Hace unos días, unas chicas en el trabajo se mosqueaban bastante a pronósito del rollo que contaba una. Resulta que había ido al médico y me parece que le había recordado que qué, que si le mandaba a lo de la mamografía o qué. No, nena, que ahora no hace falta, que como estás estupenda, total, para qué, que a las hermosas y lozanas os mandamos ahora cada tres años en lugar de cada dos. Oye, jo, pero no estuvísteis dándonos la barrila con lo de que deberían ser anuales pero que bueno, dos años y va que arde. Pues no, nena, ahora en el CAP las damos cada tres años, así que a más ver. Pero oye...
Y claro, salió la cosa torrencial, si es que se te quitan de encima que da gusto, que luego vas y si no estás malo, te terminas de poner, que si te atienden tarde y mal y que si todo termina siendo o estrés o un virus, que vale tanto para la gripe A como para la cagalera, con perdón.
Les faltó a estas mozas dar el siguiente paso: buscar debajo de las batas blancas a los responsables de los desaguisados de la cosa sanitaria pública. Y es que otras cosas pueden faltar, pero anestesia hay a toneladas.
Luego salen que es cosa del gasto. Porque claro, yo veo a un supuesto cotizante, que trabaja en negro, y a toda su parentela que tira de lo que el otro no cotiza, y veo, a la vez, cómo se escatima en medicamentos y en tratamientos. Y si eres abuelo, no te envían ambulancias medicalizadas, te envían a dos tíos con rastas que, en ocasiones ni te entienden cuando les hablas.
Espero que alguien haya pillado en las valientes y temblorosas -por eso más valientes aún- palabras de Esperanza Aguirre dónde está el sentido y cómo hay que ser eficaz si que quiere ganar al malo, sea cual sea la batalla que te presente el muy cabr...
Asíes que Esperanza, guapa, métele una buena y crújele como se merece. Y de camino, luego le explicas al golfante de la cosa autonómica secesionista de por aquí cómo es mejor gastar los duros, si en teles a fondo perdido para subvencionar al Barcelona o en garantizar una salud lo más digna posible.
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3 comentarios:
No todo es de color dorado aquí en Madrid, Nodisparen: a lo mejor si la Presidenta no fuera la Presidenta no la habrían hecho la mamografía y no la habrían dado hora para operarse ya. Gracias a Dios voy poco al médico, pero mucha gente que ha de usar la sanidad pública no está contenta.
Dicho eso, espero que Dios la ayude a salir adelante, y que todo sea un susto pasajero, como el que tuvo María San Gil.
Oigo que Espe acaba de salir del quirófano. Ojalá le haya ido todo perfecto.
Oir su voz temblona me dejó helada; era la voz de la fortaleza en la adversidad. Que Dios la ayude a salir de ésta.
Fernando, si en Madrid todo no es dorado, ya te puedes dar con un canto en los dientes porque aquí todo es mugre; eso sí, mugre con barretina.
De nuevo con la voz emocionada, veo por la tele que Espe sale del Clínico de Madrid. Pletórica y sana, recuperandose, con ilusión. Dispuesta a comerse el mundo con patatas.
Si en esta Taifa tuviesemos a alguien como ella...
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