viernes, 23 de septiembre de 2011

Los petardos


A mi lo que me gustan son los petardos. Fiuu, pum, los de verdad, o sea. Los colorines, el rataplán, el olor de la pólvora, el humo y las cañas, las palmeras -yo sólo se ver palmera
s- y lo rápido que pasan. Los petardos rasgan la oscuridad, pero la oscuridad termina por vencer. Luego nos quedan las bombillas, bendito Édison, pero no es lo mismo, por muy ecolopijísticas que sean ahora.
Será el fallero que llevo dentro, no se,m pero a mi, en cuanto algo arde, pues muy bien. Eso y los toros. Los conciertos pulgosos, en fin y los gigantes y cabezudos... qué horror, que a mi sólo me gustan -y pocp- los de Pamplona, porque sacuden al personal, que un día se arrejuntan tres o cuatro y le escachan la azotea al
Caravinagre. El Caravinagre le gusta a los críos, pero es feo de narices, que eso si tiene. Yo lo tengo mayormente atravesado, tío chungo, por lo de los salmonetes y lo de ir a contracorriente. Igual eran las truchas, pero a mi es que las truchas como el Caravinagre, que ni embutido con jabugo me gustaría a mi. Qué poca sustancia las truchas, qué bicho más prescindible, jolines, si acaso en Alaska y para que Hollin y Maurice charlasen de sus cosas pescándolas. Aunque donde esté cazar un oso, que se quite lo demás. Y lo digo por experiencia propia, que me se lo del Doctor en Alaska de peapá.


Esta vez recortan y sólo hay tres petardeos. Unos gabachos, que a petardos pocos les ganan y unos valencianos -claro- de Madrid, que los valencianos en el fondo serán como los bilbaínos que nacen en las afueras del mapamundi de Bilbao.

Lo cual que a cenar rapidillo, la bici y a echárles fotos a los petardos.
Ay. cómo me gustan los petardos.

PD: Y para petardos, los de la Sala Noble.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Hamilton ni son

Hace unos días se nos murió Richard Hamilton.
¿Y quién es ese señor?
Pues pasa por ser el inventor del pop art, o, al menos, el primero que hizo una cosa -una castaña, en efecto- etiquetada con es
e nombre. Ojo, que igual se confunde. Yo soy muy de pop -en lo plástico, no en lo musical-, admiro a Lichstenstein y hasta me gustan cosas de Warhol. Incluso un día puse una cosa de las Flags de Jasper Jones, bonitas rebonitas en su repetición.
Total que iba a buscar algo que pinchar del pobre Hamilton y me sale este fulano.


Cuidado con las manos, que luego van al pan...

Y me digo yo que si no es un estupendo colofón a un artista pop. El verse hasta sustituido por un icono cualquiera de la épica moderna. Yo soy yo o un negrazo del básquet, digo que se diría el abuelete Richard. Pues bueno, pues oye, que Alaska quería ser un bote de Colón despuésde tanto darle a la modernidad. Entre el frasco de detergent
e y el tiparrón ese, pues a ver.


Just What Is It That Makes Today's Homes So Different, So Appealing?

Lo que colocó a Hamilton como primer popero. Esta vez, no robaría el cuadro, pero hay que agradecerle al artista el camino que abrió. Vamos, me parece a mi.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Las cuentas que no se recortan

Según leo en el resumen de prensa que recibo del Arzobispado de Pamplona-Tudela, ABC es el único medio que da cuenta de este asunto.
El Gobierno de Cataluña, formado por esa conocida coalición de partidos de corte conservador e independentista por un lado y demócrata-cristiana e independentista por el otro, va a financiar con 14,2 millones de eurazos durante los próximos cuatro años la liquidación de seres humanos. Liquidación, en algunos casos, en el estricto sentido del término, es decir, transformar personas, mediante la trituración en una especie de viscoso líquido que lue
go irá a la cloaca, que tampoco se pondrán pejigueros en cómo tratar los "restos" de sus crímenes.


