450 muertos es una buena noticia porque son en coches, mientras que 120 en avión son un desastre nacional con funeral de Estado incluido, con el Rey por ahí y el presidentín huyendo como alma que lleva el diablo, que ve un cura y se le vuela el flequillo crepado. Por otra parte, ¿por qué se congratula el Gobierno por su buen trabajo en la lucha contra la siniestralidad si nos ha insistido hasta la saciedad con lo que es cosa nuestra, porque no puede conducir en nuestro lugar? Pues felicítenos a nosotros y déjese de meter donde no le llaman. Y devuelva su sueldo, ya que estamos.
Luego está el detalle de las cuentas.
Creo que este es el material del Master de Comunicación Política para periodistas jetas y ministros ad hoc, secretarios, subsecretarios y otras gentes de mal vivir. Se apuntan poco, me parece. Por vagos y por insolvencia cerebral, me temo.
Dicen, sin cortarse un pelo, que desde los años 60, el 62 o por ahí, no había una cifra tan baja de fallecidos y que por entonces había dos millones de automóviles frente a los treinta de ahora. Ya, claro. Pero esa medalla tampoco es suya. Será de los fabricantes, que han ido adecuando los coches con sistemas de seguridad y de protección de los pasajeros, la mejora de las vías –aunque hay de todo, y de eso los ciclistas de carretera saben mucho-, la mayor cualificación de los conductores y el precio de la gasolina.
Porque resulta que si cruzas datos, este año ha habido muchos menos desplazamientos por carretera, por cosa de la crisis que no existe, no seamos alarmistas. Y hasta en la tele nos han cambiado las imágenes de los atascos en la Carretera de Valencia por los coches solitarios rumbo a Levante, de ida o de vuelta. Y lo otro, la gasolina, que cuesta un pastón y que se ha dejado de cantar lo de “ para ser conductor de primera, conductor acelera, aceleraaa”, que a mi siempre me ha dado mucha risa, porque la VISA está escurrida y ya no da para más. Ahorras unos duros y no te sales de la vía. Oye, suena de maravilla.
Luego los adelantos médicos, la velocidad de las asistencias médicas en las carreteras, las dotaciones hospitalarias y todo aquello, que ha mejorado las posibilidades de supervivencia de los accidentados. Y luego, un poco de típex para disimular alguna cosita más, como que a las no se cuántas horas, si la víctima de un accidente de tráfico se muere en el hospital, pues no computa como víctima del accidente en cuestión, y Pere Navarro, ese hombre a una enciclopedia enfrentado, parece Adenauer, como poco. O Fitipaldi, no se.
Y ya digo, por acumulación no, por proximidad, 125 son desastre y 450 alegría. Que esa sea la cantinela de los chorizos que nos gobiernan pues mal está. Que los voceros a sueldo o simplemente vocacionales lo repitan para poder continuar pastando, una vergüenza, que nos lo traguemos, pues nos empachará. Pero oye, con la tontería, hemos llenado la tira de papel y de minutillos y sin hablar de la crisis que no existe. Y ahora que decae, que algún juez de guardia nos haga un apaño para irnos entreteniendo. Venga, otra de gambas. Bueno, media, que estoy escurrido.
14 comentarios:
Eres muy valiente diciendo algo así, porque es difícil hacer un análisis de este tipo cuando hay víctimas mortales. No puedo, no obstante, dejar de estar de acuerdo contigo. Parece que hay muertos y Muertos.
Tienes toda la razón.
Muy bien analizado. Estoy de acuerdo contigo.
Y ya puestos, ¿qué tal hablar del Yak versus Spanair? ¿A que no tienen bemoles ni unos ni otros, voceros incluidos?
Muy bien analizado. Estoy de acuerdo contigo.
Y ya puestos, ¿qué tal hablar del Yak versus Spanair? ¿A que no tienen bemoles ni unos ni otros, voceros incluidos?
Bueno, Néstor, es cosa de justicia casi más que de valor y un poco de lástima por la profesión también. Y gracias por tu alta estima.
Gracias Myriam.Ojalá no hiciese falta comentar estas cosas, pero ya ves.
Gracias a ti también, Dulci. En general, hay escasez de bemoles, si.
Vale, lo mismo Dulci.
Amén.
Jo, Atiza. Gracias. Pero lo mismo. Más bien ora pro nobis.
No creo que nadie cuestione que el accidente aéreo fue una tragedia. Y además con indicios de que algo no iba bien...
En lo de las carreteras entran más matices. Dudo que alguien pueda felicitarse por ""sólo"" 400 muertos. La "alegría" viene porque son menos que otros años. Digo yo, que sea por lo que sea, será buena señal una rebaja en el número de víctimas mortales en accidente de tráfico, ¿no?
Evidentemente entran los factores que has comentado. Y el mérito está claro que no es de la clase política aunque tampoco me parece tan descabellado que pretendan adjudicarse alguna medalla por su "lucha" contra la siniestralidad en las carreteras.
Yo veo el problema en que casi el 75% de los radares no están situados en puntos negros y que las carreteras secundarias están demasiado descuidadas...
Lo de la crisis lo dejo para otro día.
Lidia
Y para Dulcinea: la diferencia estriba en que el gobierno no contrataba el vuelo de Spanair, y el Yak estaba millones de veces subcontratado, pero el último de la cadena era el Ministerio de ese que sí tenía muchos bemoles (tantos como para nombrarlos en el Parlamento, en alarde de buen gusto).
Contesto y luego os borro.
Cuando se dicen cosas que os incomodan, a insultar que es lo vuestro. Si supieseis lo hermosa que es la libertad, no la ensuciaríais con vuestras palabras.
¿En este párrafo hay algún insulto?
"Y para Dulcinea: la diferencia estriba en que el gobierno no contrataba el vuelo de Spanair, y el Yak estaba millones de veces subcontratado, pero el último de la cadena era el Ministerio de ese que sí tenía muchos bemoles (tantos como para nombrarlos en el Parlamento, en alarde de buen gusto)."
No entres al trapo pianista dile solamente que de mierda no ja ja.
Yo no le he llamado nada. El otro comentario no es mío. Sólo hablaba del tema de los aviones.
"libertad, libertad, sin ira libertad..." quién nos iba a decir entonces que íbamos a sacarle tanto partido a la cantinela de Jarcha. (ATIZA, que no ha pasado tanto tiempo, hombre, no te me deprimas...)
Pd. Y, "orate pro eis"
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