En el tendedero había ropa secándose. También, en una percha, el abrigo que se aireaba. Decía orearse, pero aquello le parecía de pueblo. De pueblo que no se hacía, porque total para qué, como si fuse tan fácil librarse de los olores. Aquí huele a vaca, le había bisbiseado para que no le oyese el propietario que les quería alquilar aquel cuchitril infecto por una barbaridad; los abusos y los de pueblo, ya se sabe. Huele a vaca, o sea.
El mantel tenía viejas manchas de vino medio aclaradas, pero que ya eran huella indeleble de su pasado. Así son las cosas, que a veces los manteles se agarran unas manchas que no quieren soltar jamás, como para decir aquí hubo una botella de tempranillo de garrafa, por si acaso llegaba el tiempo de olvidarse de las garrafas, de los tempranillos y hasta de los manteles. Había pantalones y enaguas, calcetines y una camisola fresca y bonita, calzas, calzones, pinzas de madera, de plástico amarilleado, un trapo y una bayeta y un pantalón de chándal que se le había caído a la vecina. Y el abrigo oreándose.
A veces se veían cosas de colores, pero era muy raro fijarse. igual estaría aburrido, allí, como el abrigo que esperaba al fresco. Bueno, cosas de la colada.
Un día le preguntó y qué, ¿no sería mejor llevarlos a una lavandería?
Sería.
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23 comentarios:
Personalmente odio exponer mi ropa -especialmente la interior- a las miradas de los vecinos. Un pantalón mío, sin mí, está tan desnudo como yo sin él.
Por eso tiendo dentro de casa -no tengo secadora- y tarda un huevo en secarse, pero mi orgullo queda intacto.
Menudo soy yo.
Un día que el Improntuario nos invite a unas caipiriñas o algo, te cuento una cosa muy interesante sobre ese asunto, quee s un poco larga y no es plan cansar al personal, Lepoin. O en el caraoque ese que vamos a reventar!!!
Los tendederos dan mucha información si se saben leer bien: colores, tamaños, frecuencias, horarios, tallas, y tipo de ropa.
Por eso, lo que quiero preservar un poco de las miradas cotillas como la mía, lo cuelgo de la cuerda más próxima a la pared.
Lepoin, la ropa necesita aire y sol para estar limpia de verdad, hombre. Y que sepas que las vecinas profesionales marujean acerca de tí independientemente de que tiendas o no ;))
*Ya, Dulci, pero es que tengo un trauma adolescente de ver, 50 metros antes de llegar a mi casa, mis calzoncillos secándose en el balcón de casa, solitarios y a la vista del barrio entero.
Tú, por ser mujer, no puedes comprenderlo, pero los hombres, después de un golpe así, nunca volvemos a ser los mismos :P
*En ese karaoke pendiente tenemos que hacer cantar al improntuario "The gambler", de Kenny Rogers. Si vieras el arte que se da con el tema...
¡No, no, no, Lepoin! ¡Que nadie me toque el Jugador, que es propiedad de Kenny en exclusiva! ¡Nada de imitadores, que siempre quedarán en evidencia!
Oye, Pianista, pues yo siempre he dicho "orear". Si bien es cierto que creí que nadie me entendía.
Te recomiendo, Altea, "Islands in the stream", con Kenny y Dolly Parton al alimón. Insuperable :P
http://www.youtube.com/watch?v=lixDK_tMEhE
nosotros tampoco tenemos secadora, pero lo bueno es que tenemos jardín, donde airear nuestra ropa sin temor a ser espiados!!.
Me gustan las pinzas de madera, las auténticas, esas que uedes desmontar y hacer figuritas... las de plástco son una imitación.... juajuajua.
A mí, en cambio, no me da ningún pudor tender mi ropa y que la vea todo el mundo. Mi tendedero es elegante y ordenado; la ropa sencilla, moderna y siempre pulcra.
No sabría con qué quedarme: con el de ropa blanca o de color. El cesto con la ropa recién planchada, otro espectáculo.
(Reconocer las virtudes es también señal de autoestima, como de los errores)
Ojo con Kenny que yo le conozco desde hace más tiempo que los aquí presentes...(Lepoin, y que tú también, majo. Que eres un pipiolín...)
Ay, pipiolín, dice. No sé si quitarme años verbalmente o vía botox. Creo que optaré por lo primero, que me sale más barato :P
Pero bueno, ¿esto qué es??
Que os pongo un tendedero y me montáis una reunión de marujas postmodernas que ríete de las lavanderías de las pelis de la Coixet!!!
Dulci, lo que se pierde el Cesid contigo!!
Lepoin, si es que provocas: un escaneado de esos calzones ya!!!
Altea, orear lo entendemos, seguro, pero lo de Kenny Rogers... en fin. (y con todas las erres!!!)
Hay que reivindicar las pinzas de madera, María, aunque sean de los chinos (es decir, de bambú).
Atiza, si es que no se puede luchar contra una fashion victim como tú. Oye, habrá que ir de etiqueta cuando inaugures tu (inminente) güep, ¿no?
Vigila con el botox y las babas de caracol que se pasa del Hola al Cuore en menos que se cae un implante, Lepoin.
La ropa sucia se lava dentro de casa...
No hables que hay ropa tendida
Le das más vueltas a todo que una lavadora
Y ahora mismo me voy a orear a mi misma que no digo más que tonterías y tonterías
Oye, oréate para seguir igual de inspirada Myriam. Además, ahora que María ha vuelto, hemos de traerte a ti de vuelta pero a tope, o sea.
Un momento: Que acabo de caer que hablais de Kenny Rogers. Menudos duos cantó con Frank Sinatra.
Efectivamente, Lepoin. Como mujer no puedo comprender lo que supone que vean mis calzoncillos tendidos. Por cierto, entonces, ¿eres un mocosete o te echas farmatint?
Oye Atiza, guapa, qué es eso de "Mi tendedero es elegante y ordenado; la ropa sencilla, moderna y siempre pulcra?"
¿A que hacemos una competición de cuerdas de tender, a ver quién tiene el mejor tendedero?
Eso, Dulci, yo evitando el marujeo y tú hurgando con la fregona y la vileda en la herida.
Así son las cosas... A veces, nos agarran unas manchas que no nos quieren soltar. Y ahí están: las cicatrices que nos deja la vida en el alma y en el cuerpo. Experiencias cosidas al corazón o a la piel. Y a veces, también se ven cosas de colores...
Marta
Es infernal. EL momento de sacar la ropa de la lavadora y tenderla es infernal, sobre todo porque sabes que después vienen horas de planchado...
Snif.
Pero qué jeta, Néstor, si tú ni llamas al Telepizza, tío vago!!!! ¿O es que la gripe te ha transformado???
Menos mal que tenemos a Marta pra que ponga un poco de sensatez en el cotarro!!!
Joé, Marta, a estas horas, comentarios de tanto calado, me...hunden! (ay que me sale la vena marinera!)
Marta, tesoro, que ahora hasta las cicatrices de la piel se curan. Las otras, desde siempre, ya sabes.
Pianista, y tú con tus tenderetes, de verdad...
Exacto Atiza, yo también creo que es el Piansita es el que nos provoca para luego llamarnos marujas a los demás.
Que cuente él cosas de su tendedero, a ver, a ver...
Eso, Atiza, toma nota y a ver qué pasa con el nivel de flotación de inminente güep, más cuaderno de bitácora que ninguna. Y no me toques el tenderete!!!
Dulci, no seas buscamarañas. Y yo no me llamo piansita!!!
¿Que ahora te llamas Piansita?
Jo, nunca pensé que un tendedero diera para tanto. Ya vamos por el comentario 22.
Es que este es un tendedero de nivel, Altea. Jo, ni yo me creo que hayamos llegado a tanto... anda que no tenéis ganas de balón, jolines.
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