Alguien se acordará de aquel infame programa que se llamaba "El hotel de las mil y una estrellas". Era un horror, vale, pero simpático. Y hasta salía en las colecciones de cromos de los críos.
Me acuerdo del añorado Peter, uno de los culpables de que me infectase del virus güepero. Peter terminaba prematuramente su enredo con sanfermines, Elvis Presleys, Luises Aguilés y contrafiguras.
Me los veo a los dos, echándose unas risas, qué sitio más bueno para ir a encontrarse.
5 comentarios:
Cuando me lo han dicho, me ha dado mucha pena. Pobrecillo.
¿De dónde sacaría esas corbatas espantosas?
Descanse en paz.
Pues a mi la parte de la canción del Tio Calambres que más me gusta es la de había un peligro en la crretera no me importaba pq era yo...
Y van dos botones volveré en cuanto pueeeda.
Pedazo de tema, "la chatunga". Aún me acuerdo de aquel programa, ¿"el hotel de las estrellas" se llamaba? Todo un mito de la infancia. Se nos ha ido un clásico, nuestro crooner surrealista (a su pesar), irrepetible.
Pues, si, pobrete. Dulci, sólo el Prície de Gales y luis Aguilé (carrascal juega la liga de los presentadres estadounidenses) son capaces de vestir sin que les tiemble el pulso y haciéndoles temblar a los demás.
A mi, Myriam es que oigo La chatunga eeeh, la chatungaaa aahhh!!! y salto al medio de la pista de baile.
De acuerdo en tdo, JMMacías, salvo en lo de su pesar. Un tipo on sus tablas seguro que lo tenía todo muy bien estudiado, como los falsos whiskies de Dino. Y como los verdaderos. Larga vida a los crúners.
Pianista, tu saltas a la pista hasta sin música. Que eres el último en irte de tooodos los naits clubs.
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