A mi la Once, pues no se, me parece muy loable, pero me tuesta con el cupón. Con los anuncios, mayormente. Pero esta vez lo han bordado. Al menos con el anuncio de Yago. Yago es un chavalito ciego que responde a las preguntas de un supuesto comprador del cupón. Bueno, eso es lo de menos. Lo mejor es la espontaneidad del chaval. Le andan preguntando y dice que le gustan muchos los perros. Que tiene uno, creo, de mascosta, y que cuando sea mayor, pedirá un perro escolta, me parece que le llaman. A mi me gusta más lazarillo. Un perro lazarillo es hermoso hasta en la palabra. Además, yo no se, pero los perros lazarillo son todos una preciosidad de animales. Hablando de eso, de uno que veíamos en el metro, Txispi me explica que suelen ser mezcla, normaluchos, porque los de cruce son más espabilados que los de razas puras. Qué cosas, aunque parece lógico, la mezcla mejora, la endogamia suele terminar mal, fíjate tú los Habsburgo. Viva Juan de Austria, dicho sea de paso.
En fin, que Yago dice que pedirá, de mayor un perro lazarillo, que vendría a ser como pedir unos ojos, que es cosa muy seria. Luego dice que le encantan los perros, suena el jingle o así y el remate ¿Y los gatos?, le pregunta el tío. ¡Los odio!, reponde con enérgica simpatía el bueno de Yago. Los gatos son odiosos, por mucho que dijesen lo contrario los Freak Brothers, qué tiempos. A mi, los gatos también me dan mucha rabia. Viva Yago y los perros lazarillo. Y Don Juan de Austria, otra vez.
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7 comentarios:
Una vez de pequeña me agaché para acariciar al gato de la portera y el muy ladino me arañó la cara. Desde entonces desconfío.
Una vez de pequeña me agaché para acariciar al gato de la portera y el muy ladino me arañó la cara. Desde entonces desconfío.
Y D. Álvaro de Bazán, y la Fragata que lleva su nombre y su comandante;)
Y ya puestos Lepanto y las calzas rojas de Don Juan de Austria que tanto soliviantaban al aburrido de su hermano Felipe II.
Yo creo que todo era pelusilla porque Juan ligaba más que Felipe.
Los gatos, a la paella, Dulci, si.
Dulci, paella sin ajo, que luego se repirte.
Atiza, lo que más, el comandante!!!!
JOer, Dulci, dónde va a parar, que Felipe, mucho Escorial, pero era un triste de tomo y lomo, agonías de tío, y don Juan de Austria se traía las pachangas de los limoncellos napolitanos y todo aquello.
Tengo a mis lindos gatitos revolucionados, pianista. Creo que le van a rayar todos sus vinilos de colección como no interceda.
¿Y usted cuando nos regala lo del dark side...? A la mayor gloria de Don Juan de Nielsen.
Ainch!!! un motivo más para odiar a los gatos, JJMacías!!!! No quiero ni pensar el ovillo que harían con los viejos casetes!!!!!
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