martes, 31 de enero de 2012

¿Alguien tiene suelto?


Porque, claro, estamos un poco congelados como las percas, por lo del invierno y lo de los duros de Europa y todo aquello. Que ya sólo hay dinero para el fútbol y para traducir no se qué de los juzgados, que no se yo, pero en fin.
Y van unos fulanos y ponen a la venta un cuadro.

Son estos señores de aquí, que por una pastita le han puesto el "Se vende" a esta bonita pieza de mi poco admirado Picasso. Mira que he echado yo pestes del tío, pero es que la he visto y me he quedado boquiabierto.

Yo lo recuerdo así. Así, así, casi igualito. Qué bonito.
Pues eso, si alguien tiene suelto, hacemos un apaño.

lunes, 30 de enero de 2012

El mes más corto del año

Yo diría que ya lo he comentado otras veces, pero como la legión de incrédulos sigue ahí, lo repito, más alto, más rápido, más fuerte, lo que sea: enero es el mes más corto del año. A mi se me ha terminado sin darme ni cuenta. Si no fuese por el extracto de la Visa, yo diría que ni nos lo pusieron en este año de rebajillas...
Y encima febrero, que viene crecido y con aires de grandeza. Febrero es el mes de los chulos. Al menos una vez de cada cuatro.

viernes, 27 de enero de 2012

Juliet

En el apeadero del autobús, ayer, qué más dará cuándo, una mujer abrazada a sus papeles, una carpeta el cartapacio el ataché, algo, y un libro, Juliet, desnuda. La hermandad de los lectores, pienso yo. A mi me ha encantado. ¿Si? si. Lo devoré, porque Hornby me gusta bastante y en este libro lo borda. Pues si, es muy entretenido. Es más que eso. Me gastan bromas con el personaje. A la que me pongo a hablar de que si cuando a Roger Waters aquel tío le abucheó y el le echó un escupitajo, que si fue la idea primera para escribir El Muro, que si había pensado hacer el concierto entero detrás de una pared, que si Wright fue el único en ganar pasta en la gira, porque estaba como músico a sueldo, o que si hay una cita de Money en lo de los críos de la escuela, me dicen "Juliet, Juliet". Me encanta hasta el título, tan fascinante y tan evocador, Juliet, desnuda, un hermoso nombre para una cinta de caset. Sabe, ¿no?, las cintas de caset.
La mujer mira a la nada y apretuja el libro, los papeles, el ataché. Espero, pero no lee. Eso será que no le ha atrapado. Juliet y la indiferencia.
Saco mi libro, que es otro y leo. No lo entendería, creo.

miércoles, 25 de enero de 2012

Lo que leo

Leo hoy, de pasada en algún sitio, que ha muerto Angelopoulos.
-¿El del Panathinaikos?

Resulta que Theo Angelopoulos, el direct
or de cine griego, iba por el puerto, el del Pireo supongo, dando un paseo, no se, y un tonto en moto le pilló. Le debió dar una castaña de aúpa que le dejó malherido. A resultas de las heridas, falleció después en un hospital de por allí.
-Eso es por los recortes.

Angelopoulos estaba entre el tostón y lo sublime. Yo le he visto pocas pelis, pero me quedé pegado a la silla con dos de ellas. Una peor y la otra mucho mejor. Con La mirada de Ulises se me cae la baba hasta acordándome.
-Pues en Megaupload ya no habrá quien la encuentre.


Trataba sobre un director de cine estadounidense de origen griego que se embarca -y nunca mejor dicho- en un viaje por los convulsos Balcanes de los 90 tras el rastro de la primera película filmada en esa trastornada península.
-Ah, si, Angelopoulos, el escolta de la Zibona de Zagreb, si.

La película se traslada por un territorio fantasmagórico, como el mar del propio Ulises y transita por una Albania en descomposición, la agitada Grecia y hasta una escalofriante Sarajevo que se convierte en la capital de los ciegos. No es cine de narración convencional, es mucho más de impresión, más pictórico y sonoro -excepcional banda sonora, por cierto- sensorialmente emotivo. La hermosura inteligente y estimulante.

Ayer, a la vuelta, pegué una foto de la destrozaba biblioteca de Sarajevo y hoy me acuerdo de la tarde en el Cine Maldá donde me quedé boquiabierto viendo La mirada de
Ulises, del pobre Angelopulos. Me acuerdo de esto que linco, lo de la traductora chiquita, que tanto gustó en su día. Y de tantas conversaciones sobre Angelopulos, Ulises, las cinéfilas y tal. Las sillas del Maldá. A mi, al final, me gustaban. Si podéis, no os la perdáis.

