jueves, 29 de marzo de 2012

Mi bici es piquetera

Arrancamos caminito del trabajo y primero piso algo, crac, que suena a plástico roto. Uyuy, no soy yo, no he perdido piezas, pero miedo me da haber pinchado. Una vez, yendo a tirar la basura, pisé un cristal resto del borrachucerío que perforó el neumático y la cámara que en un buuuf y medio se me desinfló del todo.
Como en las pelis de submarinos, cuando ataca el torpedero nazi, hago un rápido balance de daños y parece que todo está bien. Seguimos.


Llegamos al semáforo, que ya está ámbar. Trato de frenar pero los pedales no chuflan. Ay, el pedalier. Txispi, que no freno, que me voy p'allá, aviso antes de meterme en el paso de peatones. Como voy despacito, paro sin problema. Algo pasa. Sabotaje. La cadena. Viva las caenas.
Que me ha saltado, la muy... engradasa.
Llevo tres días poniendo a punto bicis para poder desplazarnos sin problemas. Y todo bien,. Que si alturas de sillines, hinchados de ruedas, limpiezas, enfgrasados y tal. Y ahora me salta la cadena. La cosa es que como el velocíipedo no lleva marchas, recolocar la cadena tiene su aquel. La llevo más bien floja, lo que facilita colocarla, pero facilita que salte, claro. Nunca me había saltado, también hay que decirlo. Que sea hoy...
Lo cual que como hemos salido con tiempo, sólo nos retrasa unos seis minuticos, pero termino enfadado y muy pringado de grasa, ay. Me he adecentado nada más llegar al trabajo, no fuera que me confundiesen con un guarro 15M, pero la mugre se agarra de muy mala manera, qué os voy a contar a los de Sol, o sea. Pero al final vence la perseverancia y la higiene.
La bici está en la puerta, sin encadenar, que uno tampoco es un negrero, pero este sabotaje no se lo perdono. Los piquetes, cada día en lugares más insospechados, ay.

viernes, 23 de marzo de 2012

Parte de guerra. 7 de marzo

Tampoco es que navegue yo tanto, con el miedo que le tengo a los peces y hasta a los macs, los jaretones y los marrajos. Bueno, en Cartagena no, que ya deben de estar liándola los tíos, ¿de quién es la Calle Mayor? y el San Pedro viendo que por fin de dan permiso de salida, qué tíos, viva Cartagena, o sea.
Lo cual que veo un comentario en Vozpopuli
sobre el último combate (combate, si, es que no hay manera de llamarle de otra forma) entre un grupo de Caballeros Legionarios y los moros malos del Afganistán, que en El País llamaban insurgentes y hasta revolucionarios, porque ellos mejor que nadie saben quiénes son los buenos y quienes somos los malos. En las gueps de noticias por donde suelo pasearme veo que no le han prestado atención a este asunto, así que me sorprende encontrarme con este asunto.


Después de varios saltos, encuentro en este blog de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Zaragoza la orden, tal y como aquí os la estampo. También sale foto del Caballero herido. Gracias, hombre.

Oí la peripecia en Los últimos de Filipinas, de Intereconomía, un programa que recomiendo a todo el que puedo, que es decir Intereconomía y el personal te mete una pedrada, jolín, los libertarios. Ahora veo en La Razón el relato de los hechos, y
finalmente en un foro Legionario puedo leer el anexo a la orden que reconoce el mérito de los Caballeros Legionarios en combate en plena misión de paz.

Pues eso, que las misiones de paz son así. Pero yo, metido en un berenjenal de ese calibre, prefiero tener cerca a un legionario que a una ministra de las de antes o a un ministro de los de ahora. Porque con la una y con el otro, nos hemos de enterar de la guerra que estamos librando por filtraciones arriesgadas, en lugar de por un comunicado que reconozca la heroicidad del Ejército.

PD: Gente de orden como se que sois los aquí leyentes, ¿alguno sabía algo de esto?

lunes, 19 de marzo de 2012

De vez en cuando...

De vez en cuando me reconcilio con Radio 3. Ya no es lo que era, ay, qué antiguos somos, pero a veces aún nos da algún alegrón a los diplodocus del asunto.
Resulta que estaba dale que dale con la toledana de pulirse moromuzas liquidando unas lechugas y tal y me acerco a cambiar el dial, que los lunes echan una tertulia del furbo que es un tostón de cuidado en lugar de las entrevistas de los otros días en
la Cope patufeta, que de eso también hay. Ñaca, paso un par de emisoras y me quedo con otro tostón de uno que va dado una agenda cultural que me da sueño. Gracias a mi tantas veces contrastada habilidad con el acero, el sopor no termina en dedo seccionado, pero se me cierran los ojos y tampoco es plan. Aivá, igual en Radio 3 pillo Discópolis...
Y lo pillo.Para mutantes, La Patrulla X


