domingo, 4 de noviembre de 2012

Desafinado matutino

Acababa de escribir, tanto tiempo después, una entrada en la guep. No sé a qué le he dado, pero como todo es tan sencillo desde que los burros de boguer decidieron hacernos las cosas sencillas que se complican más y más, al pegarle la foto me ha desaparecido el texto que, ciertamente, no era gran cosa, pero que da rabia.
La cosa iba de un trompetista desafinado, muy desafinado que llevo oyendo desde hace dos semanas en el parque, a horas relativamente intempestivas, al menos para darle a la trompeta. O, en su caso, a la matraca. porque desafina la tira, el tío. Especulaba yo, y ahí residía la gracia, si es que la tuvo, en que igual era asmático y por eso parecía que tocaba las Mañanitas -lo que le confiere una pizca de gamberreo canallón y borrachuzo- con mala pata, muy mala pata.
Al pasar, he mirado y he creído distibuir a un tipo largo, flaco, soplando con esfuerzo y poco tino la trompeta, voluntarioso y fracasado, como la vida misma. Y me decía, para terminar, que, jolines, ahora cada vez que pase por allí, afinare mi oído para escuchar al lóbrego trompetista asmático de la triste figura.
Y ya está.

5 comentarios:

Altea dijo...

¡Vaaaaya, pues sí que da rabia! En fin, que todo venga por ahí...
Yo recuerdo a un tipo que, al no saber tocar ningún instrumento, se las arreglaba como podía dando palmadas a una especie de tambor. Pedía "una ayuda" (ahora se llama así a la limosna) en el túnel de la Plaza Circular. Todavía recuerdo de él hasta su cara. ¿Qué habrá sido de él?

Dulcinea dijo...

¿Y no será que la trompeta está estropeada? ¿o que el trompetista está sordo? ¿o que tú no estás despierto del todo? ¿o que sale del after hours en ese momento?

Cómo eres Pianista de verdad...

;)

Dulcinea dijo...

PD ¿o que el que sale del after hours en ese momento eres tú?

;)

Néstor dijo...

¡Pianistaaaa! Paso por aquí a soltar un abrazo (aunque en realidad iba a decir alguna maldad sobre el trompetista matutino).

Nodisparenalpianista dijo...

Nestoooorrr... Confiesa, cobarde, el de la trompeta eres túúúúúúúúúúúúúú(rurú).