Aparten a los niños y a las personas de flojera recnocida, porque el testimonio gráfico que nos ha hecho llegar nuestro corresponsal sarajevita les pondrá los vellos de punta. Avisados están...
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Se supone que si no tienes un sitio por aquí, no eres nadie. Una vez superada la fiebre de los dominios, cualquiera tiene su rincon el forma de güeploc. Menuda tontada, pero ya que estamos, algo haremos, ¿no?
4 comentarios:
Para que luego digan que el saber no ocupa lugar...
Tu foto me trae a la memoria una librería de viejo que hay en París, en el barrio latino a orillas del Sena. El dueño es británico y atiende al personal con mucha amabilidad. No escatima el tiempo hablando de los libros que vende. Los conoce. Da la impresión que, al venderlos, se despide de ellos augurandoles buena fortuna en la nueva vida que les espera junto a u nuevo dueño.
El caso es que ese apego respetuoso va unido al desconcierto aparente de los ejemplares.
Desorden organizado que diría un desordenado.
Me doy cuenta de lo mucho que me enrollo. Disculpadme.
Diría que es la Shakespeare and Co. Yo voto por quemar todas las efnacs y sucedáneos y regalarles los solares a émulos de Hemingway para que monten librerías pulgosas y desordenadas en las que se prohiba entrar a los Dan Browns originales, fotocipiados y a los de autoayuda, así como a sus lectores. Y que me llamen clasista después. Pues vale.
Pianista,
permíteme una sugerencia.
De todos los libros que andas salvando de la tragedia lanza tres títulos a tu blog.
A el más interesante
B el que más hondo te haya llegado
C el que más veces hayas leído
A lo mejor se trata de un solo título. Venga, anímate.
Sin haber leido tanto como tú, yo lanzaría tres autores: Valle Inclán, Quevedo y Ana María Matute.
Bueno, eso daría para otra entrada, y claro, hay que recolectar ideas, así que sólo apuntaré la C de entrada. Yo creo que ha de ser o Crónicas Marcianas o La hierba roja. Si los lectores no fuesen tan mantas les propondría que rellenasen esa miniencuesta...
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