jueves, 4 de enero de 2007

Asquito puro


Iba a entrar con otra chorradica sobre la fiebre, sobre Jean Seberg, sobre la fiebre que puede llegar a provocar Jean Seberg o cualquier otra memez, para qué negarlo. Pero claro, la flojera es lo que tiene; le tocan la tripa al personal y se le termina a uno revolviendo la merluza a la plancha que acaba de zamparse.


Según oigo en estos momentos, el Ministerio del Interior ha intentado ordenar (deseo que sin éxito) al Capellán Castrense no oficiar ni el responso ni cualquier otra oración por el alma de la víctima de los hombres de paz que fue localizada entre las ruinas de la T4, a petición de sus familiares.
Si estos miserables no me diesen ganas de vomitar, intentaría hacer un chiste.


PD: No es un chiste, ya digo: ¿Y si todo fuese una gran trola?

No hay comentarios: