Días antes del advenimiento de Sus Majestades, los analistas de la cosa, los agoreros, lectores del vuelo de las golondrinas y otros analistas de la res pública nos decían que este año, el regalo estrella traído desde Oriente ina a ser el libro electrónico. Los letraheridos nos echábamos las manos a la melena, qué va a ser de nosotros, sin los papelajos amarilleados, sin poder forrar los libros -hay que forrar los libros, amiguitos, que si no se marranean un montón-, sin poderlos datar y firmar o hasta ponerle el cuño ese, como hacía el pobre Joaquín.
Todo son ventajas, nos martillean desde el Abecé Cultural que cada uno lee, que ahora se llama de un modo cursi y rediseñado logotipado, qué memez.
Un día, un mes y pico antes de la Epifanía, hablando con uno del ramo, me decía que ellos tenían anunciado que los pondrían a la venta para echarlos al zurrón de los Reyes. Pero que no sabían casi nada de como iría. Los aparatos si, tienen precio, caractersticas y toda la pesca, pero no tenemos ni idea de cómo venderemos los libros, si será directamente con las editoriales, las güeps o qué. Y el pirateo. Uy, eso va a ser la monda.
Lo cual que tanta expectativa se quedó en agua de borrajas.
Porque el regalo estrella ha sido la cafetera. Para vagos. Y guarros.
Hay rumores que dicen que esas tarrinas de café dan una diarrea tremenda, en plan mascletá, con perdón de la mesa. O eso, o es que han injertado carajillos cabezones en algunas partidas de nespresos.
¿Qué te han traído los Reyes? Una cafetera. Hombre, más que una corbata es, pero suena un tanto rácano. Pues nada, la rediseñamos un poco, la revestimios de glamur y a vender las tarrinas de la cosa, que es donde hacemos apsta. Hale hop, inventada la nespreso. Luego pones al Cluni, Martini beibi, a hacer anuncios y dicho y hecho, todos como locos a hacer cola para pagar una pastita por la cosa. Y la renta en tarrinas. Es más barato que en un bar, te dicen. Ya, pero mucho más caro que la melita de toda la vida y el café del mercadona. Y total, para tomarlo con leche, ya me dirás, prenda. Ya, pero a ti no te sale espuma. Eso también es verdad. Pero da bastante rabia pedirte un cafetón que al final es la mitad espuma y sólo un culín de sustancia.
Además es una cochinada, porque a ver: cómo se limpia. Hay un género de guarros que dicen que las cafeteras no hay que lavarlas. Puajpuaj, eso es una cochinada, hombre. No cada vez, vale, pero de vez en cuando, hay que darle un fregado y hacer una con agua y vinagre opara limpiar las tuberías, como si dijéramos. Luego se vuelve a lavar, se hace con agua y a usar de nuevo. Pero las nespresos y alrededores, a ver, ¿cómo se limpian? Pues una vez cada no se cuanto, con agua destilada y no se qué cosa que te venden con las tarrinas. Vamos, anda.
A mi, de la cafetera me encanta el misterio. En las de vaqueros. En las pelis de vaqueros, cuando John Wayne dice, vamos a acampar, allí, en mitad del desierto, con Eli Wallace y Dean Martin o quien fuese, echan las sillas para hacer de almohada, lo que ya suena a barbaridad, que han de ser como piedras. Luego asan una liebre recién cazada, bueno, vale, eso aún, y erminan haciéndose un café. O sea, que en el capacho, llevan su cafetera, el agua, supongo que de la cantimplora y un frasco de judías reciclado para llevar el torrefacto. Que lo de la cantimplora tiene tela también: Cinco tíos beben de una sola cantimplora mientras cruzan durante una semana el desierto camino de los Apalaches. Venga, va, joer, que es que nos los creemos todo. Y luego que el campamento ese ha de oler a zorrillo. Tres tíos sin ducharse una semana, los sudores, los caballos y las botas camperas, que sería quitarse una y fulminar gaseado al pobre cheroqui. El hombre blanco tiando a marroncillo mugriento. Me parece que un día escribí de todo eso.
Lo cual, que me tomo un café de melita mientras forro primero y leo después alguno de los libros que me han traído los Reyes Magos. Y a los modernos, que vean más pelis del Oeste.
9 comentarios:
Yo soy de café. Me gustan los expressos, y los cafés de cafetera de rosca, la tipica Moka italiana de casa, en especial había una marca que traían de Canarias, que se conocía como la del tío de los bigotes...
Como publiqué, me regalaron (promoción en mi blog) una cafetera de esas monodosis, muy cómoda, muy limpia, y hace un café muy bueno, con su espumita y todo... (a mi nome gusta la espuma, sino el café)
Un amigo tiene una Nespresso buenísima, y reconozco que me gusta el producto que se obtiene...
