jueves, 15 de octubre de 2009

El frío en los calcetines

El atardecido traía, dejaba ese fresco, ese frío que, cuando venía acompañado de neblina, iluminaba el camino de vuelta, tanto césped, tanto césped, luce bonito pero qué frío. Esos fríos eran de amplio gabán, de bolsillos llenos de trozos de versos, agujeros y demás parafernalia del disfraz de artista, lamparón y librito breve.


En la otra orilla ha de hacer calorcito, pues anda que no se ha de estar bien allí. Pero quédate en lo que hay, que bastante tienes. Y ya llegará, como todo, a su tiempo. Bueno.

8 comentarios:

Dulcinea dijo...

Estoy muy espesa. No he entendido nada.

Marichunga, no le hagas la pelota.

María dijo...

juajuajua, no, le iba a decir que la mejor dedicatoria del póster o lo que sea esto es la que dice "que no me muera".... pobre iluso!!! juajuajua

Oye.... y qué incómodo es el frío cuando se cuela hasta los huesos...

Dulcinea dijo...

Eooo... ¿hay alguien?

María dijo...

creo que esyo está vacio... podemos montar una fiesta...

Nodisparenalpianista dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Dulcinea dijo...

Vale. María tú te subes al piano como en los viejos tiempos y yo monto una barra libre a costa del Pianista.

Voy a poner este cedé tan raro de Los Chunguitos.

!Que corra la Tanquerey!

Dulcinea dijo...

Ups. El comentario suprimido es mío y me lo he cargado yo solita por hacer el tonto.

Nodisparenalpianista dijo...

Habéis empezado la fiesta con demasiados lingotazos, Dulci, me temo.