miércoles, 24 de enero de 2007

La ruta de cada día (I)



Menudo frío para andar en bici. La cosa es engañosa, claro. O sea, que si uno va de culote y mallot, sin manguitos ni nada, sería para congelársele a uno hasta las bielas. Pero no, bien abrigado, guantes, bufandón y gorro, la cosa es mucho más leve. En todo caso, el airecico peleón que da de cara.
Y claro uno que se acuerda de los abanicos y de Perico y del bigotón aquel que hacía lo de las bicis y que murió de modo repentino. Las bicis en la tele, para mi gusto, nunca se recuperaron. Si las hiciese Iñaki Cano, aún.

Los abanicos y Albacete, todo un clásico de la Vuelta. Ahí, Melchor Mauri y su equipazo le ganaron aquella Vuelta a un Miguelón que estaba a punto de estallar como figura máxima de los pedales. Bueno, más en las contrarrelojes, que se las ganó todas y en la etapa reina, que se suspendió por una nevada de campeonato. Melchor que terminó reconvertido en Melcior y montado un equipo ciclista para el Barça que al final quedó en agua de borrajas. Para eso no merecía la pena el cambio de nombre, digo yo.
Pues eso, que me daba el aire de lado y de cara esta mañana, que me veía camino a Ciudad Real o cercanías. Pero no, he mantenido la compostura y he llegado a buen puerto, aunque con riesgo de pinchazo al final. He atropellado lo que parecía un vaso de papel y resultó que era de cristal. Al estallar he pensado, "hoy vuelvo andando con la rueda pinchada" pero parece que ha resitido. La suerte me protegió como a Melchor. A Melchor, no a Melcior.

No hay comentarios: