Los dibujantes, digo, porque los políticos...
No se, para regalos, sigo confiando en Sus Majestades.
Los Reyes Magos, claro.


miércoles, 19 de septiembre de 2007

Tu cara me suena

Querida sorella, como dicen por aquí:

Oye, como se que a ti te gustaba -lo mismo que a mi- lo de Falcon Crest, se que entenderás el alcance de este documento gráfico que obtuve, con gran riesgo para mi integridad, en el Museo Arqueológico de Nápoles. Digo bien, porque aquello estaba marrano, marrano, sin barrer y con telarañas por todas partes. Unos guarros, si ya lo digo yo.

Bueno, al caso. Que estaba por allí mirando y de pronto un busto que me atraviesa con la mirada. El mismísimo Chase Gioberti.



Yo es que un poco más y me da un ataque. No por él, que era un calzonazos de tomo y lomo, sino por si estaba por allí cerca Doña Ángela Channing, que era, con su pelucón y tal, un torbellino de malvada, cáustica y divertida. Pero no, como mucho, un tío vago tomando café y haciendo sudocus, disfrazado de vigilante. Porque no puede ser que a esos mantas les pague un Ministerio.

Pues eso, para que lo veas. Venga, hasta pronto

NDAP

martes, 18 de septiembre de 2007

El primer libro

Una mañana no fui al cole. Tenía que ir al médico, o a hacerme una radiografía o algo así, no me acuerdo. Al salir del médico, radiólogo o quien fuese, pasamos junto a una librería muy moderna que queda al ladito. Le digo a mi padre que si paramos un momentito que quiero mirar un libro. Vale, vamos.
Y entramos. Y vamos cada uno a nuestro aire mirando nuestras cosas.
Busco un libro de un francés que he oído en la radio. Hay un programa que se llama La Coctelera, en la desconexión local de Antena 3. Es una hora al día de cosas distintas. Ponen discos modernos, hablan de libros, a veces hay entrevistas. Son cosas no muy habituales en el dial. Creo.
Llevan un tiempo leyendo a trozos cuentos de un escritor francés un poco raro que se murió joven y que tocaba la trompeta. Y que fue actor e ingeniero, y crítico de jazz y trasnochador impenitente. Y se murió hacía treinta y tantos años. Así que novedad, novedad, pues tampoco era.


Lo novedoso es que aquí no se le había traducido y se le conocía sólo de referencia. Ahora, la Editorial Bruguera había editado su libro de cuentos más conocido, El lobo-hombre, que era el que estaba leyendo en ese programa. La Coctelera. Ese libro era el que buscaba. En una mesa, porque en esa librería moderna ponían los libros en una mesa en lugar de en las estanterías de las paredes. Deberían llamarle mesería librada o algo parecido. Pero eso es lo mismo.



Esas motitas blancas que se ven en el lado derecho y los cuadricos de las esquinas del lado izquierdo son los reflejos y marcas del forro al escanear. Hay que forrar los libros, jolines, que luego se os ponen así guarrones y con la tapas curvadas que parecéis Erasmus leyendo novelones cutres Penguin de bolsillo.Okupas, que sois unos okupas.


Total, que localicé aquel libro de Bruguera, en una de las colecciones más celebradas, de extraordinarios títulos y un diseño de portada que me fascinó desde el primer día y que aún hoy me sigue gustando muchísimo. En esa misma, editaron El arrancacorazones y La hierba roja, que conseguí hace un par de veranos en una feria de viejo, y también algunos títulos de Heinrich Böll y el Curso de Literatura de Nabokov que me fotocopié no hace tanto. La cobardía de la reedición.

Compramos aquel libro y esa misma tarde, después de forrarlo, comencé a leer las aventuras y desventuras de Denis, el lobo bueno del bosque de Fausses Reposes, cerca de la carretera de Ville d’Avray, cuyas desdichas comienzan en cuanto le muerde el pérfido Mago del Siam. Esa curiosidad juvenil, ese mordisco me enfermó y me convertí en incansable seguidor de Boris Vian. Al puro placer de la lectura se une el de la pasión detectivesca, porque ir localizando sus libros es cosa de contraespionaje. Lo último que logré fue una obra de teatro fotocopiada y una edición argentina, comprada a unos amabilísimos libreros bonaerenses, de su primera novela.

