lunes, 23 de noviembre de 2009

Imbéciles de manual

A ver si lo he entendido.
Uno llega con una papa del catorce, tajado hasta las cejas, con una buena cogorza, melopea, turca, borracho, mamado, trompa y así hasta la extenuación. Después de un rato de pelea con el cerrojo -recordemos, lleva una buena toña, va bolinga, o sea- va pasando como puede y llega al dormitorio. Allí, en plan peli de Ozores se encuentra a la parienta en negligé con un mulatón de dos metros. Se le pasa el pedo, el cebollón, el colocón, la taja de golpe y se va a la cocina. Allí coje el cuchillo jamonero -porque en España no hay permiso de armas a tutiplén y por eso somos bonisimos y no nos
cargamos a nadie, otra cosa son los yanquis, puaj- y zas, de peli de Ozores a Wes Craven o uno de esos bestias. Ñac, ñac, ñac, la parienta en negligé y el mulatón como estuviese, a tocar el arpa. Ding, ding, ding.


Ni un tonto más, que se nos quedan sin oxígeno.

Llegan al juicio, pero al de aquí, no al valle de Josafat. Y resulta que como iba tocado, con algo de sangre en el alcohol, le sirve de atenuante por darle matarile al macizo pero le resulta agravante por la churri.
Olé, parlamentarios todos. Que sois trescientos cincuenta imbéciles de manual. De publicar las fotos en el Espasa, como poco. O en el Espaso. Lo que os guste. Cretinos.

PD: Dicen que lo han medioretirado, peor yo no se las idioteces que pueden hacer aún. Sea como sea, objetivo cumplido: nosotros hablando de estas tonterías y unos jueces y poícios con el rostro de amianto mirando hacia otro lado mientras el Rafita se va de picos, olé.

13 comentarios:

Le poinçonneur dijo...

Pianoman, no caigas en la demagogia -siempre he querido decir esto :P-.

El alcohol, con buen criterio, es un elemento atenuante puesto que perturba las facultades perceptivas e intelectuales del afectado, como cualquier otra droga. Piensa que las normas penales están pensadas para individuos "en estado de revista", si quieres llamarlo así.

Te remito a googlear sobre la doctrina del "actio libera in causa" y verás que el hecho de emborracharse para pegar a la esposa ya podía castigarse sin necesidad de reforma ninguna. El otro día escuchaba a una catedrática que me dio clase que el Código Penal -promulgado en 1995- ha sido reformado nada menos que 25 veces en todo este tiempo. Un poco de más, ¿no?

Por otro lado, el caso que expones no sería propiamente de violencia doméstica, sino, puramente, de parricidio, por lo que no creo que la cosa tuviera aplicación alguna.

Tramposo, que eres un tramposo :P

Nodisparenalpianista dijo...

Je, Lepoin, no seas malvado, que solo te falta un gato para ser el Dr. No. Imagínate, si es tan fácil aplicar eso sin necesidad de reformas, lso 350 chorizos son unos golfos y unos vagos. PEro sigo en la misma: cargarse a la parienta, agravante, cargarse al negro, atenuante.
Es evidente que debería de ser agravante siempre, puesto que drogarse o tajarse es un acto librte y voluntario. Si de ello se derivan responsabilidades, que cada palo aguante su vela. A mi, la ley me da bastante igual, esa es la verdad. Lo que me mola es la justicia. Lo de bailar en el alambre de la "violecia doméstica" (a mi me suena a escaldar al gato) es de traca: pegar al abueno no, a la parienta si, al pariente tampoc... vamos anda, que hay que ser muy panoli para tomarse eso en serio. Un día echamos un mus y conocerás otra dimensión del fullero, ya verás.

Dulcinea dijo...

Me gusta lo de imbéciles de manual aplicado a los mantenidos de las Cortes, esos que pagamos todos los currantes para que se duerman en el escaño; eso el día que se dignan a acudir, claro.

Consumir alcohol y/o drogas debería de ser una agravante respecto al delito que se cometa después. Me da igual que sea un atraco, una violación, un asesinato, o lo que sea.

De otro modo, el sujeto consumidor se inhibe de la responsabilidad de sus actos y difícilmente asume las consecuencias.

Si ir tajado, fumado o lo que sea, actuara como amplificador de lo que perpetran estos angelitos, otro gallo cantaría.

Le poinçonneur dijo...

La verdad es que no puedo daros la razón, puesto que el fundamento hasta ahora de las normas penales ha sido justo el contrario al que defendéis. Se entiende que una persona que actúa bajo los efectos de drogas o alcohol tiene una parte de sus facultades volitivas alteradas, en mayor o menor medida según la ingesta. Ergo, si comete un ilícito penal, su responsabilidad quedará atenuada en la medida en que se demuestren las mermas intelectuales antes mencionadas.

Yo mismo -y seguro que tú también, Pianoman- he hecho algún que otro desaguisado borracho que jamás habría cometido en estado de sobriedad. Nada punible, of course, pero sí sonrojante. Es un ejemplo quizá tonto, pero que, amplificado, ilustra lo que cometo.