Entre los dos centros de exterminio de seres humanos que ganarán este pastón, calculan que matarán a 1.000 personas al año. Oye, y nos sorprendemos de lo bien que llevaban la contabilidad los nazis.

Esta basura de gente se pone estupenda si un tribunal les dice que basta ya de abusar con la murga del idioma. Pero callan como lo que son, no lo pongo pero ya sabéis de lo que hablo, cuando se trata de la vida. La humana, que sin toros ya nos han dejado. Verbigracia, en Cataluña, por ejemplo, el toro tiene más "derechos" que las personas. Los democristianos de Durán, ese tipo, malo, malo, malo, bicharraco, se miran los calçots y las butifarras mientras liquidan -o trocean, o abrasan, según- a las personas. No se, igual al producirse el incremento disparatado de abortos en España sobre todo entre emigrantes, piensa que le viene bien la cosa. O igual no piensa, que siempre hay una periodista de la Sexta con el escotazo guarrindongón a tiro. Porque le toca.

No se, digo yo, para ir pensando cómo se mancha las manos uno de sangre cuando vota.

domingo, 11 de septiembre de 2011

No-espacio

Vuelvo a usar, creo que por primera vez, una imagen que ya había pegado en la güep. Se trata de esta.

Entonces no puse nada, porque no era necesario.

Por lo que parece, anda ya muy avanzada la construcción del nuevo World Trade Center, que es una especie de horror en forma de rascacielos de esos que se da media vuelta con picajos y tal. En mi opinión es feo con ganas, pero ya se sabe que yo soy un antiguo. He visto imágenes de las dos fuentes dedicadas a la memoria de los tres mil y pico asesinados en las torres por la furia del Islam. Eso si que me parece bellísimo. Las dos cubetas cuadradas son el vacío el no-espacio simbólico que falta donde antes hubo dos torres imponentes. Sobre sus paredes, según cuentan, está grabado el nombre de las tres mil y pico ausencias que nos regalaron esa pandilla de indeseables. Lo malos, que son así.

Termino de leerme hace dos minuticos un libro de un tío al que creía yo una cierta decencia, pero que ha resultado nauseabundamente equidistante. Otro día le meto la daga napolitana. Vi ayer un reportaje en una tele moderna sobre la historia de cinco o seis familias que padecieron los ataques del 11S en sus carnes. Era como los chistes, un francés, un japonés, un hispano, un moro... Pero no tenía puñetera gracia. Cada cual con su drama, y cada cual con su grandeza. Ni uno clamaba por la sangre o por la venganza. En todos brillaba la triste serenidad: el japonés que guardaba en un altar familiar las cenizas de su hijo, los singapuríes que tenían de cubrecama una bandera de barras y estrellas, la viuda canadiense que guiaba las visitas al museo del 11S y que enseñaba con cariño y orgullosa tristeza la foto de su esposo, el francés que amaba las dos torres como dos personas, llenas de personas. La mora que sentía tristeza, peor no rencor, por haber tenido que aclarar que su hijo asesinado era americano y musulmán, por mucho que le hubiesen asesinado sus hermanos en la fe. No hay equidistancias entre los buenos y los malos. En todo caso, cobardes.

No soporto a los cobardes.


viernes, 9 de septiembre de 2011

Hablando de la tele

Total, que limpiando el congelador me encontré con esto, que también viene a colación, así que como estoy postveraniego pues nada, que todo vale para el garito. Al final, postdateo.