Viva Discópolis, que es, con Disco Grande, de lo poco que queda de aquella prejubilación ruinosa que terminó con tíos enormes como mi admirado Ordovás y a cambio nos colocó, entre otras jóvenes promesas Paco Clavel. El discopolero es un floydiano de tomo y lomo que a propósito de la reedición dela discografía de los Floyd y de las cajas Immersion ha hecho varios especiales sobe el asunto. Y resulta que pillo, el último ratico del programa, un fragmento del The Wall en directo que han recuperado en la última de las ediciones. Termino las lechugas cantando y diciendo puangpuang cuando los solos de guitarra y los vecinos no vienen, así que bien, creo. O les asusto, no se. Pausa, José Miguel López despide el programa y deja un último tramo del disco, Fenomenal. Mañana lo recuperaré de la güep y daré buena cuenta.
A ver que echan ahora. Son las ocho y va a comenzar Colmenarejo las noticias, que me gusta mucho su informativo, siempre despanzurrado por los plastas de las pelotas. Del furbo, digo. Pero, toledana en la mano, no corro a cambiar. Termina Discópolis y sin solución de continuidad arranca lo siguiente. Battiato. Es un programa de estos nuevos, en plan cómo mola, tía Lola, de unos que van a pinchar sus canciones. Son Niños Mutantes, unos modernuquis de hace unas cuantas temporadas, que arrancan con Summer in a solitary beach, de mi admiradísimo Battiato. ¿qué hará ese hombre ahora? se pregunta mucha gente. Pues además de trabajar en su cuarta peli, creo, y de acabar una gira rocanrolera, acaba de estrenar una ópera en dos actos y no se descarta disco y gira. Y algo en la tele. Viva Battiato. Voy escribiendo esto y van poniendo canciones. Me gusta la de los Surfin Bichos, y ahora una del muermo de Leonard Cohen, que, con mesura, me conmueve justo antes de arrancarme el primer ronquido.

Lo cual que me reconcilio con Radio 3, me sale una ensalada de fábula, canto, bailo y perpetro este asunto. Ya puestos, en la sala noble pondré algo. Y ya está bien por hoy.

jueves, 15 de marzo de 2012

Ay, ay

Ay, ay, cómo tengo el garito, que le van a salir telarañas.
Bueno, pues a ver si lo adecento un poco y le cambio las pilas.
Hala, a por la escoba.

lunes, 5 de marzo de 2012

El jaquetón


Resulta, qué tonteria, que preguntan en el Cifras y letras del Jordi Hurtado, uf, lo que me cuesta a mi acordarme de que en realidad se llama Saber y ganar, que digo a mis adláteres, ¿viste ayer a Jero o a SuperJavieeeerrr en el Cifras y Letras? y en lugar de pensar que me he dado un mal golpe en la testa, me entienden.
Digo, que preguntaban anteayer o ayer, no se, sobre bichos de por aquí. Y preguntaban por el jaquetón ¿El abrigo de un gangoso? Pues no, el jaquetón es el tiburón blanco del Mediterráneo. ¡Uyuyuyuy!!!!!

Toma ya, que no lo digo yo, lo dice la azafata del Cifras y letras del Jordi Hurtado. Que por hay pruebas de que lo de los tiburones sólo en el Caribe es una milonga de mucho cuidado. Que va la muy bestia y dice que tranquilo, que no nos asustemos, que los jaquetones (condemor, es que no puedo evitarlo), sólo atacan a los bañistas una vez cada siete años. Y, claro, empiezo a echar cuentas: ¿cuánto hace que fui a la playa? ¿Siete años? Me palpo los muslos y vuelvo a respirar tranquilo. ¿Alguien conoce a un surfista barcelonés? Imposible, ¿verdad? Pues porque se los comen los jaretones, sin lugar a dudas.

Total, que me digo, esto hay que difundirlo, porque igual entre mi silenciosa legión de lectores igual hay algún desaprensivo que anda pensando irse a remojar los pinreles a Palamós o a Benidorm o a la Barceloneta, qué se yo. A Zahara de los Atunes creo que no, porque eso es de pijoprogre mayormente y me temo que por aquí de eso más bien poco o si, y qué me importará a mi, dicho sea de paso, ay que me lío.
Lo cual que busco la cosa gráfica y me topo con una serie de imágenes que me ponen la gallardía en las amígdalas, por así decirlo. Así que os arreo esta estampa:



Olé con Jaquetón.
Resulta que ese pedazo de Victorino que con tan noble entusiasmo enfila al caballo y al que tan bien apunta el picador fue "Jaquetón" el primer astado de la ganadería que recibió el premio del mejor de la Feria de San Isidro, en 1975, como se explica aquí, que es de donde viene la foto y el dato. Por supuesto, le dieron la vuelta al ruedo.
Yo, entre toros y tiburones, prefiero toros. Que no veo al hombre rana con montera, ni al pulpo del picador submarino con pies de pato. Lo que aprendemos con Jordi Hurtado.