Recomendarle es un poco arriesgado, porque a veces es raro, otras veces bastante animal y generalmente muy desconcertante, pero a mi me sigue encantando. Ya me deleito pensando lo que voy a disfrutar cuando relea otra vez más La hierba roja. Quien se atreva, ya sabe.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Tocando madera

Sobre los gafes (lagarto, lagarto) hay mucha literatura. El gran Jaime Capmany era toda una autoridad en el asunto, gracias a la asesoría del profesor italiano aquél tan vacilón que le asesoraba en sus veranos cerca del lago Como o por ahí.
Da mal rollo escribir sobre esto, pero lo hago con los dedos cruzados, a la pata coja, con un ojo cerrado y con una pata de conejo en el llavero. Y tocando madera, claro.
La cuestión es que el manzanillo ha hecho acto de presencia en lodel baloncesto, Y la ha liado. El manzanillo es el gafe perverso, que hunde todo lo que toca y que siempre sale a flote. O sea un gafe malauva. Vamos, el que te da una palmadita en la espalga y se te agarra un lumbago que pa qué. Que te dice que vas a ganar las elecciones o que la Frans vote Güí, y te vapulean en las urnas y la Frans le da morcille. Y el pobre Kerry. Con lo majo que parecía. Espabilado no se, pero majo, un rato.


Aunque parezca que el manzanillo levite, tenga dos zapatillas del pie derecho y que no deje huella tras de si, fijaos que por donde pasó ya no crece la hierba.

Pues va el manzanillo al baloncesto. Y encima, para garantizar su malaje va y se deja entrevistar por el cenutrio delegado por la cadena del amigo que le hace la puñeta al ex-amigo, que en paz descanse. Venga, toma pantallazo. Y oye, mano de santo pero al revés. Los malos que nos emparan y que nos colocan los balones por corbatín. Íbamos ganando de diez y ahora, con apuros, les empatamos o les sacamos dos puntillos.

Claro, de un tío que levita cuando hace futin, qué podemos esperar. Lo mejor evitar al que levita. Y no soltar la madera.


Y a ver quién es el guapo que me lleva la contaria. Porque acaban de perder.

domingo, 16 de septiembre de 2007

La semana de los dos domingos

Domingo
Duda metodológica: aunque esto termine pareciendo una semana británica, debería comentar algo del domingo de publicación en la semana siguiente, ¿no? Se admiten sugerencias.

Lunes
Encuentro unos papeles que me servirán para el guep. He de escanear y tal. Seguiremos informando.

Martes
Ay, la conexión se está crujiendo definitivamente. Por fin cambio la antena de piratear, pero parece que no es tan mágica como se prometía. Bueno, aquí la gente está de mediofiesta. A ver si comienza el cole y se pone las pilas.

Miércoles
el
FutBlog cuelga en lo de la semana que él también me dio un premio de esos. Que si, que si, que ya lo reseñé en lo del primer resumen semanal.
Aparece, en aquello de las calles de Madrid que tanto se movían después de los aistís,
Alicia. Fernando y yo lo podemos explicar todo. Bueno, si nos acordamos, claro.

Jueves

En la guep vecina
El final de la cuenta atrás, es inminente (creo) la llegada de un nuevo capítulo. Hay que estar atento.
Led Zeppelin, lo que queda dicen que se reunen para un concierto. En su día dijeron que, tras la muerte de Bonham, no volverían a usar ese nombre. Ojalá vuelvan, pero no como Led Zeppelin.




Viernes

Hoy se cumple el plazo de Altea. Ya hay ganas de leerla. A ver si ha ido todo bien.



Sábado

Bueno, la conspiración tecnológica da un paso más. He cambiado de sitio el puente de mando de la piratada y la nueva antena del güifi va como un cañón. Bueno, cañón tampoco, pero tira. El que no tira es el teclado, que hace tiempo pierde la conexión y ahora ha decidido que no la encuentra ni por casualidad. Total, que por dos duros compro uno de la Señorita Pepis que va la mar de bien, no hace ruidito y no tiene botonicos raros que nunca usaré. Lo sencillo es bonito y a veces funciona.



Domingo

Acabo de ver que Altea ha vuelto. ¡Bien!Lo de El final de la cuenta atrás parece que está a punto de caramelo y sólo pendiente de cosillas técnicas.

También me doy cuenta de que en este Informe Semanal he escrito sobre el domingo anterior y sobre este, con lo que me sobran días. Bueno, pues vale. Lo terible sería que hubiese dos lunes, ¿no?

sábado, 15 de septiembre de 2007

Hola Ricardo

Ya sabes, la tradición de las postales literarias, pero es que estos, desde Dante, pues poco. Pensaba en el Gatopardo, con el tuerto y Claudia Cardinale, claro, pero eso para cuando sea desde Sicilia, que sería lo propio.

Mira, oye, pues te mando a este barbas que, cuando lo vi, me quede de pasta de boniato, que hasta le saludé después de echarle la estampilla y que la vigiulanta que hacía sudocus mientras disimulaba que eran los papeles de la tesis doctoral me miró como diciendo "están locos estos romanos..."


También le hice una foto a un 127, pero se parecía menos, de verdad.

