lunes, 31 de octubre de 2011

Las autonosuyas

El sábado publicaba el ABC una carta de Mingote al director del periódico, que por su interés publicaban para que nos perdiésemos ni gota. Está feo lo de ir leyendo la correspondencia ajena, pero, para evitar sustos, mejor así. En resumen, que Mingote, que ya hace tiempo dejó de usar pantalón corto, le pedía al jefe que si acaso, mejor bajaba el ritmo, que tampoco era cosa de abusar. Son noventa y dos añazos de lápices y arrugas, lo que no está nada mal. Para ir pasando, ha dicho que dibujará algo y que repescará viejos chistes ue considere vigentes. En cincuenta y tanto años en el ABC ha más de un chiste al dia hay dónde escoger.
Ando, desde hace alguna feria, hincándole el diente a los libros de Mingote que se pueden ir encontrando y
la verdad es que los asuntos se mantienen y que, cuando hay talento, la viñeta está más fresca qu8e una lechuga. Que una lechuga fresca, que también podría estar pocha, pero no es el caso. Y para muestra un botón. El chiste.


Los chistes de Mingote que llevan niños me gustan especialmente. Les dibuja tiernos, con cara de pan y el colmillo dulcemente afilado. Las nenas son una delicia, y más listas que el hambre, y los nenes de flequillo y gorra no dejan escapar ni una. Ese castillo, a medio camino de paisaje castellano y de verano fugaz. Y el colorín, que con colorín queda muy bonito.
Venga, Mingote, que hay mucho trabajo por delante.

domingo, 23 de octubre de 2011

La semana


Estaba lo de los resúmenes semanales, pero últimamente, con lo poco que nos prodigamos aquí uno y el vecindario, que resulta complicado.
A tenor de como terminaba la semana en lo público, mejor ir a por la siguiente a ver qué nos espera.
Así que mucho ánimo y mucha diversión, porque el lunes nos puede sentar fenomenal. O no, pero como eso no sabemos, habrá que confiar a ver qué pasa.
No se, un cuadro y a ver qué tal nos va.

Es de Emil Nolde, un viejo amigo que me regaló una historia, más o menos..

sábado, 22 de octubre de 2011

Ni olvidamos ni olvidaremos

Cómo él lo ha dicho mejor que nadie, lo copio aquí con admiración, respeto y compasión. Y ojalá llegue al Senado para que al menos haya una persona decente en ese lugar. Si yo pudiese, le votaría.



Diego, hijo, tu muerte no fue en balde. Lucharemos hasta el final para que se haga justicia, por ti y por las 858 víctimas del terrorismo. Nosotros hemos puesto los cadáveres encima de la mesa y ellos pretenden que tú tengas la misma consideración que los propios terroristas. Eso no será así. Sería la derrota de la justicia humana: equiparar al verdugo con su víctima. Tú, hijo, defendiste, junto a centenares de policías, militares, jueces y ciudadanos caídos, la Ley, y por eso te mataron. Diego, te mataron sólo por ser un Guardia Civil, por cumplir tu deber. La única guerra es la que ellos mantienen contra la democracia. Diego, por la dignidad y la justicia, no vamos a claudicar. El fin de ETA será real cuando entreguen las armas y pidan perdón por el dolor causado, y cuando asuman su responsabilidad moral aquellos que les han ayudado políticamente con total impunidad. Diego, que sepan todas las víctimas que los que estamos aquí seguiremos luchando para que su memoria no se pierda. Me presento para senador en el último lugar por las listas de Guipúzcoa, que con tanta valentía y generosidad me ha ofrecido en Partido Popular. Si alcanzo esta responsabilidad, lucharé por vuestra memoria, para construir un mausoleo en el corazón de Guipúzcoa, con un fuego permanente, con tu nombre, Diego, y los de todas las víctimas asesinadas a manos de ETA. Para que viváis siempre entre nosotros. Porque, hijo, ni olvidamos ni olvidaremos.

Antonio Salvá

PD: La Razón ha estado fenomenal.

jueves, 20 de octubre de 2011

Menuda tarde


Menuda tarde llevamos.

