martes, 22 de diciembre de 2009

Hace unos días


Se estrena estos días -cuano lo escribí, unos días hace ya, si- , me parece, una adaptación de la novela 1984 a cargo de la compañía de teatro que dirige Tim Robbins. Se estrena en España, quiero decir, que es lo pintoresco del asunto. Bueno, pintoresco hay la mar de cosas, así que, ya que estamos, sablearé un poco a propósito del asunto. Supongo que a estas alturas todo el mundo sabe quién es Tim Robbins, que es el argumento principal para que se hable tanto de esta representación. Se trata de un muchimillonario -tuve hace años, tantos que ni
me acuerdo, un profesor que llamaba muchimillonarios a los que estaban forrados de pasta por todas partes. Megamuchimultimillonarios son sus jefes, ya sabemos- actor estadounidense, muy bueno en lo suyo, solvente director y pancartero pijoprogre en versión transatlántica. Le pasa lo que a todos estos, que están con todo lo guay y contra todo lo chungo, pero si uno se pone a rascarles un poco, se les ve de qué pie cojean a la primera de cambio. O sea, de la misma ganadería de gente que progresa y se enriquece chupando rueda de un sistema -mola llamar "sistema" a la cosa social; véase "el sistema que nos oprime"- que ponene a caer de un burro a la que pueden. Que una cosa es corregir todo lo corregible en aras de la mejora del ser humano y otra meterle palos en la rueda a todo lo que se menea. Esto es como la oenegé Save the children, que ha montado un festejo con la Aido-odia de primera vedette. La seifdechildren que propone carta blanca para matar en cualquier momento del embarazo. Yo, si fuese el de la oenegé me moría de vergüenza y de asco. Pero no soy de la onegé, a Dios gracias.

Qué gran fotógrafo Centelles. Y qué mentirosos lso que suelen reseñar esta foto. Es del año 36 y los que se fríen a tiros son comunistas y Poums o Guardas de asalto, no me acuerdo bien. Facciones del Frente Popular que resolvieron su tripartiteces a tiro limpio frente al Ayuntamiento.

Tim Robbins pontifica sobre todo, porque esa es una ventaja del pijoprogre, poder decir de todo y vetar las voces ajenas. En la cartelería de su adaptación pone cosas tipo que no se qué porcentaje de gente (mucha) está de acuerdo en la videovigilancia en sus respectivos barrios. Y, claro, eso a Tim no le mola. Es lo que tiene vivir entre el apartamento en Manhattan, la dacha en Beberly Hills y los días de asueto en la Toscana o en Venecia, que la videovigilancia no mola. Otra cosa es que en tu esquina more un camello, te líen botellones de jueves a domingo o que un travestón de dos por dos te diga hola guapo ¿tienes un cigarro?. Esas cosas a Tim no creo que le asusten ni le molesten, son problemas de los reaccionarios, que somos unos quisquillosos. Y no llevamos tabaco.
Claro, la pijoprogresia fetén flipará con la contestación comprometida de este artista tan reivindicativo. Cualquier cosa antes de leerse el libro, no sea que se despierte la neurona. Se ha hablado siempre de utopía, de negra premonición a propósito del libro de George Orwell, eso si, inspirada en el comunismo rampantre de su época. Orwell sabía mucho de las artes de las familias comunistas, que no dudaron en eliminar al disidente con métodos muy expeditivos y que él mismo vió a su alrededor. Ahora, hay unos estudiosos que han analizado las referencias de 1984 a los acontecimientos que vivió Orwell en su estancia barcelonesa en la guerra, en los años más duros, cuando en Barcelona iban a tiro limpio por el centro histórico comunistas, los del POUM, socialistas cobardones y los anarquistas a su bola, matando burgueses y curas. Que luego ve las fotos esas de los bombardeos y d elos milicianos parapetados detrás de los caballos muertos cerca de la Plaza de San Jaime y dicen, joer, qué defensa frente al ejército franquista. Y no, de eso no hay ni una foto. Que la mayoría de bombardeos fueron desde Montjuic hacia el casco viejo para liquidar la resistencia del POUM y lo de las trincheras era el tiroteo entre las facciones republicanas -armas p'al pueblo- que resolvían así sus habituales divergencias políticas. Eso entre amigos. Luego el personal salió a la Diagonal a aplaudir a los carlistas de Montserrat que abrían la entrada de los nacionales.
Desde que leí hace ya un buen puñado de años 1984, he sido un defensor a ultranza de esa novela, que sigue siendo un texto de incomodísima vigencia. En la novela se cuenta, por ejemplo, que para evitar una tensión excesiva entre los no miembros del Partido, se les permitía pequeñas transgresiones, algunas críticas políticas, un cierto liberalismo en lo pornográfico y hasta la ingesta clandestina de alcoholes de pésima calidad. Somos la órdiga de la resistencia. Y así seguían tragando.