Bueno, inasequible al desaliento te saluda

NDAP

viernes, 14 de septiembre de 2007

A ver hoy

Que no son horas, porque estoy un poco cansado bricolejeando (toma ya palabro) y tal, que la jornada se me multiplica por esporas. Y es que esto es un sinvivir, ya lo digo yo, que sufro más que la Tita Thyssen pero sin cuadros. La Tita Thyssen, mi heroina, ni Juana de Arco ni morcillas, que Toulouse Lautrec y los paisajistas americanos tiene mucha miga. Pero no estábamos en eso.

A ver, lo de hoy. Pues no se. Estaba mirando antes, en la fatigosa jornada laboral -gente, un repiro- a ver si me inspiraba y no., Que si Led Zeppelin, que si las fuerzas vivas de la democracia diciéndole a la peña que mire en los bajos del buga, que si vascos y vascas, que si Solbes le arreglan los piños. Pues evidentemente no, la cosa no tiene jugo bastante. O si, pero oye, estoy cansado.


Se me ha escachuflado el faro de la bici. ¿Y? Bueno, vale, a mi también me da igual, pero con la tontada, línea y media. El Musta- que es el moro que arregla bicis- me ha hecho un apaño, pero el faro no chuta. Seguimos, ¿y?. Bueno joer, que en cuanto los guardias empiecen a echarnos multas, como me pillen sin luz, me funden. Como la luz. Qué tíos, para hacer duros estos catalanes se las ingenian que no veas. No veas sin luz. Esto igual no lo entendéis, pero es humor diferencial .Te lo cuenta Eugenio (que en Gloria esté) y es que te partes, pero de verdad. El hecho diferencial es lo que tien, que es que a los de allende el Ebro se os lo tiene que explicar todo. Bueno.

Y ahora la estampa. Porque ya me dirás con qué ilustro yo ahora esto. Y con la conexión chunga, que parece Riquimartin, un pasito palante María, un pasito patrás. ¿Una foto de Riquimartin? Mejor me lo trabajo un poquito, ¿no?.







Por "poquito" me sale esto, y como me gusta pues lo pego. Y al que no le guste, pues que se vaya al blog de Pepiño Blanco, que también ha de tener su aquél. Que se llamama PepePasta, que parece una cadena de pizzerias del de Viajes Halcón. PepePasta la foto no Pepiño, ay qué lío todo.


Bueno, oye, que aún me queda un poco de Alhambra 1925 -la birra- y que me voy a oir a Sting con las Songs aquellas del Labrinth, con el laúd y tiodo aquello, que reconfortan el alma y engrandecen el espíritu. Que vale, que lo paséis bien y que hasta mañana, son sólo veinticuatro horas.
A esperar tocan.

PD: Y la bici sin luz, como me multen paso el cepillo, avisados estáis, majos.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Los diccionarios

Me gustan los diccionarios. Son misteriosos, son bonitos. Tienen nombres raros, porque son medio extranjeros como Larousse o Harraps. Algunos me traen la memoria antigua, de las ciudades ruinosas y de las togas blancas, como Vox. Hay gente que ha leído enciclopedias, que es difícil de comprender, pero se intenta. Porque Manchuria tiene gracia, y Gene Tierney recrea, pero aguachento suena mal, curiara confunde, ortogonio lo ves de lado y zaragutear aburre bastante. Hay alguno que, por falta de materia, de presupuesto o de no se yo qué, se ha leído el diccionario. Que empieza por la A y hasta que el cuerpo aguante.






Éstos son algunos de los míos, mis favoritos. Llevamos la tira de tiempo juntos. Todos tiene su historia. Me caen bien.


A mi me gustan los etimológicos, que es como el culebrón de las palabras. Una que llega de Grecia, pero que por el camino conoce a unos romanos y le da un giro a su vida y cambia completamente de sentido. O aquella otra que se embarcó en una aventura americana y que a fuerza de comer papayas y beber zumos de maracuyá o del sol que le dio en el acento, trastocó la sustancia y descubrió un nuevo sentido a sus letritas. Yo vengo de Londres, pues yo de Berlín. Oye, pues a ver si nos combinamos y hacemos algo por aquí. Pues vale. Pues venga.


Las palabras son bonitas. Y sus casitas, así, tan ordenadas, un placer para sus admiradores.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

El curso

Comienza el curso. Papás infartados, nenes de los nervios, profes en busca de la baja perdida. El desastre de todos los septiembres. Qué os voy yo a contar a vosotros, queridos, que, con perdón sois perros viejos en una o varias de esas lides. Pues ahí van, legiones de muchachuelos de todos los tamaños, pelajes y condiciones camino de la escuela donde otra legión algo menos numerosa de tembloros profes y señus van a tener que bregar como auténticos gladiadores con las pequeñas fieras. Pequeñas y no tan pequeñas, porque desde que la tropa desayuna cafés con leche y cereales, las Vanes y los Yonatanes son más largos que un día sin pan.
Cuestión: que estaba yo dándole a la masa de la piza mientras escuchaba la radio y se han puesto a hablar de un curso. Pues fíjate tú. ¿Y de que es el curso? De guarrans. ¿Comor?