-Y esto, ¿no era mejor tuitearlo?

martes, 24 de enero de 2012

Atrasados

Iba a darle a la tecla, pero antes me ha parecido apropiado pasarme por el vecindario a ver qué. Bueno, el vecindario ya no es lo que era, la verdad. Mucha casa desvencijada y musgo por doquier, que también es bonito. Y hasta navideño. ay, qué lejos, la Navidad, ¿alguien se acuerda? Pues hace quince días largos, en fin.
Total, que me he liado dejando unos comentarios pro ahí y ahora se me han difuminado las ideas. Tenía pensado u
na cosa sobre San Francisco de Sales, el pobre, patrón del periodismo, jo qué tropa, vamos, hoy que la agencia Efe del sin par Grijermo, chorizo, chorizo, pero al menos culto, ha hecho del off the record arma arrojadiza contra un obispo, todo sea por quemar conventos, que esto mola, pero creo que no se lo merecen.

Una buena foto de un buen periodista. Gervasio Sánchez,
la bibioteca (destruida) de Sarajevo.


Vamos recuperando el tiempo y calentando el teclado que aún queda tinta en la recámara.
Seguimos.

martes, 10 de enero de 2012

El examen

Escucho en la radio que un tal Lorenzo que anda en moto por cosa del trabajo, porque es corredor, no mensajero del telepitsa ha aprobado el examen de conducir la moto. El teórico.
Bueno.
El asunto, la sustancia, o sea, es que este tío ya ha ganado dos campeonatos del mundo de su asunto, por correr como alma que lleva el diablo, delante de una panda de italianos con yamajas o ducatis o lo que sea. Vale.

El tal Lorenzo se significa en lo de las carreras porque tiene un punto chuletilla que pone de los nervios al personal y porque es muy bueno. Este, cuando ganaba, que sera la tira de veces, se agarraba una bandera española y la paseaba por Brno, Suzuka, que, curiosamente no es la mujer de Suzuqui, o por donde fuese. A mi eso me parecía un detalle curioso, aunque un poco raro, que las banderas sólo se ondeen para lo de los deportes, que es una reminiscencia de lo de las guerras antiguas. Pero seguía con el Abecé cultural, que es de lo más entretenido mientras de dan al tubo de escape.
Un día me rebotó el chuletilla porque, tras darle un baño a los perseguidores en Montmeló, tras pasar bajo la banderola de cuadros y montar el numerito, cuando se fue a dar la vuelta de honor, se nos hizo unas pocas de cagarrinas en el mono ese que tiene tanto parche y tanta marca, qué tormento con tanto pespunte, criatura, y, supongo que aconsejado por alguno, decidió que mejor no sacar la bandera, por no ofender, que es que hay gente pa to, que empiezas con eso y terminas poniéndole la nuca a Otegui para que no le den el Nobel de la Paz. Eso no, jolines.
Luego, como no es tonto, Lorenzo, se medio disculpó, ya nos entendemos, pues si, chaval, pero hay que echarle pistones a la carrera y a esto también, majo. Oye.

Lo cual que terminaba el asunto con una reflexión del propio Lorenzo. Por lo visto dice que a él le da miedo tener el carné de conducir motos por la vía civil, como si dijéramos. Dice que él sabe correr, que si coge la moto, lo que le pide el cuerpo es darle a la matraca de lo lindo, así que, como en lo normal, eso no, pues había preferido no sacarse el carné para correr sólo en los circuitos.
Y me ha parecido de una brillantísima lucidez como el Jorge Lorenzo, rey de los circuitos ve el peligro en su destacada habilidad. Supongo que estará dando el paso, le queda el práctico, de cambiar los laureles de la victoria por el perejil de la normal sensatez que le deben llevar a uno por los caminos. Y creo que hay que reconocérselo al tío. Pero advertirle: ojo con los examinadores, que son muy suyos. Y pégate la L al casco!!!!

martes, 3 de enero de 2012

Hola

Hola, feliz año, tal.
Que este año sólo pude ver a un poco del RicardoMuti de los valses, que tenía cara de picador del tren y llevaba un esmóquin de grises un tanto imposible, que aquello parecía un tugurio chungo de los bajos fondos del off Las Vegas. Eso si, el tío se lo pasó de fábula. Bien, oye. Menos chinos que otros años, vale. O con los ojos como platos, esto es, camuflados, no se.



Santiago Amón era comentarista habitual de Antena 3 de Radio. Esto se lo cuentas a Escolar y se le riza la barba.

Leo hoy, ahora, o sea, que el año nuevo o los Reyes le han dejado carbón a Roures y a su, llamémosle, periódico. Pena no me da, que esto es cosa del libre mercado: sales juegas y ganas o pierdes y ya está. Lo que me dio pena fue en su día el cierre del Diario 16 (un poco plasta, no lo negaremos) el de la fabulosa Antena 3, la buena (la mejor) o hasta de El Independiente (una prensa donde la variopinta opinión era lo mejor, vivir para ver y para beber). Que se la pegue Público debería de ser lo normal. Lo raro es que haya sobrevivido un mes y diez días a su mentor, un tal Zapa... ¿cómo era, Fernando?