No es igual aquél que se emborracha por pura casualidad, y, en ese estado, comete un delito que no planeó -que es lo que ampara el Código Penal- que el que se emborracha habitualmente para echarse el mundo a la espalda y pagar su mierda de vida en las costillas de su mujer. Es este segundo caso el que ya está penado con las normas actuales.

Pensad que el quid del Derecho Penal está en la voluntad del individuo al delinquir. Todo deriva de si hubo ánimo de perjudicar -dolo-, o, como mínimo, imprudencia en la comisión del daño -culpa-.

Siempre que exista una sustancia que influya en el comportamiento del individuo, debe ser tenida en cuenta. Lo contrario equivaldría a cargarnos derechos imprescindibles.

¿Se nota que Penal era una de mis asignaturas favoritas? :P

Nodisparenalpianista dijo...

Se nota, se nota, pero no me convence.
Mira, me acuerdo de cuando los municipales en Pamplona empezaron a cascar quince mil pelas a los marranos que se hacían pis en los portales. Y con foto en el Diario de Navarra. Es que iba toña, decía el botarate.
Pues mira, por tres cosas: 1. por borrachuzo, que no sabe beber 2. por marrano que se hace pis en cualquier parte y 3. por idiota, pero de los de serie oro. Y el penal que diga lo que le rote, pero que no ensucien, joer, que todos aprendimos a darle al cubata, jolines.

Dulcinea dijo...

Sigo en desacuerdo Poinso. Yo trabajo con los que están en el filo de la navaja. Y muchas veces se colocan para hacerlas más gordas y así no les pasa nada, o les pasa menos, pero ellos se divierten más. Se saben impunes por estar entre los 16 y los 18 y poder alegar el colocón como atenuante.

Es una pena que el derecho no contemple los fundamentos psicológicos de la conducta, y en cambie convierta en patología lo que sólo son desórdenes.

Le poinçonneur dijo...

El que no haya meado donde no debiera que tire la primera piedra...

Fariseo.

Dulcinea, lo que describes es justo la doctrina que menciono del "actio libera in causa". Otra cosa es que los jueces lo aprecien o no, y no seré yo quien esté encantado con la justicia de mi país, ni mucho menos.

Lo que sí digo es que en el 99% de las ocasiones no fallan las leyes, falla su aplicación, que es muy distinto.

España cañí.

Myriam dijo...

No sé, sí la culpa es de las leyes,de quien las aplican, depende del abogado que te defienda, del día que tenga el juez o del mal beber, pero cada vez me cuesta más creer en la justicia humana.

Néstor dijo...

Hum... No creo que valga de mucho, pero ahí van dos precisiones.
1.- La intoxicación etílica es atenuante o eximente siempre y cuando no se haya provocado para cometer el delito. Supongo que a eso se refiere Le Poinçonneur.
2.- Matar a tu mujer -además de un acto cobarde y estúpido- es un asesinato; al margen de que lo llamen "violencia doméstica" no está penado de forma diferente.

Le poinçonneur dijo...

Justamente, Néstor. Opino lo mismo que tú en los dos casos.

Nodisparenalpianista dijo...

Lepoin, cochino, te vas a donde haya un seto y no enguarras la cosa urbanística, hombre. En eso de la aplicación estoy de acuerdo. Y en que la judicatura está que da asco, también. Si no, las aplicarían mejor, digo yo.

Es que si depende tanto factor, Myriam, entiendo que la justicia ya no es justa.

La sustancia, Néstor es que yo entiendo que como uno es libre de tomar sustancias que perturban su percepción de la relidad o no, luego deberia asumir las consecuencias, nunca que resultase atenuante (salvo en casos contadísimos, yo que se, uno que hce algo cuando aún está bajo los efectos de una anestesia, pero anda que no seía raro el caso). Sobre lo otro, tengo entendid que ante caso de denuncia por violencia doméstica, se deiene primero y se aclara después, o sea que la presunción de inocencia (por otra parte tan extraña en según qué casos) se convierte en presunción de culpabilidad sólo en caso de tener colgajos, que es el no que se fundamentan estas idioteces, en lo que le cuelga uno (o no) en la entrepierna. Joer con los liberales, por otra parte.

Si, si, Lepoin, es lo que hay, pero no quita que a veces eso sea nefasto.

Atiza dijo...

Oye, Lepoin, ¿qué te hacías pisetes por los setos? Vaya cochinete, majo. Y el fariseo ¿es el pianista?
No sé cómo le veo menos, si meón o fariseo, fíjate.
Pero cotilla...más que mi portera.

Le poinçonneur dijo...

En mi ya lejana época tardoadolescente, Atiza, mingité en todo tipo de lugares, públicos y privados. Fuentes ornamentales, tapias, cunetas, paseos marítimos o, ruedas de vehículos de distinto tonelaje, por citar algunos ejemplos. Llegué hasta a aliviarme desde el balcón de un segundo piso, recuperando una arraigada costumbre de mi primera infancia.

Se produjo, todo ello, en circunstancias de las que no me siento orgulloso, pero lo que es, es, y yo no escondo mi biografía :P