Pues si, de eso. No, no, que no cunda el pánico, no es menester que aparten a los niños ni al personal un tanto flojo, pese a lo mal que suena la cosa. Porque no me dirán que no,que lo dices un poco fuerte y con el inglés de Leganés, Alpedrete o Castellfollit de la Roca que gastamos por aquí y la peña te mira raro. ¿Y eso te lo pagan en el trabajo? Joer, si es que luego es bueno para ellos. Pues ya me explicarás. O según cómo, no.




Para rematar la cosa, busco una estampica para ilustrar y me sale el coche del Chérif Lobo,aquel. Mal rollo, joer, que yo soy pirata, siempre en el filo de la ley. Si es que no gano para sustos.


Bueno, pues en esas estoy, que si curso de guarrans, que si oportunidades para el inversor que si subidas de capiates o yo qué se qué, que terminé con la cabeza medio loca y pensando que jolines, si le ponen otro nobre, no se, criaduros, igual no sonaría tan raro. Aunque por "criaduros" igual a uno en el guguel le salía una granja para Yanclós Bandams llenita de anabolizantes y todo.

martes, 11 de septiembre de 2007

El desastre... de la conexión

Por favor, qué trabajo, para darle a dos botonicos y poca cosa más.


Me siento tuerto, cojo y un poco manco. Eso sí, pirata fetén y de los de alcurnia, oye, que si te pones, pues te pones de verdad. Surcando los océanos procelosos, el viento tensando las telas, arcabuces y artillerías varias, y daga al cinto. Que por dura que sea la singladura, llegaremos a buen puerto al precio que sea.

Por estribor resoplaaaaa...

lunes, 10 de septiembre de 2007

Un helado

Esto sería hacia mayo, más o menos. Pasaban muchas cosas en mayo ahora que lo pienso. Bueno, pongamos que mayo, principio de junio. A mi, la llegada del verano tampoco me decía nada especial. Bueno, verano. Digamos el tiempo un poco más suave. Algo menos de lluvia, más rato de sol, una temperatura algo más elevada y las primeras sudadas por el camino de la Fuente del Hierro a pleno sol. Lo propio sería llamarle primavera a ese tiempo, pero últimamente la primavera va un poco de capa caída, será por el calor, será porque la gente, a la que hay un cuartillo más de luz, se arrea lo del top de tiritas y el calzón corto que así van luego las gripes en abril.




Éste es un helado napolitano. ¿A que tiene cara de majete?

Amanecía, ya digo, dos mañanas seguidas con un cierto solecito en mayo y ya era querer ir por la vida en mangas de camisa y gafas de sol. Yo usaba una cosa de aquélla extraña que se enganchaban a las gafas y que las convertía en dobles cristales que polarizaban el sol. Una especie de anteojeras, más o menos. Más cómodo y barato que andar con dos pares de gafas, perdiéndolas o sentándote sobre ellas por despiste. También recuerdo una camisa muy fina, de manga larga y estampada de flores y hojas en tonos marrón suave y beige sobre fondo blanco roto, un poco hueso, más o menos. Me gustaba tanto esa camisa. Sigo a la espera, esto de las modoas son olas que vienen y van, que vuelva lo de la cosa floreada para los caballeros. Entonces me pondré morado.


Pero sigo. Dos mañanas con luz, camisa estampada con flores y hojas suaves, justo lo imprescindible para dar un paseo. Una fotocopia, un tebeo, unos sellos, cualquier motivo era suficiente para encaminarme hacia Iñigo Arista donde había una heladería, que en invierno también vendía pan, o chucherías o refrescos o qué se yo. En cuanto asomaba la luz, un poquito antes de lo de las dos mañanas que cuento, ellos ya sacaban la nevera con los mantecados y los conos de barquillo. Allí, con sus palas, sus colores, las cucharitas esas de plástico transparente tan antipáticas que se rompen si las miras un poco fuerte.
Los helados, pues como el verano, ni fu ni fa. Que si, que me gustan, pero sin aspavientos. Según como, prefiero una horchata. Casi siempre, una fruta fresquita. Y puestos a dulces, pues natillas, flanes, leches fritas o las incomparables torrijas. Y los helados, pues poco, más bien poco. Si son dos al año, lo demás es exceso.
Pero esa tarde de paseo, camisa floreada en tonos tostados, solecito agradable, mi tebeo bajo el brazo, o las copias, o la revista de cine o lo que fuese, me gusta inaugurarlo con un cucurucho de moras. El sabor de las moras me pirraba. Me sigue gustando un montón. Y su color. Y que siendo el helado dulzón por antonomasia y poco dado a aliviar la sed, a mi el sabor de las moras me da la sensación de ser más refrescante que otros. Probablemente no tengo ninguna razón, lo se, pero contra ese tipo de impresiones, poco puede el raciocinio.

