La Dulci, que es muy suya, me anda tocando los botones con lo de la nueva entrada. Criatura, que uno da pa lo que da, y entre esto, lo de más allá y el beleneo, pues tira, ay ay.
Lo cual que ando en lo mío, tralará, juar qué fresquico, las cosas de lo invernal, leyendo a Umbral y disfrutándolo y con las postales compradas en los cuáqueros que me parece que una vez puse una cosa de ellos o igual no, pero que se la merecen lo más de lo mas, ay. Eso, las postales. Y los belenes. Y las güepadas. Y hasta la sala noble. Jolines, que a ver si el espléndido mugriento que se marcha ahora me podría apañar una buena jubilación. O un negocio en la gasolinera.
Ay. a los belenes, torpedos
lunes, 12 de diciembre de 2011
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3 comentarios:
Bueno, bueno, para cubrir el expediente, digamos...
¿No tienes nada que contaaar?
O sea que al final la culpa es mía ¿verdad?
Mira guapito, menos siestas de tres horas y menos ocio tipo ver crecer la hierba.
Eso Altea, que empiece a largar todo lo que no nos cuenta. La carta a los Reyes Magos, por ejemplo, je, je, je...
Interesante lo de Umbral, de joven lo leí mucho. A ver si hay algún post sobre él.
No entendí lo de los cuaqueros.
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