6-0, 6-0, 5-0, cuarenta a nada y no tengo el servicio.
Pero remonto, a ver.
Como aquella final del rolangarrós que le levantó Lendl al follonero de McEnroe una tarde de domingo en la que mi mamá luchaba a brazo partido con la máquina de escribir para pasarme un trabajo sobre el bombardeo de Guernica para el cole. Yo, manta y zarpas con la máquina, y ella, abnegada, que al final se tenía que haber quedado medio título o más de la EGB o del Bup o o de lo que fuera aquello.
Pero estábamos en las fiebres y el tenis. Para el sábado, remonto. Como está mandado.
3 comentarios:
Hay cosas de madre que sólo saben las madres por eso, por ser madres. Algo a estudiar.
Encima me pusieron una notaza, si señor. Jaja, J (punto) apuntas bien, son unas campeonas!
Efectivamente, con la teclas no te acabas de llevar bien.
Más que leerte, te interpretamos, colega ;-)
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