Cuestión: que hasta allí me llegaba yo, pedía un cucurucho normal, ni pequeño ni de doce bolas, de moras ¿sólo moras? Eso es, moras solamente, y me volvía paseando sin prisa por los jardincillos de las vueltas de las casas de Iturrama, esquivando a los chavales, a las mamás que perseguían a los chavales, saludando a los compañeros vecinos de por allí, y así mientras iba saboreado el helado, con esa cierta prisa que le echamos para evitar pringarnos hasta el tuétano.

Luego me volvía a casa relamiéndome como los gatos y a la espera de que el siguiente helado, al año siguiente, mantuviese el nivel.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Cuenta atrás y músicas cuarentonas.

Domingo

Pues estuvo bien el Informe Semanal, así que esta semana repetiré. Creo.


Lunes

Por fin estalla el proyecto de la cuenta atrás. Lié a tres amigos para ponerlo en marcha. Son amigos, me perdonarán. O no, pero nos divertiremos.


Martes

Cuento. Me salen doce leídos, de los que dos releídos, uno tres o más veces. Me quedan cuatro por leer. Sobre los ochenta, tampco está tan mal. Umbral, Paco, sigo oyendo.

Miércoles

Aprendo la palabra "boquerel", que vendría a ser los grifos de los surtidores de la gasolina. Tambíen pongo orden en las fotos. Están todas, menos el carrete que se quedó puesto en la máquina. Estoy contento.


Jueves.

Bueno, me cae un premio de esos de reconocimientos entre blogueros de Néstor, un abogado sensato, rara avis, sin duda alguna.- No, en realidad son dos, porque Rocío Pampaluna también me regala otro. Estáis como regaderas, majos, pero se agradece el detalle. No os los perdáis y no lo digo por la insensatez del premio, sino por todo lo demás. Ya tengo The piper ath the gates of down.


Viernes.

Terrible, qué sueño. La parte buena es que ya estoy de vacaciones. Un día, no es mucho, pero es estratégico. Marta, muy rápida, cuelga en lo suyo la Cavalleria Rusticana cantada por Pavarotti.


Sábado

La conexión está fatal. Los fines de semana se cruje. Oigo The Piper. Es como el de siempre y por eso me sigue gustando. Ya casi están las fotos.

sábado, 8 de septiembre de 2007

Septiembre ya está aquí

Bueno, como la conexión me está fallando (tendré que ponerme en contacto con Corsariofónica a ver qué pasa), una cosita rápida y muy ad hoc con las fechas que se nos viene encima.
O dejo con nuesto admirado Mingote.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Una postal para Pablo

Hola Pablo

Pompeya no compensa.
Está hecha una ruina.

NDAP

jueves, 6 de septiembre de 2007

Lo prometido es deuda (II)

A ver. Para que nadie me eche la bronca, recuerdo ahora el clamor popular porque os dijese quién había sido la cantante que me dijo Jesús Ordovás cuando le pregunté aquello con tan pocos datos.

Pues bien, Jesús me dio dos nombres. Me dijo o ésta o la otra. La una ,Vanexxa y la otra, Sara da Pin up. Um, vale, pues a buscar.



Éstas son las perlas. Así en orden de lectura serían una tal Hanna, que es una chori que cantaba algo en Yo soy la Juani (pedazo currículum), luego Sara, de rubia macarra, y después Vanexxa, con su rollo teatrero. Uh, uh, qué chungas sois. En cuanto supere el ataque de risa después del rapero negromalo de South Central me daréis un poco de susto, majas. Ay, cuánta mili le falta al personal para que deje de hacer el imbécil y se dedique a cosas serias.


Al final, y tras haberlas escuchado a las dos, me parece que la que oí fue Sara. Los dos discos se dejan oír, aunque la verdad, seguidos se hacen un poquito largos. Parecido a lo que le pasa a La Mala Rodríguez, que tiene uno soberbio y los otros pues no tanto, vaya. Pero si, un tostón lo de "qué malas somos te vamos a asustar". Me asustasi, que me de una taquicardia con tanto topicazo. Pero a quién se le ocurre escuchar las letras. De todos modos, de la Sara hay un par que me gustan mucho, mucho. Somos blandos.
Si os apetece buscar, encontraréis, Y además tienen sitio en el myspace ese que, la verdad, muy bien no se cómo va. Que no se si son propias esas páginas o si son ardides publicitaros, pero se se suelen poder oír cancioncillas o fragmentos o así.

