domingo, 3 de abril de 2011

Resumen previo a la ampliación

No se yo si empezar por el resumen semanal o por la cosa de Waters que es, en sustancia, lo que la famélica legión me está pidiendo. Bueno todo sea por aumentar la expectativa, el parto de los montes y todo aquello.
Recibo un mensaje para validar un comentario, por aquello de cuando aquella loca daba morcilla, de que María, la añorada María -nos debes un FestivaldeBelenes y eso está muy mal, que lo sepas-, anda viendo locos en bici, the dark side, con camisetas pinkfloydianas. Qué gente, y va y me confunde, o no. O qué se yo. Ante la duda, hay que preguntar a los ciclistas, en general gente agradable, aunque cada cual con lo suyo, a ver si no.

Porque hace pocos días, Altea le metía leña a una cuadrilla de zumbados con las bicis que hacían tratadas en su pueblo. Bueno, pues tiene razón, aunque yo sea, o haya sido, que desde que me atenazó una pérfida faringitis, ando que no ando en bici. Leo mas y eso está bien, pero es que entre las pelotas de tenis en la garganta y el estornudo fotónico, pues hay que ir con cuidado para no salir propulsado de la bici como un cohete.

Por cierto, por cosa de las bicicletas, en el periodico del lunes compartimos edición Roger Waters en una entrevista y la claca dando palmas y echándole fotos a Contador y a su trouppe. Muy majo, agobiado, pero majo. Se le ve bien, oye. Y no es cosa ques e pueda decir de todos los golfos que salen en la prensa, oye. Miguelón dice que Miguelín también le toma el gusto al pedal. Oye, a ver.


El calvorota que hacía la croqueta fue el que nos echó la estampa. Hay que decir que yo le saqué bastante mejor de lo que él nos sacó a nosotros.

Llega Roger Waters con lo suyo y yo que aún le debo otra Dark side a Macías. Y luego arrastro sueño media semana. Si es que siempre estamos igual, me voy del detalle al maximalismo y luego se me pasa el tiempo viendo bailar las letras. Había un tonto que bailaba con los brazos para arriba, como si eso fuese Benicassim, joer, que colgado, en fin.

Suena de fondo Stephen Stills, que es una momia de cuando Gilmour, el que canta, no el del libro, amiguete y tal. Luego busco y pego en la sala noble, porque es una maravilla escucharle. Esta mañana leía el Abecé cultural una cosa de Andrea Camilleri que se interrumpía muy malamente. También he visto Secretos y mentiras que es muy bonita, da mucha pena y ya es un poco más antigua que el rigodón. Y ahora cierro, ¿vale?

2 comentarios:

Dulcinea dijo...

Uy, secretos y mentiras es una pasada de buena. Pero quizá no sea la mejor opción para la tarde de un domingo, así caída la tarde, con el runrun de la semana que se echa encima, y la tontuna de la pereza.

La tarde de domingo pide entrada, Pianista, tú que sabes escribir.

Altea dijo...

¡Madre mía, pero hay que estar zumbao para tirarse ahí en medio! Están locos estos profesionales.
Ah, la primavera, qué bonita: resfriados, alergias, exámenes...