Ofende a la inteligencia, a la moral y a la decencia de cualquier persona con dos dedos de frente y algo de vergüenza lo que está ocurriendo en Afganistán. La peña persevera en lo de la "misión de paz" cuando es una guerra en toda regla, para diferenciar de aquella "guerra" que si era misión de reconstrucción en Irak.
Como es "misión de paz", no es necesario enviar blindados con blindaje o con inhibidores de frecuencia, de esos mismos que llevan todos los ministros, ministrines y demás vagos cuenta del erario público. De todo esto que ha sucedido, a propósito de la muerte en acción de guerra de un cabo español - no es tan difícil escribirlo y no se necesita papel de fumar, lo aseguro- son un par de cosas. Uno, la que pego en forma de titulares.
Los principales medios españoles titulan haciendo equilibrios para no tener que escribir que un militar español ha caído muerto en un combate. Una trampa, vale, pero resultado de una acción de combate. Por cierto, ¿cómo se activaría la mina? ¿por el efecto de pisado o por control remoto? Del pisado no creo, prque había pasado ya medio convoy. ¿No será que se nos hurta ese dato porque significaría que un cacharrín tan sencillo y barato como un inhibidor hubiese salvado a este soldado, lo mismo que a los dos Guarcia Civiles en Mallorca? Es que no hay parné. Bueno, entre condonarle la deuda al cacique Morales y salvar la vida de militares españoles, yo lo tengo clarísimo. Temo que nuestro presidente también.
La otra cosa que me indigna y me asquea. Lo comenté en una güep de por ahí. Echo de menos que algún mando -y apunto desde al Capitán General de los Ejércitos, a su hijo -el de las promocioneso automáticamente veloces- hasta al sargento que está por encima de ese desafortunado cabo- de un paso al frente, convoque una rueda de prensa, ponga sus galones encima de la mesa y diga que, aún a sabiendas de que eso sería su suicidio profesional, hay que o recomocer que estamos en guerra y, ante ello, dotar de las mejores unidades y los mejores materiales para ganarla o hay que retirarse de inmediato. Mi cartilla y mi pechera. Y con la cabeza bien alta.
Pero la milicia también está blandita.
Tal vez no tanto como la prensa, pero por ahí andan.
sábado, 10 de octubre de 2009
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