Vosotros mismos, si os gusta bien, si no, pues a por otros. Se me ocurría que igual podía pegaros una canción y así le dábamos morcilla a la esgae y a Borau, que se ha puesto de sátrapa mayor en lugar del Teddi, que, cobardón, se nos ha licuado. Pero ya sabéis que soy un clásico, y que para las moderneces musicotécnicas, nadie mejor que Belen y sus esplendideces burbujiles. Por ciertó, seguimos a la espera de Led Zeppelin.

Bueno, por lo que a mi me toca, deber cumplido.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Cuarenta años después

Principiaba mis pasiones pinkfloydianas, y como todo el mundo, escaso de dineritos y de tecnología para el pirateo, debía de cuidar mucho en cómo invertir mi escaso presupuesto. Recuerdo que lo primero que compré de ellos fue su álbum recién editado. Álbum no, casete. Fue The Final Cut, un disco muy controvertido. Es el punto y final de Waters en el grupo, ha sido denostado por los ortodoxos pero recuperado por unos cuantos, que lo consideramos una brillantísima continuación a The Wall. Peor en aquel momento yo no lo sabía. Sólo tenía algunas canciones grabadas de la radio y el recuerdo de haber oído el Wish you were here prestado. Y devuelto, claro. De hecho, una vez soñé que estaba en el Sepu y que a los pies de unos maniquíes desportillados había cintas y cintas del The Wall. Yo preguntaba a alguien si se podían coger. "Claro, chaval". Buscaba y elcontraba la uno y la dos. Y las oía en sueños. Qué suerte. Espero que al despertar las cintas sigan aquí. Pero no. Los pobres sueñan longanizas.
Después de esa primera cinta, The Final Cut, que escuchaba y escuchaba, pese a que a casi nadie le gustaba, compré, claro, el Wish you were here, que me había fascinado y que me siguió fascinando. Me parece que tiempo después cato The Dark side of the Moon, que, la verdad, me decepcionó. Estaba demasiado hecho a WYWH, supongo, y DSOTM me cansó. Además, creía reconocer la zarpa de Alan Parsons sobre todo en la cansina y ñoña Us an them. Por aquel entonces, Parsons ya me empezaba a provocar urticaria.




Resultó que cuando cursaba primero de BUP trabé amistad con un pinkfloydiano. De hecho nos agrupamos unos pocos bastante locos por la música, tendencias sinfónicas, protopunquis y así, un poco de todo. Iba a referirme a Oriol, el otro pinkfloydiano. Resultó que un día hablando, me cuenta que su tía tiene todos los discos de los Floyd en vinilo. Dicho y hecho. Le paso la lista de los que me faltan y me froto la smanos al pensar que un día de esos, me los conseguirá. Y así fue. Unos días antes de Semana Santa me pasa la bolsa d elas maravillas. Obscured by cloud, Meddle, y otrs más. Allí etaba The Piper at the Gates of Down. Sin duda es el disco emblema d ela banda, por encima de todos los demás. Porque es el único que interpretó Syd Barret, el alma del grupo mientras estuvo, y una especie de fantasma desde que lo dejó.
En casa teníamos un tocadiscos Belter de esos tipo maleta. Maleta de plomo, todo hay que decirlo. De la tapa de desmontaban los dos altavoces, porque era estéreo y se podía transportan cogido del asa. Si uno había merendado bien, porque pesaba un rato. Un equipo de música aún era un sueño, así que ahora tenía los discos, pero me era imposible grabarlos. De hecho, me daba cosa ponerlos en el tocata por si se estropeaban y la tía de mi amigo se agarraba un mosqueo completamente justificado. Mi amigo Oriol se iba de vacaciones y le era imposible grabármelo así que me iba a resignar a quedarme con las ganas. Recuerdo que hice pruebas para grabar directamente, por el aire, con una grabadora de pilas junto al bafle y debajo de una cama, para atenuar ruidos. Del resultado no queda ni rastro en la memoria, como se puede comprender.


Total, que un día, en el patio, donde las mesas de pinpón, o algo, no recuerdo, hablo con unos compañeros de clase sobre el asunto de los discos. Uno de ellos, también recién llegado, como Oriol, me dice que si quiero, él me los peude grabar. Nos conocemos algo, pero no puedo decir que fuésemos amigos en aquel momento. Luego nos relacionamos más. Alguien le puso de apodo Risitas, porque se reía, supongo. No se, la verdad. Risitas jugaba al baloncesto. Era bueno. En el equipo contrario estábamios unos un poco más maluchos, peor que nos lo tomábamos a pitorreo y els sacábamos de quicio, Y de los vervios, perdían. Risitas no reía, pero los demás si. Pero eso es otra historia. Otro día, ya veré. La cosa es que se ofreció a grabarme los discos y fue un detallazo, claro. Así que metí todos los discos en una bolsa, le puse cintas de casete de sobras por si acaso y le pasé el paquetón de discos.