Resulta que la noticia del día de pronto se trastoca cuando aparecen os fulanos leyéndonos el programa electoral. El de la coalición Eta-Gal. La verdad es que esta milonga ya nos la sabíamos. Hasta la sabía el golfo de Kofo Annan. El que peor ha quedado es
miamigo Tony Blair, apuntándose al final y de tapadillo y ahora arrastrándose como una babosa. Joer, Tony, con lo majo que parecías, ¿cómo te has vuelto tan idiota?
Sale Rubalcaba con un hipido porque se acuerda de las víctimas y tal. Bueno, hace días, cuando le hacía la claque al jefe del Gal, -González, Felipe- no se acordaba de nada. Ni hay pruebas ni las habrá. De la coalición Eta-Gal le van a cascar al malvado Patxi en toda la cresta, a los bienpagaos del Peneuve bienpagaos pero sin votos, y a los muertos en el cementerio. Y Zapatero, por fin, podrá ser Nobel de la Paz. Lo que va a chulear en la logia, yo, como el negro, olé con la conjunción planetaria.

Eta-Gal ni devuelve las armas, ni pide perdón ni se arrepiente y condiciona su supuesto guardar el trabuco si hay negociación. A ver, un paso al frente el idiota que se crea esto. Porque, idiotas silenciosos, a quién se le ocurre lo que pasará si un ministro del Interior decente dice que tururú, que al que trinque con la goma dos lo mete en el talego, que reanuda la dispersión y que da orden a la Fiscalía de bajarse la toga para volver a perseguir a los malos en lugar de violar las leyes para regalarles el perdón.


Quien quiera olvidar que olvide.

Hasta esa hora estaba yo con lo otro. Lo de la Otan.
La Otan, aliada con una cuadrilla de salvajes islámicos, se puso a bombardear un régimen legítimo -asqueroso, pero tan legítimo como la Onu que lo había reconocido. De la heroica acción de la Otan en la que los españoles hemos participado muy activamente hemos tenido de todo, pero de nada nos hemos enterado. Jolines, en Irak todo eran "muertos civiles", pero en Libia ni uno.
Total, que por cambiar los contratos de Libia con Italia -y con Repsol, Brufau, La Caixa y tanto golfo- por los de Le petit poin Sarkozy, les regalaron una ración de pepinos de mucho cuidado, Lo de la exclusión aérea esa que consistía en bombardear ciudades. Qué penica que los del
No a la guerra estuviesen de quinceeme y no dijesen ni mu de esta barbaridad. O será que las ratas no hablan. En fin, que hoy, gracias al fiel aliado occidental -cada día me convenzo más de que Obama es el infiltrado-, los asesinos integristas han apaleado a Gadafi y le han ejecutado, lo mismo que a los negros que iban atrapando, que la portada aquella del ABC aún se me aparece como la imagen del terror puro, el mal, el Diablo, vamos. Que no existe, pero que hoy se está pegando unas risas a nuestra costa.

Menuda tarde.

PD: oigo que la Otan se reúne mañana y que debatirán si siguen para mantener la seguridad. ¿De quién?

miércoles, 19 de octubre de 2011

Me quedo de piedra


Oigo en la radio, a primera hora la noticia musical del día, por así decir. En el informativo de la Cope, antes de que empiece Buruaga hay un locutor, Enrique Campo, que apuesta por una fórmula interesantísima. Se trata, de 6 a 7, del resumen informativo habitual y el avance de temas para la jornada, el tiempo, repaso a las cabeceras, con una simpática ojeada a las regionales, con aire de magacine que resulta muy efectivo para lanzar a los oyentes madrugadores hacia el informativo potente. Me gusta.
Entre sus secciones, a eso de las 6.25 suelen poner una cancioncilla para ilustrar una supuesta noticia musical. Suele ser alguna chorrada de las habituales cantante-pedorras cuyas mayores habilidades musicales se sitúan, geográficamente hablando en los muslos, por no perder del todo la elegancia.
John Squire, además, pinta. Esto ya lo he comentado por aquí. Pero es que es muy bueno, el tío.

Hoy, sin embargo, en lugar de la tontuna, oigo una canción de los Stone Roses. Quince años de la separación del grupo. Hombre, una cosa es magacine y otra tener una noticia tres lustros en el frigo. Pero no, hay noticia. Los Stone Roses se reúnen para una gira. Y cuenta el asunto.

Hace unos días fallece la madre de Mani, el bajista del grupo. Al funeral acuden los otros tres Stone Roses para acompañar en el trance a su antiguo comilitón. Como suele pasar en estos asuntos cardiaco-musicales, en la ruptura hubo tensiones y hasta alguna antipatía, cosas de celos y chorradas discogáficas. Las dos estrellas del grupo, el cantante y el guitarra, eran demasiado para aguantarse.

