Ya he dicho por aquí que a mi Goya, pues eso, en pequeñas, ínfimas dosis. Pero si hay que hacerlo, pues me pongo sibarita y escojo, pues claro que si. Como de lo de hoy ya hablé en su día, pues le pego aquí la estampilla y que nadie se asuste si se va al Prado y sólo puede ver las alcayatas.
Este, que es el del 3 propiamente dicho, lo dejo, porque es una chulada, pero me da un poco de mal rollo. Bueno, no se, en el loquileto hay sitio
sábado, 3 de mayo de 2008
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3 comentarios:
Oye, que a mí me ha aparecido esta entrada hoy. ¿Podría ser que la hubieses colgado en plan retrospectivo?
El cuadro no me gusta. Pero lo que tiene de crónica y de testimonio, sí.
A mí en cambio me parece un cuadro fantástico, tremendamente expresivo. Si en el Prado sólo hay alcayatas donde debería estar el cuadro, te vas a buscar un problemilla gordo.
Saludos
Es una trampa en toda regla, Dulci, pero es que no puedo estar en todo. Por eso robo el de enfrente.
Coinico en que es fantástico y tremendamente expresivo, PabloAFernándezMagdaleno, y es una crónica y un testimonio, pero para robar, me quedo con otros. Bah, una vez está el loquileto en marcha, los problemas son como los puntitos pequeños: se ven de lejos.
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