sábado, 16 de junio de 2007

Séptimo

Bueno, para Altea, que le hablaba de esta foto en un comentario del otro día.



Me acuerdo de cuando no me gustaban las pelis de vaqueros. Supongo que como a todos los críos, me gustaba jugara a vaqueros y tal. Recuerdo en una muy, muy lejana infancia, el año en que los Reyes Magos me echaron un equipo de chérif, con su estrella, su canana, el revólver y una especie de cosa que se atan encima de los pantalones que, la verdad, mucho no me gustó. O sea, todo lo otro si, pero aquella cosa rara con flecos, pues casi que no. Me costaba mucho ver a los héroes del Oeste con aquella especie de cosa para protegerse los calzones del roce con la silla. Otra cosa es cuando se lo he visto a los ganaderos de reses bravas, que se lo calzan antes de ir al monte a con las garrochas a hacerles el acoso a los toros en la dehesa.


La estrella de chérif me encantaba.


Pero las pelis de vaqueros me cansaban bastante, esa es la verdad. Hasta que no fue activándoseme el raciocinio, me parecían un cierto tostón. También me acuerdo de ver en una especie de sesión de cine de tarde de urbanización, allí en la sede social, los que andan buscando las bolas de la petanca, el cataclán del que dierra con el pito doble el dominó y el pollo que se está liando el aprendiz de camarero con las cocacolas del personal, ver aquel western crepuscular, -aunque claro, yo no sabía que se llamaba así-, protagonizado por John Wayne ya muy mayorzote, en el que representa a un viejo vaquero demodé, que se sorperende al ver los primeros automóviles en la costa Oeste pero que resulta ser el que saca las castañas del fuego cuando las cosas se ponen peliagudas.


Pero ya desde crío, recuerdo con fascinación Murieron con las botas puestas.


Claro, Errol Flynn y Olivia de Havilland, qué quieres, a ver. Toda la historia se resume en aquel final tan terrible. Uno, siempre abogado de pleitos pobres, tenía querencia a estar del lado de los perdedores, o sea, de los indios. Pero en este caso, la cosa era mucho más compleja, porque eran los indios los que se pulían a los vaqueros. A ver, a ver, que no cunda el pánico: hablo de pelis entre la aventura, el oeste y el bélico. Si, ya se, que Custer estaba como una regadera, que los otros se defendían y que hay mucho que hablar sobre las Guerras Indias. Pero yo hablo de otra cosa, del mito. Nada de rollos anti quinto centenario (Aski da!, ¿os acordáis los más viejos del lugar?), el derecho de los pueblos y Rigoberta Menchú dando la matraca.






No, no, era lo del tío que sabe que lo van a liquidar y pone el honor por delante, el deber, su sentido, sabiendo que va a una muerte segura por defender su mismidad. Y allí, esa imagen rodeado de todos los caídos, las flechas, los cabalos muertos, pásame otra bala, y los de Jerónimo, o Caballo Loco o Toro Sentado, atacándoles en oleadas hasta liquidarlos a todos. Y Custer allí, con el sable partido en una mano y el estandarte del Séptimo de Caballería en la otra, preparado para llegar hasta el final sin rendirse.


Me gusta lo de las botas puestas, Altea, y sobre todo lo de estar dispuesto a mantenerlas por encima de un mundo de cobardicas y flojos. Y ya del gato, ni hablamos.

32 comentarios:

J. dijo...

Nunca olvidaré Murieron con las botas puestas y dos cojones, con perdón. Custer... héroe de la infancia.

Álvaro dijo...

Mi abuelo ha visto esa película unas 3000 veces... Lo de "Morir con las botas puestas" suena de lo más heroico... y de lo más hortera...

Anónimo dijo...

A mí me gusta: lo de las "botas puestas", la película y tu entrada. Importantísima la lección del último párrafo. Conviene que nos la recuerden a menudo. Gracias, Pianista.

María dijo...

Yo, como Marta... me quedo con el último párrafo! (sobretodo porque las pelis de vaqueros nunca me gustaron...) y, he de reconocerlo, no he visto la peli.. pero lo de morir con las botas puestas suena genial!!. Yo me apunto!

Álvaro dijo...

A ver...

"Con las botas puestas", mola. Porque da sensación de actividad, de querer empezar a hacer algo, de que ya estas preparado para comenzar una tarea..