La cosa es que, los sentimientos a flor de piel y tal, la charla, el canapé, una copa en memoria de la madre, que en Gloria esté, un abrazo, tu prima sigue igual de maciza, yo qué se, a uno de los antiguos jóvenes tarambanas, veintitantos años después, le da por decir ¿y si nos volvemos a juntar? Yo es que me lo imagino. El cruce de miradas. Si Squire dice que bueno, yo digo que vale. Si Brown dice que vale, yo digo que venga. El pobre Mani, triste pero alegre, porque las despedidas son tristes pero la cordialidad es alegre. el batería -hubo dos, así que no se cuál sería de ellos- haciendo de batería, chisposo e insustancial.
Venga, ¿va?, pues va.
Y allá va. Ni se fechas, ni sitios ni nada, peor apuesto a que será a lo grande, a que habrá material nuevo y a que, a poco que pueda, estaré allí para volver a disfrutar de su arrolladora música. Un torbellino musical a cargo de unos fantásticos músicos que, cuando se alargan, se rockean y se sinfonizan son lo mejor que uno puede escuchar.
Ya veremos, si Dios quiere.
En la sala noble pego algo, para ilustrar.

lunes, 10 de octubre de 2011

Cosas de aviones

En un blog que me gusta mucho llamado Enmadrid -con ese nombre ya lo tiene casi todo ganado- su autor reflexiona sobre la crisis en España y la compara con lo que pasa en una familia cuando está formada por una cuadrilla de manirroros. Como está muy bien, animo a que, ñana, le deis al linc de antes. Y mientras, como a mi si me han parecido muy bien invertidos esos duros, os dejo aquí un par de fotos de mi admiradísima Patrulla Águila, los mejores de los mejores.



viernes, 7 de octubre de 2011

Teleñecos


De los premios Nobel, en general, hay que desconfiar, mayormente si se consulta la nómina de joyas engarzadas que ilustran sus blasones. Hasta la perla negra, o más bien tirando a gris del pacífico Obama, menuda tela, ha habido de todo, y casi todo cuestionado, al menos lo más populachero, o sea, lo de la paz y lo de los libros, que o me metería yo en harinas fisicocuánticas o en tejemanejes celulares y biorreceptóricos parecidos.


La cosa es que han dado un premio a uno que ha dicho algo del Universo, lo cual suena bien, que tiene cara de telecñeco. A mi me gusta la gente que tiene cara de teleñeco. Saul Perlamutter, si es que podría ser un teleñeco movido por Chiquitoooorrr. Lo pienso y me parto y me expando, como el universo, oye.

martes, 4 de octubre de 2011

Miguelón

Me está enfadando mucho, y esto es volver por la puerta grande, un anuncio que lleva dos días tostándome en la radio a propósito de los jetas de ienegé, un banco holandés que anda noqueado en su Holanda natal y que aquí no deja de gatsarse los duros en anuncios. Claro que la tele también ha de vivir, O no, pero eso da para otro mosqueo.
La cosa es que el eslogan, que es como una idiotez que se repite mucho, se centra en una idea, por ser generoso. Desaprende.


Hombre ya, con lo que tenemos en el asunto académico, los analfabestias que nos pueblan y nos rodean, los gansos que con gobiernan, los currículums de ciencia ficción -siempre me acuerdo de Pablo y su gran hallazgo: el ridículum en lugar de currículum- sólo nos faltaba que esa cuadrilla de torpes gestores de los duros, que cualquier día han de echar el cierre aquí, nos animen a "desaprender". Claro, es lo que le faltaba a esta sociedad de vagos y desnortados, de bobalicones y caraduras, que nos idioticemos aún más, no sea que nos de un arrechcucho de chispazos grises y nos los ventilemos a al checa, esto es defenestrándolos a toditos todos, uno por uno. Defenestración, qué bello palabro. Una vez alguien se quedó a cuadros cuando solté lo de defenestración. Jo, vaya cosas sabes. Por eso me va tan mal con ING, el frechbanquin, o sea un banco de frescales que tiene el morro de financiar sus megacampañas -Matías, tío, qué hasta a ti se te han camelado- con la pasta a fondo perdido que le ha de inyectar el rescate holandés.

A mi me mola más el iBanesto, dónde va a parar, que a estas alturas aún sigo echando de menos a Miguelón.