Hay que ir allí. Coged las vespas blancas.
Y así lo hicimos. Menos mal que hacía buen día, incluso calor. Era agradable ir así en las motos. Nos condujimos pro un camino desconocido hasta las casas bajas. Eran blancas, como casi too por allí, las cosas del calor. Así que las dejamos donde comenzaba la calle de piedrecitas de pronunciada pendiente. Claro, por allíe hubiese sido imposible ir en las motos. Probablemente habríamos quemado las pastillas, el cable del freno o lo que sea que detiene las motocicletas, que no habiéndola conducido nunca, tampoco conozco los secretos de su mecánica. A un lado, la calle estrecha que olía a geranio y a parasoles de caña. Por allí apareció de pronto un joven con un elegante traje d everano y un ridículo pelo teñido de rubio que el agua de mar había convertido en naranjoso. Además, ya se le marcaba una pequeña raíz oscura que le daba un aire de poca higiene, lo que contrastaba grandemente. No te imaginaba así. Es decir, si, pero no con ese aspecto, o sea que no.
En el salón de la casa sombreada había alfombras y cortinas y todo asemejaba una película de jipis de los setenta, pongamos de Antonioni pero sin aburrimientop. Pero todo era tedioso, aburrido como un domingo por la tarde en una casa de película de los setenta de Antonioni. Y aquello no lo podía mejorar ni la más soñada banda sonora que uno pudiese imaginar.
Entonces, una vez aposentados y antes de que llegara el propietario, se puso a hablar el belga. Nos habló de su hija, una preciosa niñita de tirabuzones rubios, pero no le entendimos. Por su parte, elabogado que se sentó en un sofá, en un rincón, pasaba las hojas grapadas y no paraba de decirse: no hay caso, no lo encuentro, no tengo caso, pero nadie le escuchaba, si acaso como el rumor de fondo de los pajaritos. Esto es, daba tranquilidad y paz interior, aunque no sirviese de nada.
La chica del vestido de gasa verde me dijo que tampoco se lo esperaba así. Es el pelo, ¿verdad? le dije mientras observaba la fina americana tostada que tan elegantemente lucía. Si, es ese horrible pelo. He oído decir que estuvo todo el fin d esemana en una fiesta de mejicanos adictos al peyote. No entioendo nada. Y creo que eso lo oó el belga, que, a esas alturas de la velada, estaba enseñándoles los dibujos que había hecho sobre lo que parecían cortinas y en realidad eran unos lienzos finísimos de ínfima calidad.
¿Tú crees que se podría llegar hasta aquí de otro modo? No tengo ni la menor idea. Y de hecho, a estas alturas ni se dónde habremos aparcado. Y sin caso, tampoco hay nada que hacer. Los estampados naranjas de la alfombra me empezaban a marear. Eso, el calor y aquella música hipnótica.
Al salir deseé tomar una cerveza fresca en aquella terraza portuguesa que ya no sabría volver a encontrar.
miércoles, 19 de noviembre de 2008
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9 comentarios:
Muy bueno Pinista, muy bueno, me he teletrasportado no se muy bien a donde pero leyendote me he teletrasportado.
Miriam quiere decir que se ha dormido encima de las teclas.
Por cierto, ¿hoy de qué va? No me he enterado de nada. Bueno sí, que a alguien le conviene teñirse.
Nooo, Dulcinea, no. Que tuvieron que salir por pies porque el del pelo mandarina-tostado les oyó hablar de su vespa y les amenazó con más música belga cantada por mejicanos teñidos de gasa verde.
Que no os enteráis.
Yo creía que era música mejicana cantada por un belga que no se repasaba las mechas. Qué cosas nos cuenta este chico, Altea.
Eso es me he dormido y he soñado con un mejicano en un vespa que estaba buscando una peluquería para hacerse mechas Amos que este Pinista me crea unos traumas...
Jajua, Myriam, mientars no sea muy lejos!!!
Anda, Dulci, que es la que me faltaba, tener que recomendar frascos de tinte. Yo, como mucho, la tinta del Vienés.
Jo, Altea, es que las pillas al vuelo, maja!!!! Cómo sois las de León.
Dulci, a ver si tú también eres de León.
Uy, Myriam, y eso que aún no me haces caso con mis recomendaciones musicopinkfloydianas de mariachis...
qué chulada, muy bien contado. Ay el pelo, yo me solidarizo...
MusicoFroidianas ¿de que?
Sobre Vespa, una portada de una revista mensual que cayó en mis manos de hace unos meses.
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