Bueno, eso en la sala noble, pero hoy no, que esto va a pedales y si me lío a yutupear no arrancan a la de tres. Mientras peleo con la conexión ando escarbando en deubedeses que tengo por aquí grabados sobre cosas pinkfloydianas.
Hace unos días pensaba que me apetecía escribir sobre los discos y las circunstancias. No se, igual los floydianos podríais decir la vuestra y tal. Todo porque la semana pasada me compré un disco. Albricias.
Se trata de la versión ampliada de la banda sonora de Zabriskie Point, una película de Antonioni cuya banda sonora tenía que escribir Pink Floyd. Según cuentan ellos, estuvieron no se, tres meses en Roma, en un hotelazo de once estrellas y la yema del otro, trasnochando hasta las mil, levantándose por las tardes,comiendo como nunca, escribiendo música que le presentaban al cineasta y que él escuchaba con cara de aburrido. Luego les decía bueno, no está mal, intentando disimular que no sabía que hacer con todo aquello. Y ellos pues al piano bar, a tajarse sin piedad y hasta mañana buenas noches. Y así tres meses o uno, o no se cuánto. Total, que al final Antonioni se quedó con la migajas, sólo aprovechó una canción que era una versión retocada de Careful with taht axe, Eugene, luego una canción country un tanto insoportable y dos cosillas más. Según parece Gilmour sigue sin entender por qué les hizo grabar eso, cuando al final tiró de los Grateful dead y otros jipilongos para rellenar el resto de la música y que, sin duda, habrían interpretado mucho mejor esa cancioncilla.
Pero como las cintas perduran -salvo que sean del GAL o de los festejos en hoteles cubanos o rumanos, que buenos duros nos cuesta el CESID-, con los años, han ido saliendo en plan piratón, unos cuantos cortes de esa frustrada banda sonora. De todos ellos destaca un blues arrastrado muy en la línea del primer Barret admirador de Pink Anderson y Floyd Council, de cuando hacían versiones de rithm'n blues, un par de cortes más y una serie de tomas para una escena de amor un tanto calenturienta, no en vano Zabriskie point es un sitio en el desierto de por ahí, que interpreto al piano y poco más Rick Wright. Como estos no escribían media nota que no aprovechasen después, en esas piezas se puede reconocer no poca de la aportación de Wright al Dark side of the Moon, un disco que, ya lo digo, a mi sempre me ha parecido un tanto sobrevalorado.
Un día me pongo y comienzo a rescatar de esos deubedeses las canciones perdidas de Zabriskie Point, las versiones inconclusas, las que recogía Omayad, probablemnte el pirata más oficial de los Floyd, que anda que no he buscado por aquí y allende nuestras fronteras y que recoge piezas de esa peli y alguna toma en directo de la misma época, para fabicarme un disco que sea lahistoria de esa banda sonora que nunca terminó de ser. Y si a alguien le interesa, pues hablamos
Y con todo esto el sábado pasaba.
Pero la conexión no funcionó, así que, como ya no eran horas, pues para el lunes. Y bi también.
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4 comentarios:
De nuevo tu vena de Cris Stevens. Puedo imaginarte en la pecera desde donde hacía su programa en Cicely. Ojo, que me gusta que lo hagas.
Y los Floyd también.
Ahhhhhhhhhhhh, pues muy bien es que los Pionos-Bar tienen mucho peligor,no se es por decir algo...
Cada vez menos comentarios.
Cada vez menos lectores
Oye, la portadita un pelín subidita de tono, no? toque frivolón. Di que sí, pianista.
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