jueves, 13 de septiembre de 2007

Los diccionarios

Me gustan los diccionarios. Son misteriosos, son bonitos. Tienen nombres raros, porque son medio extranjeros como Larousse o Harraps. Algunos me traen la memoria antigua, de las ciudades ruinosas y de las togas blancas, como Vox. Hay gente que ha leído enciclopedias, que es difícil de comprender, pero se intenta. Porque Manchuria tiene gracia, y Gene Tierney recrea, pero aguachento suena mal, curiara confunde, ortogonio lo ves de lado y zaragutear aburre bastante. Hay alguno que, por falta de materia, de presupuesto o de no se yo qué, se ha leído el diccionario. Que empieza por la A y hasta que el cuerpo aguante.






Éstos son algunos de los míos, mis favoritos. Llevamos la tira de tiempo juntos. Todos tiene su historia. Me caen bien.


A mi me gustan los etimológicos, que es como el culebrón de las palabras. Una que llega de Grecia, pero que por el camino conoce a unos romanos y le da un giro a su vida y cambia completamente de sentido. O aquella otra que se embarcó en una aventura americana y que a fuerza de comer papayas y beber zumos de maracuyá o del sol que le dio en el acento, trastocó la sustancia y descubrió un nuevo sentido a sus letritas. Yo vengo de Londres, pues yo de Berlín. Oye, pues a ver si nos combinamos y hacemos algo por aquí. Pues vale. Pues venga.


Las palabras son bonitas. Y sus casitas, así, tan ordenadas, un placer para sus admiradores.

15 comentarios:

Belén dijo...

Yo tenia ese Espasa!!!!!!!!!!!!! alaaaaaaa que bien!!!!

Besosssssss

Anónimo dijo...

"...Las palabras son bonitas. Y sus casitas, así, tan ordenadas, un placer para sus admiradores".
¡¡Pianista, te has salido con esta entradaaaa!! ¡¡Un 10!! ¿O ya no dejan poner dieces? ¡¡Uy qué lío!! Bueno, que me da igual, que un 10.

enrique dijo...

Tiene nombres extraños si, como el de María Moliner...

Anónimo dijo...

Los diccionarios tienen un pasado glorioso, un presente precario y un futuro incierto. Ya sabéis: Internet. Pero la duda que me acongoja, que me aflige una noche tras otra, es: con la red a pleno rendimiento, con la Wikipedia colonizando nuestros hogares, con el Gúguel desplegado hasta en nuestros microondas... ¿qué va a ser de los vendedores de enciclopedias, esos esforzados señores/as que llamaban a nuestra puerta con un catálogo desplegable y nos ofertaban sabiduría en cómodos plazos de 1.500 pesetas mensuales? Para que sirven ya la Larús, la Espasa ilustrada, mi querida Plaza&Janés y todos esos tochos graciosamente distribuidos en manejables tomos que tanto bien hicieron adornando metros y metros de nuestras estanterías? Ay, mis vendedores de enciclopedias, ¿qué va a ser de vosotros? ¿No sufres por ellos, apreciado pianista? ¿No podremos buscarles -Belén, Marta, Enrique...- una alternativa laboral? ¿No podríamos vender la Wikipedia a domicilio, aunque fuese previamente adaptada a lo que cada uno quisiera que fuera el mundo que le rodea?

Anónimo dijo...

Plas, plas, plas... Me enternece ese amor por las palabras y los diccionarios. Bravo.

logansanz dijo...

Ahora ya llegan a su fin, con las nuevas tecnologias y estan las wikipedia, la encarta y compañia, que a estas no les tienes que limpiar el polvo y además vinen con dibujitos y sonidos para todos los gustos, haber quien es el guapo que se las le desde la A hasta la Z .

Un saludo.

Anónimo dijo...

Qué va...

No creo que la red le haga sombra a las enciclopedias. ¿Acaso teclear una palabra va a poder competir con la gracia de buscar en el dicccionario, saberse el alfabeto, buscar sinónimos...)


Esto es como cuando al principio de la industrialización se creía que la máquina restaría mano de obra,y lo que hizo fue mecanizar los procesos automáticos y la mano de obra se especializó en tareas diversificadas.