Como vivía relativamente cerca de casa, un día quedamos y me los devolvió. Le di las gracias un montón de veces. A veces nos parece que suena a topicazo. No es cierto. Bueno, en mi caso cuando las doy. Creo que han devaluado el agradecimiento. Me da rabia, pero ese no es el tema.

Le devolví los disco a Oriol, agradeciéndoselo mucho y le pedí que le diese las gracias a su tía. Oriol y nos cambiamos tantos discos. Buenos amigos, buenos conciertos. Buen amigo, si.

Así que llegué a casa y empecé a saborearlos. Demasiado, todo aquello junto.

Poco a poco fui digiriendo los discos. Por fin me enfrenté al The piper at the gates of down, la obra maestra de la psicodelia, con algún que otro de Soft Machine y similares. En principio me fascinaron dos canciones, claro, Interestellar Overdrive y Astronomy domine, pero el resto me parecía excesivamente pop. Psicopop pero pop al fin y al cabo. Ya se sabe, a veces las primeras impresiones son un desastre.

Luego lo oí, lo oí y lo oí un montón de veces,claro. Al cabo de los años, en un intercambio de discos, mi amigo Joan y yo completamos nuestras respecticvas discografías. Entonces, me copio en CD el disco. Salto tecnológico.

No es un disco fácil, ni mucho menos. Es complejo y muy interesante. En cierta manera hay que dejarse llevar por él. Y verle los colorines.
Cuando grabaron ese disco, en Abbey Road, los Beatles estaban con el Sgt Peppers y hay una canción, nunca verificada, que dicen que tocaron los Floyd, en la que Lennon y McCartney hicieron los coros. No se, está en piratón y la verdad es que es irreconocible. Igual es todo mentira, pero tiene su gracia.

Otro tópico sobre The Piper es que es el único disco en el que aparecen los Floyds en la portada. Pues tampoco, porque en el Ummagumma también salen. Haciendo el tonto, pero qué más da. Con ese pedazo de disco (el directo) se podían permitir el lujo que les diese la gana.




Bueno, todo esto viene a cuento porque esta semana se reedita, cuarenta años después de su puesta a la venta, The piper at the gates of down. Supongo que cada disco tiene su historia. Esta es la mía. Y a mi me gusta.

martes, 4 de septiembre de 2007

Dos cosas

Una, que me ha dejado entre divertido y alucinado.
Resulta que B16 ha dicho en una homilía dedicada especialmente a los jóvenes que hay que cuidar la naturaleza, porque es nuestra responsabilidad mantener la Creación. Bueno, pues he oido en Onda Cero -creo, salto de emisora en emisora como el Flick de la Abeja Maya- que para tal evento y para demostrar su compromiso ecológico, el Papa Benedicto había cambiado su vestimenta blabnca habitual por la verde Y lo mismo los curas que le acompañaban. Pero eo no es lo mejro: al parecer un memo de agencia ha soltado esa tontada y lo están repicando la tira de medios de comunicadión, con redactores analfabestias que no saben por dónde les da el aire.
Jo, no me aburro de alucinar con lo que le oí decir a otro memo en el pasillo dentral del Prado: oye, ¿esta de las madalenas que ya ha salido tantas veces quién es? Los curas de al lado eran los que concelebraban, y el verde ecológico, lo que toca en tiempo ordinario, el tiempo litúrgico en el que estamos. Y el verde, pues si, entre otras cosas, significa esperanza. Y lo que ha dicho B16 es lo lógico, claro. A mi me da que si hace falta aprender cultura religiosa, más que nada para enterarse de lo en El Prado o para no preguntarle a un judío si en su país también es típica la boina esa rarita en versión raquítica. Cosas mías.




Lo otro. Una idea que rondaba el piano hace tiempo. Al fin nos embarcamos a ocho manos y emprezaremos muy pronto. Se trata de una historia escrita entre todos, que ni se sabe cómo comenzará, ni por dónde seguriá ni si terminará como debe de terminar. Total, que no se tiene ni idea, sólo ganas de darle a la tecla y de juguetear con las palabras. Arrancamos cuatro y esperamos que se nos una alguno más. Recién colgada está la güep, que espero visitéis y tal. Ateneremos las sugerencias y, si nos convencen, estaremos dispuestos a recomponer la trama como haga falta. Invitados quedáis a participar.

(http://www.elfinaldelacuentaatras.blogspot.com/)

lunes, 3 de septiembre de 2007

El outlet

Bueno. Es una moda, creo. Que es cosa de la moda, y que está de moda, quiero decir. Al parecer el personal le está llamando así a una tienda donde se vende la ropa de las temporadas anteriores o directamente a piezas con tara, defectuosas y así. Bueno.

