miércoles, 7 de enero de 2009

Las rebajas

Estamos.
Vaya plan.

Hace la tira de años, pero la tira, justito después de la clepsidra más menos, una vez en unas rebajas a las que asistí como objeto paciente, porteador de bolsas y pco más -unos vaqueros y un suéter de cuello de caja que es una cosa muy curiosa pr quee s redonda y yo, cajas redondas sólo con
ozco las sombrereas, que son fantásticas sobre todo si uno es mujer fatal y va en un tren años cuarenta o es clienta del Hotel Adlon, mayormente espía. Ahora me pierdo.
Bueno, en unas rebajas de aquellas, recuerdo, consigo echarle mano a una cinta recopilatoria de Radio Futura por una cara y de Nacha Pop por la otra, creo. Joer, Nacha Pop, si es que tenía un hígado a
prueba de bomba. Enamorado de la ropa juvenil, que para las rebajas viene bien, pues bueno; La estatua del jardín botánico, pues vale, ya se sabe; Dance usted fascinante pero aún no leía Cairo, así que no era tan moderno para ello. La que me arrebató fue Divina. Pero qué canción más bonita. Bueno, bonita no se si es la palabra, pero ya nos entendemos ¿No? Vaya pues ponerme a contarlo ahora...

En estos casos, más que de "histórica" hablaría de memoria histriónica, que además sería mucho más correcto. Ese no era el casete, pero si lo encuentro, un día lo pego, vale.

Divina, luego lo supe, era una versón muy sui géneris de uan canción de TRex -insisto en lo del hígado- llena de referencias a personajes e influencias. Dicen que se refiere a Alaska y sale Bowie. Qué cosas, de los Auserón a Kaka de Luxe, pasando por Alaska, Raphael y Marc Bolan. Menuda tela, pero qué tropa.
Así que las csas fueron pco más o menos de esa forma. Luego Radio Futura me encantaron, cada vez más y más, hasta que un día lo dejaron y tal. Por mitad unos conciertos, bien. Las rebajas me siguen gustando y de odo eso me he acordado escuchando hoy un disco... Mejor o cuento otro día.
Que paséis buen día, no compréis a lo loco y quedáos los tiqueses por si luego en casa no os pegan las cositas que habéis comprado.

4 comentarios:

Myriam dijo...

Ja ja ja, yo me voy a las rebajas a ver si me compro medias suelas (medias suertas) y una gafa que ultimamente veo menos que un gato de escayola ;)

Yo no se como lo hago pero siempre pierdo los tickets para mi que tienen una habilidad pasmosa para esconderse.

La musica de los 80 me sigue encantando :)

Dulcinea dijo...

Real como la vida misma. Hace años, en un Talgo Madrid-Barcelona, iba una servidora sentada en su butaca viendo la peli. En esas que pasa un chico, macizorro él, con una chavalita bastante aparente en dirección al vagón bar. Pero al llegar a la plataforma, van y se agarran entre ellos como si el tren se fuera a volcar. Y bueno, el filete padre, ya me entendeis. Era Santiago Auserón. El mismito.

Este año no voy de rebajas; que vengan ellas ;)

Marta dijo...

Me quedo con el desvarío de la caja redonda sombrerera de la mujer fatal -espía, a mayor abundamiento- que viaja en un tren de los años cuarenta . Guantes largos, blanco y negro y mucho tabaco, claro: ahí nada de rebajas.

Marta

Nodisparenalpianista dijo...

Uf, vigila con las gafas del Simago, Myriam, que los quioscos de la Once están llenos de osados que compraron de baratillo.

¡Quién le vio y quién le volvió a ver, Dulci! ¿Le has reconocido con el pelucon a lo Colón? Qué tela!!!!

Jaja, marta, tçu si que sabes de pelis ntiguas. Y siempre aterizando en Tempelhof, entre la bruma y las volutas del cigarrillo. Ahí ni pizca de rebaja, por supuesto.