Lo normal, unas cosas; que no se pilla lo de los apuntes del bar (etiquetas, etiquetas), que si unas fotos de móvil no aptas para exconvictor pacharaneros; que si quién no ha cantado Alfonsina un día de taja (¿o era Adelita?), que si estoy más acabado que los bombachos de Tintín (albrícias: por fin hemos pasado de treinta y de cuarenta votos, vamos a consolidar cincuenta y más allá) ytermina la cosa pegando un asunto de los madriles.
¿Y hoy?
La gente se agolpa para entrar en el Club de la Bulla. Qué juerguistas.
¡Hoy fiesta, hoy fiesta!
Pero con orden: aquí lo normal o sea.
La pachanga, donde Dulci y las locas.
Y que barran ellas.
6 comentarios:
La estupenda fiesta en casa de otro, pianista.
(y que barran ellas, que a ti te ha tocado muchos domingos)
Luego dirán que tu frase es machista. Pero no. Con los antecedentes de tantos domingos recogiendo vasos rotos, no lo es.
Claro que no!!!
El poder para ellas. Y la escoba como bastón de mando, pardiez!!!
Y a mi cuando me invitas?
Jo, estoy triste :(
Besos!
!Pianista!
¿Cómo me has localizado?
Belén, únete al Club de la Bulla, que éstos se enteran.
jajajajaja bien!!! haciendo propaganda de la fiesta de esta tarde!!! bien!!! mola la foto!
Belén, si no rompes los vaosos del cubata, estás invitada. Y ya sabes que a las penas, puñalás, así que todos a liarla al Club de la Bulla!!!
Juajua, Dulci, no veas qué cola en tu garito!!! Vuestra (mala) fama os precede!!!
Jaja, María, lo que sea por los cubatas gratis (pero lejos de mi garito!!!!
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