Nada que ver lo del tiempo de crisis. La prensa, desde hace unos cuantos años te coloca un edredón o un chispiscontrol, que no se qué es, pero que me tienta comprarlo, con ese nombre tan salado. Y el tontón de regalo, que da mal rollo, porque me recuerda a los tontón macuts, esos negrazos armario que te amacheteaban (con perdón por el palabro) si no le hacías la pelota al jefe del garito. Entre chorradas varias, a veces hay pelis y libros que tampoco están mal. Así, hace unos años me pude hacer con una Plaza del Castillo, de García Serrano que por falangista no hay quien reedite. Parecido a los de Foxá, que conseguí por el mismo camino. Qué país de catetos.
Lo cual, que un periódico vende, por diez duros modernos y un cupón el ejemplar, toda la serie Yo Claudio, aquella de hace tantos años. Y en esas estamos. Comprando y viendo. Hace unos meses, la piratee pero ahora me la compro, porque el precio está muy bien, se compra calidad y versión original. Ministrilla, ajusta precios y no piratearé, pero no nos chulees, guapa.
Es divertido ver los créditos. El periódico que lo vende es El Mundo y la distribuidora de los deubedeses es Sogecine, una de las divisiones audiovisuales de Prisa. Extraños compañeros de cama, o la pela es la pela. En fin.


PD: Anda una tele de por ahí que va a filmar una nueva versión de Yo Claudio. ¿para qué, me pregunto? ¿La mejorará? Con las últimas experiencias en el género, para mi que será lo mismo, peor con peores actores, con más tripajas colgando y con menos enaguas, no se si me explico.

jueves, 1 de septiembre de 2011

La brújula


Resulta que en una dedeté de estas que suelen ser un castañón de padre y muy señor mío, reponen desde el comienzo Perdidos. Me acuerdo de cuando reponían a cachos y en desorden Doctor en Alaska los agostos de gotarrón y tonel de cerveza fría, que aquello era imposible pero de verdad. Un día saía Chris Stevens con pelo corto y barba larga a manga corta y al día siguiente quitando con pala la nieve para llegar a la radio, afeitado y melenón. Será el calor que me está volviendo loco, te decías. Y al final ni sabías.
Lo cual que por el tiempo libre voy y me quedo.

La gente anduvo en Perdidos boquiabierta y enmudecida con tanta sorpresa y tal. Luego, con el final hubo decepción para muchos, casi todos, aunque yo, artista en lo de llevar la contraria quedé razonablemente satisfecho, y como este es mi garito, pues ahí queda. Oye, cada cual termina lo suyo como quiere y ya está.
Ahora, a propósito de una serie que comenzaban a echar, se está recordando lo de Twin Peaks, que también fue un poco como Perdidos, que al principio fascinaba a todo aquel que tenía oportunidad de verla pero que según avanzaba, parecía que se entendía menos. No se qué año corría, pero me parece que aún había algún que otro diplodocus por allí. Lo echaban en Tele 5, que ra un canalucho que ya apuntaba maneras. Se veía en Madrid, Barcelona y poco más. Yo andaba, en aquel entonces en Pamplona -Pompaelum, casi- y como me lo grababan en vídeo, cuando volvía de vacaciones o en algún fin de semana, veía los capítulos del medio tirón. Luego a los compañeros les contaba que era como una peli, pero buena, que aquello era una joya. Una vez un profe en clase nos puso el primer capítulo y el aire se cortaba. El personal estaba clavado a la silla. ¿Lo véis? ya os lo decía, es una maravilla.


Yo, como el algodón: no engaño.

Vuelvo a ver -tercera vez ya- los dos primeros capítulos de Perdidos. Bueno, es que son de traca. Anda que no hay información, anda que no tienen manteca, anda que no está ya todo pensado desde el primer minuto. Qué trabajazo, qué guionistas, qué nivelón, menuda Kate, pero esa es otra película. Bueno, es la misma, pero ya nos entendemos.
Bueno, que no se cómo iré de tiempo, peor que me temo que me perderé buscando entre las ruinas de la serie las piezas del puzle. Y también pillaré The killing, que dicen que es la nueva Twin Peaks. Por ahí tengo la vieja. El día que me ponga a verla, me quedo pegado al sofá. Como con Doctor en Alaska, sudando entre las nieves.