Las únicas que no me van son las cafeteras de filtro de papel, las que hacen un bidón de café tipo americano...
Pero lo de no lavar las cafeteras, sean las melittas, las mokas, las nestpresos o la Senseo, me parece una guarrada...
Y lo de los libros... bueno, yo soy de papel, como tú, aunque no forro los libros, los cuido y los leo tan rápido que casi ni los arrugo... igual que soy de vinilos y/o de CD's... pero admito la comodidad del mp3 para salir a correr o a caminar con la música en los casquitos, y del mismo modo, veo bien el futuro de los llamados libros electrónicos, pero solo para viajes, o situaciones en las que quieres llevarte 4 ó 6 libros, y no quieres ir acompañado de un porteador que cargue con ellos...
Eso sí, creo que para el ebook, falta todavía tiempo, le falta un toque más atractivo, algo que le de magia, como hizo el tío Apple con el ipod, esperemos a que D. Google se meta en este negocio...
Mira Pianista, chato, prueba a poner tú esa mueca y a ver si sales la mitad de atractivo que mi Clooney a pesar de que esta no es su mejor foto. Peste de fotógrafos malvados.
Que la envidia es mu mala.
Y hablando de libros, pues la verdad mejor el papel siempre. Hay una liturgia en forrar el libro, el pasar las hojas, en el punto de libro, en el tacto y el olor del papel antiguo ... que no se puede sustituir por ningún medio electrónico.
Y es que puede que no se trate de sustituir nada, sino de aplicar los medios a sus mejores funciones. Y en el tema de la lectura, para lectores de verdad, el ebook no tiene nada que hacer.
De cafeteras no entiendo ni papa porque no me gusta el café, pero me gusta mucho quien anuncia la Nespresso. Ya sabeis.
Es lo que digo, FutBlo, la excusa de los guarros. Y forrados van de perlas, porque no se ensucian, los puedes echar al bolso con toda paz y si los apoyas en la mesa del bar y no has visto si antes ha estado un guarro de esos y la ha dejado pringada, pues le pasas un trapillo al forro y listo. Para mi que el año que viene saldrán como churros.
Oye, Dulci, que la foto no tiene truco. Bueno, si, tomarse treinta y cuatro nespresos en una tarde. Claro como el gran Alex Zuelle: cagalega. Yo le veo dos cosas interesantes: cambiar el tamaño de letra y contar con un diccionario (o muchos) de consulta inmediatísima, que te pilla el palabro o la curiosiadad en el metro y o se te olvida, o a tirar de lapicero (siempre está la punta rota) cuadernillo (que o se olvida o no tiene ni media hoja) y terminas malapuntando en el tiqué, que luego pierdes, claro.
Mira pianista; suscribo del hilo al pabilo todo lo que dices.
Ojo, al arte de forrar libros que muy poca gente lo tiene. Es tipo el de empaquetar con papel de regalo. Esas esquinas, los lomos, la calidad del forro, el tamaño y las medidas del corte, el celo perfectamente centrado...No, ex libris, no; que también se pusieron de moda hace años y vaya "ninfas" que se ponían algunas; con la inicial del nombre, mi apellido y la fecha sin grandes detalles, en boli, eso sí, ça suffit.
¿Necesitas un cursillo?
De forrar lobros no, Atiza, pero de envolver regalos, una miajita si, que es mi laguna como bricomán.
!FOTO DEL PIANISTA HACIENDO LA MUECA DEL CLOONEY, YA!
!FOTO DEL PIANISTA HACIENDO LA MUECA DEL CLOONEY, YA!
!FOTO DEL PIANISTA HACIENDO LA MUECA DEL CLOONEY, YA!
!FOTO DEL PIANISTA HACIENDO LA MUECA DEL CLOONEY, YA!
De acuerdo en todo contigo, pianista hasta en lo del Clooney. Me gusta el papel para los libros y para el periódico. No los forro, es más para leerlos les quito el forro ese a medias que traen, los leo rápido, les pongo mi nombre y la fecha de compra, que hay mucho chorizo por el mundo y así, al menos, si me lo quitan, que no sea para ahorrarse el dinero de un regalo.
En mi casa tenemos la dolce gusto y los cafeteros estan contentos con ella. Yo soy de té, a litrros.
Y el libro electrónico, no sé, no me he interesado por el.
Mejor que el Clonney, Richard Gere
La que me faltaba, Dulci, imitar al tío ese. Jolín en Urgencias parecía que tuviese el cuello roto de lo que torcía el cabezón. Por cierto en una tedeté de esas de Tele % la echan a las cuatro o por ahí. ¡Qué cara de pardillo tiene el tío!!!
María Jesús, ¿comentas desde Honolulú? Oye, pues muy bien leída, así que con forro ya sería la bomba. Richard Gere, otro fistro de tío...
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