"Morir con las botas puestas", no mola. No, porque eso significa que no pudiste hacer nada de lo que tenías pensado...

Ángel dijo...

Pianista, tienes mi silencio asegurado... (continuará)

Nodisparenalpianista dijo...

J (punto), perdonado, porque a veces lo gráfico de la cuestión lo deja todo claro. A.matía, sabio tu abuelo, como los abuelos en general, con boquerones o sin.
Marta, si, hay que tenerlas siempre bien puestas.
María tienes mucha suerte: cualquier día puede ser el primero para que la veas. Pero para peli de vaqueros que no es sólo de vaqueros la que decía ayer J (punto) Centauros o El hombre que mató a Liberty Valance.
Cierro y os dejo que sigais pensando con esto: es curioso que a muchos de los que nos repateaban las pelis de vaqueros, con el tiempo nos han parecido fascinantes.

Anónimo dijo...

Pues a mí las pelis de vaqueros me dan una cierta modorra. Vamos, que me duermo, que no puedo con ellas.

Aunque ahora que recuerdo, tenía yo cinco años, y me enamoré de un rifle que mi madre me acabó comprando. Jugaba a ser cherif. (yo, no mi madre). Me encantaba cargar y descargarm el rifle.
El pobre acabó pegado con cinta adhesiva, con tornillos ajustados y con pegatinas de flores en la culata. Era precioso.

María dijo...

Dulcinea... ¿¿Un rifle con pegatinas de flores?? Mis hermanos te habrían "fusilado"... jejeje

Alvaro, yo no veo asi lo de morir con las botas puestas... lo veo más como si murieras por llear a cabo un ideal... es como luchar hasta la muerte por aquello que crees... eso es honorable!! ¿no?

Pianista... me apunto los títulos de las pelis... a ver como lo soluciono!! (muy bueno el apunte de los abuelos!)

Nodisparenalpianista dijo...

A, matía, iual es eso lo más,hacer lo que creas aún a riesgode que te pulan los cheroquis de turno.
Juajua, Miblogangel, has de meter a Regi aquí aunque sea a empujones!!
Dulcinea, ahora me asusto al imaginarte con el Winchester al hombro, por muchas pegarinas de flores que le hayas puesto...
María, pon a buen recaudo a tus hermanos, porque la Dulcinea con balas en la recámara debe de tener más peligro que un nublado. De acuerdo en lo de las botas y en lo de los abuenos. Me remito a aquello que puse de los ajedreces.

Álvaro dijo...

Pues yo paso de que me tengan que perseguir los cheroquis...

Nodisparenalpianista dijo...

Recuérdame que cuando juntemos a una patrulla de comancheros para persegior a los forajidos robacaballos no cuente contigo, A.matía

Anónimo dijo...

¡¡Yo también tenía un rifleee!! Con pistones de pólvora para disparar, muy "real". Era fenomenal. Cuando mi hermano se enfadaba, lo utilizaba para atizar al que se le pusiera delante. Entonces, era menos fenomenal.

Nodisparenalpianista dijo...

Familia de punquis, María...

Altea dijo...

¡Pero qué pasada de entradaaaa!
No he podido pasarme por aquí hasta ahora y veo que la tertulia está ya muy avanzada.
Estoy con Marta, me encanta el último párrafo.
A. Matia, no te quedes en el "morir" con las botas puestas, porque el meollo de la cuestión es que el tipo que muere con ellas es que no se las quitó y por lo tanto, seguramente le dio tiempo a sacudir muchos mandobles y a poner muchas cosas en su sitio.
Pianista: ¿qué pasa con mi gato? Me has intrigado...

Anónimo dijo...

María, es que siempre he sido un poco hortera. Incluso ahora, me llaman así porque me gusta el color pistacho, el color rosa chicle, los colorines en general.

Un momento, que mi rifle era de juguete. Disparaba a enemigos imaginarios o a los perros que se me acercaban demasiado. El rifle hacía ruido, pero no tenía balas.

María dijo...

ey!! que la del hermano que le disparaba era Marta!!! Dulcinea... a mi también me gustan los colories!! sobre todo para estudiar! jejeje

Paco Becerro dijo...

Es mejor morir con las botas puestas, o es mejor "ponerse las botas"?

