sábado, 13 de febrero de 2010

Una pausa


Vamos a hacer una pausa no musical, que últimamente estamos con las orejas a tope.

Venga, va, un cierto recreo para la vista, dentro de un orden. Y por aclamación y demanda, a ver si recompongo las encuestas. Las encuestas sin tongo no son lo mismo, eso es cierto. Ahora digo yo que son la sal de la democracia y ya la tenemos liada, pero como se que sois gente sensata, seguro que habéis comprendido la retranca de la cosa. Yo una vez voté tapándome la nariz al echhal la papeleta, cosa que me dejó hacer el presidente de la mesa. Echar el voto digo. Cuando vio que me agarraba con la otra mano el picaporte, que me tapaba las narices, abrió los ojos como platos y se quedó paralizado. Muchas gracias y que termine de pasar un buen día, le dije mientras le tendía para darle la mano. El señor me dijo gracias a usted o algo así y me fui un poco encampanado, como si dijéramos. Es que hay días que la urna está de hachazo, pero como no somos vikingos, lo más, cachondearse un poco del tema antes de que te frían a collejas.

Bueno, en fin, que encuesta nueva y más músicas y cosas en próximos capítulos.

6 comentarios:

Dulcinea dijo...

Las encuestas sin pucherazo pierden el encanto, la verdad. Aquellos tiempos en los que llegué a votar dos veces al día... Ah, qué magníficos resultados...! Eso sí que era la voluntad popular de hacer cada cual lo que nos salía de la peineta.

Creo que las elecciones en política son la zanahoria que nos ponen en las narices para que creamos que por votar cada cuatro años ya vivimos en democracia.

Atiza dijo...

Ay, pianista; así también he votado yo. A partir de ahora, lo haré siempre. Si antes tenía poco pudor, ahora no me queda nada.

Nodisparenalpianista dijo...

Estos de las güeps, que se ponen estupendos y nos abuirren soberanamente, Dulci. Juajua, la voluntado popular en la peineta.

Siempre o casi, Atiza, que aún queda alguno medio bueno poir ahí.. hasta que le echen.

Natalia Pastor dijo...

Como decía Tom Wolfe "No veo utilidad alguna al voto. Pero que no me lo quiten ni a mí ni a nadie. Lo guardo o lo regalo. Es cosa mía. Y de unos cuantos más ".
Saludos.

Atiza dijo...

Medio bueno, quedaba uno (que ¡oh casualidad!sabía de la cosa económica)... porque ya se ha ido con viento fresco.
Y además ya sabes, como alguien tenga una media idea clara, le dan una galleta que para qué...

Dulcinea dijo...

Es por la cosa del pensamiento único y lo políticamente correcto, Atiza.

Yo ni me planteo la verguenza o el pudor; pienso en términos de defensa propia contra el rodillo que nos quiere domesticar las ideas, las creencias, y la identidad.

No tienen ni dea de que mi peineta no tiene precio.