jueves, 23 de agosto de 2007

Los trocitos del tiempo

Me quedé hace un tiempo con la copla aquella del trapero del tiempo que dijo Marañón. Al parecer, cuando en una entrevista, en una tertulia o en lugar similar, le preguntaron que cómo hacía para leer tanto, escribir tanto, hacerlo tan bien y que le diese tiempo a vivir, Gregorio Marañón se definió como un trapero del tiempo.

Ahora no se si quedan ya traperos. Como todo es reciclar y lo de trapero suena la mar de demodé pues igual no se entiende mucho por dónde voy. Por los andurriales donde habito, había un señor con boina y un perrito, que tiraba de un carro en el que movía chatarra, algo de papel y trozos de tela. Con toda la quincalla que recogía, un prodcutor de teatro moderno te monta una escenografía para una versión dramatizada de la Odisea, te mete un facturón de los de temblar las columnas corintias y se queda más ancho que largo. El papel, a duro el quilo en el mejor de los casos. Luego hablarán de especulación.

Siempre iba con una camisa de cuadros y el perrito atado al carro. Creo que nunca le he oido hablar, y eso es raro, porque la gente que anda trabajando a pie de calle suele tener una cierta afición a pegar gritos. El del taller mecánico que deja los coches pendiente de reparar aparcados en la esquina, el chaval que reparte lo del súper y que abre los portales a patadas, uno en moto de una mensajería y la cartera que aún no se sabe bien las calles y aprovecha para pegar la hebra con el personal. Pero al señor trapero de la boina creo que nunca le oí. Tiene cara de buena gente y si te acercas a donde él está, buscando sus cacharros, se aparta y te deja sitio, como cediendo el turno. Entonces tú te mueres de vergüenza mientras echas, así, deprisa, como queriendo liquidar el asunto, la bolsa de basura o lo que hayas ido a arrojar al contenedor. La gente le medio conoce y le guarda las cosas que le pueden interesar, los trozos de chapa del coche, las tuberías cambiadas, todo eso.



Pero lo dejó. El trapero del perrito y el carro dejó el carro, aunque sigue con el perrito. Yo me imagino que ha de ir muy apretado de duros, pero como es chiquito y se le ve más bien magro, también me figuro que ha de ser bastante asceta. La necesidad, ya se sabe. Le veo a veces, cuando voy camino de la biblioteca o donde sea, con el perrito melenudo atado con la cuerdita, caminando como sin rumbo, la boina, como de paseo.
Traperos del tiempo. O sea, así, a la chita callando, sacándole los minuticos que se nos escurren entre tanta cosa seria e importante, como hago ahora. Se ha bloqueado la red, se entregará el trabajo tarde, habrá tres tontos al borde de la trombosis y luego tendremos que correr más que el tío de la lista para recuperar el tiempo perdido.
Aprovecho este ratico tontete para escribir esto, como ilustración de lo que decía Marañón. En cierta forma es una respuesta al amigo MiblogAngel, que un día me preguntaba que cómo lo hacía. Hay que sacarle al día las horas que no tiene.
A ver si empezando por esto se me pega algo más.

9 comentarios:

Ángel dijo...

Eres un genio para sacar de detalles cosas para contarnos. Agradecido

Nodisparenalpianista dijo...

Nada, MiblogAngel, el mérito está en las propias cosillas. Yo sólo hago de loro, repetir y repetir...

María dijo...

a mi tb me ha gustado esta "cronica del trapero del tiempo"... tu eres un poco trapero también no?
Por cierto.... postales de burundi a porrones en mi blog!

Nodisparenalpianista dijo...

Gracias María. Bueno, me lo tomaré bien. Pero lo mío es afición: puesto a destrozar maderas, al menos me sale barata, ¿no? Te veo lenta actualizando. Necesitarías un chat, que lo sepas.

J. dijo...

El tiempo se expande y se ecomprime. No se qué sensación es mejor: que falte o que sobre.

Y luego están los macabros horarios que tenéis los periodistas.

Nodisparenalpianista dijo...

J (punto), no disimiues a estas alturas, que todos sabemos lo que tienes debajo de tantas capas de pintura!!! Además, yo soy pianista, no me lies!!!

Anónimo dijo...

Muy buena, Pianista, en tu línea. Al final te habrá sentado bien Italia...

Paco Becerro dijo...

Como Marañón, tú también aprovechas los huecos de tiempo que tienes para escribir unas lineas. Eso es chulo, poder compararse con d. Gregorio.

Sigue tocando las teclas de tu piano, en ratos, y oye si dejas de ser pianista, periodista o lo que quieras (pisnista por ejemplo) y te haces trapero, dame un toque que tengo trabajo, hay muchos trastos en casa, que podrían ser útiles...

NOTA Para J.
Tengo que pasar por tu blog pero desde el trabajo no puedo, (debe considerarlo malo o pernicioso, me sale sitio prohibido) y en casa no puedo ahora, ya que el PC está en una de las cajas hasta que terminen de pintar o así, (unos quince días al menos)

Conociendo tu facultad prolífica de escribir, tendré que leerme unos setecientos post tuyos cuando pueda volver a leerte. En fin, sarna con gusto no pica. Encontraré huequitos como el trapero.

Pianista, sabes que hay un blog que se llama http://trapero-del-tiempo.blogspot.com

Por cierto, entre los políticos navarros, se autocalifica como trapero del tiempo el de CDN Juan Cruz Alli

Nodisparenalpianista dijo...

Uf, Dulcinea, es que es decir Italia y pensar en un desguace.
Gracias FutBlog, pero yo sigo aún entre la confusión d elos últimos francotiradores sarajevitas. Vas a flipar, el J (punto) es al brlog lo que Nacho Cano a los pianistas: un crack con once teclados a la vez. ¡Qué tío!!
Miraré el blog, si. Juan Cruz era medio vecino mío. Muchas veces le veía cuando iba a acompañar a una novia que tenía -yo-a su casa -de la novia-. De la novia a la novia, no a Juan Cruz. Le veíamos llegar y tal,. Un dñia va y nos dice "Buenas noches". Pues "buenas". Majo Juan Cruz. Le traicionó créerselo. Pero es buen tío.