Es que lo de morir, por muy heroico que quede en el curriculum, luego no vale de mucho...

Anónimo dijo...

estoy con futuro bloguero.
Mucho m4jor poenrse las botas que liarse a heroicidades inutiles...

María dijo...

¿¿heroicidades inútiles?? yo prefiero luchar por mis ilusiones... vamos que prefiero morir con las botas puestas... que ponerme las botas!! (mira que me gusta el jamoncito y los boquerones... pero...)

Nodisparenalpianista dijo...

Uy, Marta, María, los indios, las flechas, lapsus, lapsus... Marta, te aplico a ti lo de punqui.
Altea, más vale taredq ue nuncañ. Sobre el gato con botas, pues otro día, no se. Bueno, a ver si te sirve de acicate para que nos sigas contando aventuras hoteleras con las botas puestas.
Dulcinea, ¿tú también tienes visiones como tu churri? Oye, controla el tequila...
FuturoBloguero me gusta lo de ponerme las botas, pero con una cierta moderación, sobre lo otro, hay currículumses que no hay quien los arreglé!!
Porsegunsdavez y María, la utilidad o inutiñidad de las heroicidades es un tema muy interesante. Yo lanz una idea y nos damos leña después: el arte y lo hermoso, inútil, pero bello.

Anónimo dijo...

Pianista despistadillo... De punqui, nada ¿eh? Y... ¿quién dijo que lo bello es inútil? Empieza la leña: el arte y lo hermoso útil Y bello.

Anónimo dijo...

el arte no es inútil.

Morir con las botas puestas, sí; pero morirse por haberse puesto las botas, no, jajaja. Al menos te lo has pasado bien antes...

(creo que os tomáis las cosas demasiado en serio...)

Nodisparenalpianista dijo...

Si, si, inútil, Marta, porque es ocio no neg-ocio. Inútil porque no tiene una traducción contable o rentabilizable directamente. Porque es recreo de la mente y el espíritu. Por otra parte, los punquis majos eran muy majos...
jaja, Másleña, no me creo ni media palabra de lo que dices!!

María dijo...

Vaya... pues voy a coincidir con el pianista... inuti porque no sirven para nada... pero tienen un valor absoluto... son valores en sí mismos... vamos, que "morir con las botas puestas" está por encima que "ponerse las botas"... no se si me explico

Paco Becerro dijo...

Ponerse o no las botas no es malo María, no creas que por ponerte las botas en algunas cosas pierdes valía. Era un juego de palabras.

Morir es lo malo. Morir es lo absurdo, ni por principios ni por nada. Mueres y se acabó, ciao...

Cuando mueres no estás por encima de nada. En todo caso por debajo...

Pero,como dice más leña, nos estamos tomando esto demasiado en serio.

María dijo...

Futuro bloguero, no he dicho que ponerse las botas sea malo...
y que lo de morir sea absurdo... no se... falta como perspectiva...

Nodisparenalpianista dijo...

Bueno, bueno, esto se anima. Venga, réplica y contrarréplica, aún a riesgo de que terminemos como en un chat...

Anónimo dijo...

No es útil sólo lo que tiene traducción contable y el recreo de la mente y el espíritu resultan rentabilizables directamente aunque no sea en términos económicos. Y ¡vivan los punquis majos! Y el chat ¡jaja!

María dijo...

pero... que no es util... que no sirve para nada... el arte y la belleza no sirven para nada... son absolutos... ¿para que sirven? algo es bello y ya esta... no necesita un para. esta por encima!! jeejeje

estoy con ambos ¡vivan los punquis majos! y... viva el chat!! (pianista, esto parece un chat) ;)

Nodisparenalpianista dijo...

Jaja, Marta, ojito con las ironías a ver si te echo del chat!!! Me refiero a eso: lo útil es lo que tiene una traducción contable directa. Vete a ver a cuánto cotizan los abrazos. Cien por cien de acuerdo en lo de los punquis.
María, es inútil, pero si que sirve. Es hasta cierto punto paradójico. Es más, duco que se pueda vivir bien sin disfrutarlo, pero a la vez, es inútil. De acierdo en los punquis, pero sobre los chats, maja, tú te vas callando un rato...

María dijo...

Joe cómo está el pianista... un puñal esconde tras la partitura!!

parece un chat!! jejeje