Lo cual que da lo mismo, en el fondo, pero si es por meter el dedo en el ojo, pues habrá que alegrarse. A ver, que ganar suele saber siempre, pero lo divertido es divertirse en el proceso, como si dijéramos. Esto, la gente del tenis lo sabemos bien, que lo placentero es jugar, no ir a recoger las pelotitas, por mucho que sea por puntos que gane uno. Así que siempre mejor si hay recogepelotas, dónde va a parar. Al fondo d ela pista, ya digo.
Pero la cuestión era que lo que había sido hasta hace poco un juego de caballeros, una cosa elegante, educada donde hasta, con moderación, se permitçia sudar, se está volviendo un entretenimiento un tanto vulgar y pendenciero, sobre todo en según qué gradas. Todo esto comenzó con los suecos, que se quedaban en su casa repartiendo unos zurriagazos de impresión que parecía que ibana romper la pelota por la mitad. Aquello, un tanto zafio, lo acombañaban de una suerte de bramidos para o darse ánimo o confirmar que seguían respirando. Y de ahí, cuesta abajo.
El público, hasta entonce seducado y respetuoso, que jamás aplaudía los errores y que jaleaba los puntos hermosos cayesen del lado que fuese, se han ido convirtiendo en futboleros del gol norte, o sur, o el que haga falta, que chillan para desconcentrar al rival y que hacen francamente pesado el estar atento al juego. Gente vulgar.
Luego cuando Arancha se revolvió como una croqueta tras ganar aquel Roland Garros, lo que confirmo que esa chica sudaba como una campeona los partidos y que ahora ya es costumbre, que no hay quien en tierra batida termine como si se metiese en una piscina de Colacao, fatal. Y luego, jugar la final en Argentina.
Sobre las virtudes de la hinchada argentina también podríamos tratar, pero mejor hoy no, que me lío y luego no se ya si termino por el postre o por la ensaladera, así que otro día, ¿vale?
Porque Argentina, tierra de promisión y tan admirable por muchas otras cosas, sufre algo parecido a lo que la tan amada Italia: está llena de italianos. Y son unos buscamarañas, ya está dicho. Que salió uno haciendose el gallito y diciendo que a Nadal le iba a zurrar la badana. Un poco lenguaraz y un tanto bocazas, pretendía así presional a los jugadores españoles que se reirían por lo bajino como diciendo "ya verás cuando Rafa empiece a meteros chufas" Ya digo, la elegancia ausente. Total que entre agrimones, Rafa nos dice que anda lesionado y que no va a poder ser. Y los argentinos, ya, más chulos que un ocho, diciendo que juajua, que se nos meriendan, y hasta uno recogiendo firmas para que no se juegue hasta que se haya curado. Total que en plan humilde, unos cuantos van este fin de semana, y entre el griterío enfervorizado van y les ganan. Y, oye, qué alegría.
Alegría por cerrarle la boca a esos chulanganos, por ser humildes en la victoria, porque han demostrado que las estrellas lucen pero que el trabajo es de todos y porque al final, el público, recordando una seriedad antigua, ha demostrado su buena educación saludando con un merecido aplauso a los vencedores. Y eso, tan raro en otros deportes, parece que en el tenis aún no se perdió del todo. O sea, que muy bien. Ojalá cunda, en el tenis, en el deporte y por todas partes. Y los que prefieran rebuznar, que lo hagan lejos, joer, que molestan.
12 comentarios:
pues serío solo en el último partido...cuando los boludos se dieron cuenta de que ya sus chulerías no les valian ni pa engañarse...al final vencio la educación....muchos hermano argentino, pero ahora el maleducado soy yo....QUE LES DEN....morcilla claro¡¡¡ saludos tenista
Es que el que vale, vale y el que no, se pinta una bandera en la cara y se pone mugir, como alli hay tanta vaca....
Ja ja ¡Que tiempos aquellos que se tenia que jugar al tenis de blanco para que me pongo melacoooooolica!
Juajuajua, pero si sois aún peores que yooooo.
Morcilla pero perruna, ManuTucci, que si no, estos se nos apuntan y esquilman Burgos.
Bueno, María Jesús, yo siempre he sido un ferviente partidario de las vacas, así que no te pases, pobrecillas.
Jo, Myriam, di que si. Si es que desde que llegó el hortera de Agassi esto es el paraíso de los daltónicos. TenisdeblancoYA!!!
No te digo nada, que estoy entretenida buscando una "n" que se me ha perdido :)
No me seais amnésicos, que las broncas en el tenis las empezó a liar Panata. Una vez, se fué raqueta en mano hacia las gradas y le partió la raqueta en la cabeza a uno del público que le había silbado.
Por no hablar de Maquenrou (no se cómo se escribe). Que liaba unos pollos que los árbitros se arrugaban. Como un energúmneo se ponía el tipo.
Otra cosa es que lo que antes era público, ahora se está convirtiendo en hinchada.
Y no te metas con los italianos, que a mí me encantan. Y a Miriam también. Y a Luisa más aún. Y a María. Y a Marta. Y a Atiza. Y a Altea. Y a María Jesús. A Néstor no lo sé seguro :)
dulci no te inventes, que a mi los italianos no me gustan. y aclarado este punto paso a señalar (jajajaja que repelente!) que a mi me llamo la atención (omito el "poderosamente", para no recaer en mi pedantería) lo mal que se portaba el publico... parecía que estaban en un partido de futbol más que de tenis... mal, mal, mal. Pero oye, que al final, aunque parecía imposible (ya lo decía nuestro nombre, que a mi me daba mucho miedo "La armada invencible", a la que siempre se vence sin problemas) ganamos... y sin nadal. Yo les aplaudo!
¿Los italianos? ¿Eso que es? ¿Cómo los suizos de María?
Néstor si igualito, igualito ja ja ja pero se toman con capuchino,
Ese brebaje que anuncia el novio del Dulcinea... ¿te acuerdas?, pues ese.
Juasjuas, Myriam, encuéntrala cuanto antes!!!!!
Lo que confirma, Dulci, que estáis como regaderas, o sea, estilo Panata. Vaya tropa, rediez.
Jo, MAría si, tienes razón. Bueno, en lo de los italianos no, que creo que a ti te conocen como "el terror de Turín". En lo de los júligans, que ya parecen del Barça!!!!
Juajua, Néstor, es que María en esto d elos italianos y los suizos no conoce fronteras.
Atención, salta la noticia en Las Gaunas: se confirma el asuntillo entre Dulci y Supernena Cluni. Conectamos con Myriam para que nsod e los detalles!!!
Joer y me como la letra menos alimenticia en el título y ni me avisáis... qué tíos!!!
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