Al parecer tienen mucho éxito, porque, claro, se venden a un precio bastante más bajo del anterior, o sea que vendría a ser una rebaja pero a lo bruto. Y claro, comienzan las preguntas. Para mi que a la gente las marcas le molan. Pero mucho. Lo malo es que son caras. O igual es por eso. Claro, decir fíjate los calcos que me he comprado que cuestan cuarenta lechugas, pues no. Porque está mal visto. Y aquí abrimos un espacio para la esquizofrenia.

Las marcas molan mucho, insisto, pero está mal visto ser víctima del "marquismo". Item más, como el dinero está mal visto -por mucho que nos guste- está de pena decir que te has gastado una tela en estas cosas. Conclusión: al outlet éste y de cabeza, que aunque a la conciencia le suene igual de mal, al menos sale más barato.

La verdad, y llegados a este punto -se me permitirá-, la peña que anda en estas disquisiciones está como para replantearse tres o cuatro cosas, pero en fin. Somos tan chachis que no veas.




Si los liquidaran, tampoco lo vería tan mal, creo.


Pero no era aquí dónde yo quería llegar ¿No? pues menudo paseíto, majo. Ya, lo de siempre, me pongo y me disperso, pero ahora centremos la jugada. Cada cuál que haga con sus cuartos lo que pueda, y si prefiere pagar por un sellito para parecer lo que no es -o lo que si es- pues que con su pan se lo coma. Lo que me tuesta es que le llamen Outlet. Jolín, ¿no se puede llamar Almacén de saldos?. O Almacén de tarados, aunque eso pueda llevar a confusión con... bueno, eso otro día.
Pero claro, cómo vas a llamarle así a un sitio tan moderno y tan lindísimo y tan todo. A ver cómo vendes los restos de serie llamándoles restos de serie. O tarado a lo tarado. Pues nada, nada, importamos una palabra inútil para designar una cosa que ya tiene palabra en castellano para ser designada. ¿Incoherente? ¿La economía lingüística a tomarse unos vinos? ¿Idiotez discursiva? ¿Moda modorra?

Ya veis con qué tonterías me entretenía hace unos días cuando ví el letrerín del outlet para anunciar una tienda de gafas. Todo normal. Sobre todo cuando uno de los más ilustres tontos de España sigue empeñado en llamar accidente a los asesinados, por ejemplo. O cuando tontos sin lustre insisten en trufarnos de tontadas en aborigen el discurso para parecer no se sabe muy bien qué. Estos si que están de outlet, con perdón.

domingo, 2 de septiembre de 2007

De Umbral, Benedicto XVI, los homenajes y los fantasmas

Lunes. Una buena noticia, Rosa Regás se marcha entre la ignominia. Su jefe dice que lleva tres años causando problemas. Si eso fuese lo peor. En fin, buena noticia para la inteligencia.

Martes. Mala noticia, muy mala. Umbral se nos ha muerto en vida. Ahora nos toca leerle. Por fin publican en castellano el Jesús de Nazaret de Ratzinger y B16. Les costó mucho la traducción, dicen los editores de aquí. ¿Más que al inglés? Que al francés? ¿Que al italiano? ¿tanta cara de idiota tenemos? Belén me hace partícipe de su dedicatoria pinkfloydiana. Gracias, maja.

Miércoles. Al fin dejo las fotos para revelar. Mi tienda de siempre ya no coge revelados químicos. Me voy a mi otra tienda de siempre que, inasequible al desaliento, resiste las acometidas digitales. Con las botas puestas. Por cierto, Altea dedica una entrada a mi güep y a la de María (sin chat). Altea, campeona.

Jueves. Me seguís haciendo la pelota, con lo que a mi me gusta... Estáis como regaderas, amigos. Marta me escoge para un premio de esos raros que has de escoger gente y pegar dibujitos o no se qué, Marta, criatura, si yo aún echo las fotos de carrete...

Viernes. ¿Pero qué habéis comido esta semana? Ahora es FutBlog el que me da el premio ese. Altea que no actualiza lo suyo y Belén que renueva su incipiente pasión pinkfloydiana. Luego cuando no me doréis la píldora tres días seguidos me rebotaré y se me desafinará el piano. Por favor, qué sueñazo tengo.

Sábado. Pues pensaba que no había nadie por aquí y, azuzando un poco, la cosa se ha animado. He tenido más suerte que el pobre Amatía, yo me he quedado con el castillo y él con los fantasmas. (¡Y gracias por la cita!)

Domingo. Pues a ver si voy repitiendo esta especie de resumencillo semanal oye, que también tiene su gracia. Venga, que ya estoy en lo de mañana. Qué presión, ¡ay!.

sábado, 1 de septiembre de 2007

¿Hay alguien ahí?

Esto de los sábados...

Entre la pereza y tal y que hay pocos comentaristas, no se, será como para ir haciendo turnos de fin de semana y que otro palo aguante la vela.

Bueno, para la inmensa minoría, si es que aún queda alguien por ahí, un castillo de Ortiz Echagüe. Porque me gusta.