Pues nada, Tim, tú a lo tuyo, a actuar de modo extraordinario y a vendernos la burra que te interese, que nosotros pagaremos con esa sonrisa de complicidad que tienen los botarates.

10 comentarios:

Le poinçonneur dijo...

Eres un quisquilloso :P

Juanluís dijo...

Qué buen libro has escogido, Pianista. La verdad es que la tiranía que describe "1984" se podría aplicar a regímenes de todo signo político (yo, al menos, le veo similitudes a lo largo de la Historia a diestra y a siniestra).
Lo trabajé un poco hace un par de años para una asignatura de Derecho y no me resisto a dejar un par de citas:
“El verdadero poder, el poder por el que tenemos que luchar día y noche, no es poder sobre las cosas, sino sobre los hombres”. Ésta deja a las claras dónde hay que hacer daño: todo gira en torno al pensamiento único. La realidad está en la mente del Partido, existe una realidad colectiva, se niega la individual. El Ingsoc (ideología totalitaria) le hace la guerra a la Verdad. La neolengua y los medios de comunicación oficiales sometidos al patrón diseñado. A lo que va unido la no menos tenebrosa: "Quien controla el presente controla el futuro. Quien controla el pasado controla el presente."
Menos mal que el protagonista deja la puerta abierta a la esperanza: “Hay algo que nuca podréis dominar: el espíritu del hombre”.
Uff, qué actual es éste libro...

PS1. Perdón por el exceso.
PS2. Te dejé un recado en los Belenes, Pianista; te lo escribo por aquí por si no lo has leído: aunque sea un poco tarde, si hay algún hueco en el cuadrante, os echo una mano.

Myriam dijo...

Pinista no me he leido la entrada la verdad...

Falta de tiempo pero si Juanluis quiere escribir que escriba en el festival de belenes ¿no?

Dulcinea dijo...

1984 es un libro inquietante y a la vez cada día más actual.

Mi abuela paterna (EPD) contaba que en Barcelona hubo una guerra entre la CNT-FAI y el resto de sindicatos. Y otra guerra entre partidos de izquierdas. Y que al final Franco resolvió todo y cuando entró en Barcelona, todos dejaron de matarse. Sin defender a Franco, despreciaba profundamente la masacre que los republicos perpetraron en Barcelona.

Nada le daba más miedo a la pobre que los anarquistas. Iban armados y mataban a cualquiera.

Dulcinea dijo...

quería decir masacre de los republicanos

Nodisparenalpianista dijo...

Bueno, digamos que si, Lepion, debo de ser eso, si.

Bueno, eso de la esperanza, al final del libro se va por el desagüe, JuanLuís, pero si que es cierto que, al menos hay resistencia. La vigenciade ese texto es terriblemente real, aunque al parecer se refirió a las barbaridades que sufrió en sus carnes y de su entoro por el estalinismo que tan poco se recuerda (entre otros, la salvaje represión en barcelona duarnte la Guerra Civil, con desollamentos includos, pro citar sólo una burrada). Ingenieros de almas, esa era su vocación. Ningún exceso, faltaría más. Negociamos los Belenes.

Yo creo qu es un buen fichaje, Myriam, si.

Es que por mucho que lleven inventándose la Guerra Civil en Cataluña, los datos cantan y las fotos son reveladoras, como la trampa asquerosa que tienden a las de Centelles. Los que se mataron en Barcelona fueron anarquistas contra todos, leninistas contra POUM y todos contra cualquiera que tuviese aspecto de católico o que tuviese propiedades. Lueg las rencillas familiares habituales, pero eso pasaba en todas partes, verbigracia lo de Lorca, a quien la protección de los Rosales falangistas no sirvió de fnada frente a cuatro cafres con pistola. Pero claro, cuentas eso y es jorobas la memoria (de memos) histérica de los golfillos de ahora. El que controla el pasado, controla el presente, como citaba JuanLuís.

Yo creo que no hacía falta la rectificación, Dulci. Bueno, en todo caso la habitual puntualizacion: que había republicanos decentes, como ahora. Pocos, escondidos, tal vez acobardados, pero tíos decentes que defienden legítimamente un cambio en la jefatura del Estado. Creo yo.

Atiza dijo...

Republicanos decentes, republicanos decentes,republicanos decentes,republicanos decentes,republicanos decentes, republicanos decentes...A ver si va a ser eso.

Atiza dijo...

Uhmmm, ¿será que en lugar de escondidos, son...bajitos o bajitas, que diría Aido-odia?

Dulcinea dijo...

Eso, eso, Atiza. Yo también creo que el problema de la república es de altura, o sea, de su distancia al suelo ;)

Que no tiene nada que ver con el "o sea" de Miriam. Faltaría más. O sea.

Dulcinea dijo...

Eso, eso, Atiza. Yo también creo que el problema de la república es de altura, o sea, de su distancia al suelo ;)

Que no tiene nada que ver con el "o sea" de Miriam. Faltaría más. O sea.