Larga vida a las casitas de las palabras. Por ciero pianista, hoy muy bien.

Nodisparenalpianista dijo...

Nos pasamos la carrera juntos aquel espasa y yo, Belén, ya te digo, cada tocho tiene su historia.
Gracias Marta; estás loca, pero me quedo con el 10.
Ese aún no lo tengo, querirdo Enrique, pero en cuanto me haga con él y le ponga una historia, se la cuento, con mucho gusto.
Mca, la güiquipedia es una pedorrada, sin lugar a dudas, Sólo sirve para consultar discografúias y a medias. Donde esté el papel, que se quiten los botonicos. Otro día cuento historias de vendedores de Círculo de Lectores, que son otra raza.
Néstor, como Marta, estás como una chota, pero me quedo con el aplauso.
Logan, seguro que tú también eres de los del amor al papel. Nos queda la responsabilidad de dar de comer a la familia Lara y a los Bertelsmann... En mi mesa nunca les faltará un plato, oye.
Gracias Dulci. Además, el diccionario no se cuelga, no hay que ser pirata para coger la enciclopedia y Telefonica (Jazztel, Oranx, la que sea) no ha de meter sus zarpas en esto. O sea, que resistiremos en las casitas de papel. Ah, otra loca, vale.

Anónimo dijo...

¡¡Qué de locos, je!! No sé a Dulcinea pero a Néstor y a mí quizá nos venga la escasez de cordura por la banda jurídica... ¡¡Qué sé yo!!

Anónimo dijo...

¿Por qué no escribes sobre las palabras? Yo una vez lo hice poco y muy crítica; con lo bonitas que son.

Por Internet hay algunos diccionarios que están medio bien.

Lidia

Anónimo dijo...

A mí los diccionarios de dudas me gustan mucho. Son divertidos a la vez que educativos. Te enseñan, por ejemplo, la diferencia entre "haber" y "a ver", "lee" y "le"... por citar algo al azar...

Yo creo que todos (papel y nuevas tecnologías) se complementan, hay que aprovechar las ventajas de cada sistema.

María dijo...

Ey!! me gusta tu última frase! ¡¡cómo molan las palabras!! a mi me encantan! hace tiempo escribí sobre palabras que me gustaban.... a ver si vuelvo sobre ello alguna vez.
Buena entrada pianista

pd-esos diccionarios... te mandaré una foto de el que tenemos en mi casa de la RAE... eso también (jjejeje) es una reliquia!

Nodisparenalpianista dijo...

Jaja, Marta, lo decñia por los desmedidos eligos, aunque la verdad, Néstyor y tú sois dos raros. Y yo que me alegro!!! jaja, la Dulci no toca vuestro gremio pero también las pasa canutas... otra loca.
AnónimoLidoa, tus deseps son órdenes, pero dame un tiempito ¿vale? Por cierto, hemos de hablar de tus deberes redacionales, ue te veo muy escaqueada últimamente. Y no me vengas con el rollo de que se te rompen las manos!!! Peste de básquet!
Deformación profesional, yo uso a veces uno de un profe que tuve. Y si el cobardica de Fernando se persona por aquí -Fernando el de los nosequéasití- podría hablarnos de los cuasi míticos ejercicios literarios de Alcoba. Así como suena, con un par. De diccionarios.

Paco Becerro dijo...

Las palabras viven en los diccionarios, en orden y paz. Que poético, pianista. Gran final. Colofón.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Siento contradecirte...pero con los diccionarios te pasa como con la reflex... ¡¡¡¡ estás obsoleto quillo !!!!...yo desde que tengo los botoncicos del internet...como que mandé a cobrar el subsidio a los editores...(y mira que tengo libros unos 1500)...pero cómodo soy tela marinera...bueno aunque los libros visten mucho en las estanterias del salón...

abur compadre que me voy a tomar una birrita...qque ni dire se ha vuelto generosa y me dio la jornada libre y como ya hace rato que bebio el papa,,,le voy a seguir...vamos...para no hacerle la fea...tu me entiendes..

Abrazos