En lo tocante a las letras hay algo que tenglo claro: el único día del año que seguro no compraré ni un libro. Porque uno podía decir, claro, tío listo, será el día de Navidad o alguna otra fiesta de guardar o así. Pues no, que ahora con tanto moderno y tanto CorteInglses y Vipses que abren en domingo, uno puede comprarse de todo casi cada día. Y si no, siempre nos quedará la interné.
Bueno, pues no, no iba por ahí. El día del año en el que no compro libros es el Día del Libro. Que no me da la gana, hombre, ya.
Porque a ver, digo yo, en el Día del Libro, la cosa sería leer. Otra cosa si celebrásemos el día del editor, del distribuidor, del detallista, del librero al fin y al cabo, no se. Pero la peña no lo pilla. Se vuelve loca, tonta -o tal vez el problema es que ya era así-, y de modo febril, se dedica a comprar y, si es posible, que le firme el ladrillo el tocho de turno, no se, algún Boris Izaguirre, Buenafuente, Gala o incluso un escritor. Y para más inri, copiando una tradición un tanto ñoña, ahora quieren que el gremio de los floristas se ponga las botas a escala nacional gracias al genocidio de las rosas, que son rosas, que son rosas. Que no es reiteración -o si-, que es poema. Lo que hay dentro de algunos de esos ladrillos que compra la basca.
Porque a ver, digo yo, en el Día del Libro, la cosa sería leer. Otra cosa si celebrásemos el día del editor, del distribuidor, del detallista, del librero al fin y al cabo, no se. Pero la peña no lo pilla. Se vuelve loca, tonta -o tal vez el problema es que ya era así-, y de modo febril, se dedica a comprar y, si es posible, que le firme el ladrillo el tocho de turno, no se, algún Boris Izaguirre, Buenafuente, Gala o incluso un escritor. Y para más inri, copiando una tradición un tanto ñoña, ahora quieren que el gremio de los floristas se ponga las botas a escala nacional gracias al genocidio de las rosas, que son rosas, que son rosas. Que no es reiteración -o si-, que es poema. Lo que hay dentro de algunos de esos ladrillos que compra la basca.
Feliz día, queridos letraheridos. O sea.
PD: Y de regalo un juguete, para que todos podamos sentirnos danbraun por un rato.
6 comentarios:
Comprar libros es un fenómeno raro durante todo el año, pero típico el 23 de abril.
Si os fijais los títulos supuestamente más vendidos están en un listado de superventas. Y así acaban vendiendose más.
Algo así como que esta primavera se llevan los zapatos con puntera abierta y si quieres ir fashion, ya sabes. Luego ves en el bus o en el metro a los zotes leyendo a los juntapalabras promocionados ese año.
Vete y pregunta por un título o por un autor que no esté en la lista de tops. A ver qué te dicen.
Pues que como no es novedad, no saben.
Porque a ver, si David Trueba, Almudena Grandes, M Pau Janer, Carmen Ruscalleda, Buenafuente... son escritores. ¿que son entonces Delibes, Ana M Matute, Carmen Martín Gaite, Buero Vallejo, Valle Inclán, Umbral? Por no citar el Siglo de Oro.
Ya salió el espíritu rebelde. Mira que es bonito pasear por las Ramblas el día de Sant Jordi, con el sol, con las rosas, con los libros.
Algo de razón tienes. Pero a mi me parece una buena excusa para que aquellos que sólo comprar libros una vez al año al menos compren una vez al año. Quién sabe, igual se los leen y todo.
Libros ya nos has dicho que no compras. ¿Y rosas?
Lidia
Pd. Voldria un llibre que no digués res. Voldria un llibre que ho digués tot.
Acertado pianista, estoy contigo. Esto de poner un día a las cosas, es una invitación al consumo por el consumo, nos tratan como si fuéramos gilipollas y algunos intentamos poner un poco de criterio en lo que hacemos.
Un saludo pianista
PD. perdona borre el comentario sin querer
Lo que decía, que a mi me da que el día del libro es para leer con más ganas y así. Y flores, flores... me gusta la coliflor y como tengo este golpe de aire italianizante que tan poco le gusta al SrCh, el brócoli. Además, si te gustan las flores, ¿por qué decapitarlas?
Por cierto Mosca, ¿tienes libros en el quiosco o sólo los que salen en coleccionables? Menudas historias podrías contarnos...
A mí me molesta la cantidad de gente que hay en todas partes y que no puedas ni entrar en Abacus porque ese día es obligatorio que todo el mundo compre un libro.
Y para pasear, la verdad, para mí hay momentos y sitios mucho mejores que el día de Sant Jordi por las Ramblas...
Eso sí, si veo un libro que me gusta, pues me lo compro! Por qué no? no hya que ser tan radical! Además hay descuento adicional, jeje (ya salió mi vertiente catalana...).
Publicar un comentario