Resulta que mameluco quiere decir esclavo. Los mamelucos eran musulmanes del Cáucaso y de la fututa zona sur de Rusia, para entendernos, que soían ser comprados por islámicos de El Cairo, donde les adiestraba en el arte de la guerra y en el Corán. Después de terminada su instrucción y formados como soldados se les regalaba la libertad y se les enrolaba en el cuerpo de los mamelucos, reconocidos en todo el orbe por su tremenda capacidad militar. Al parecer eran famosos como extraordinarios arqueros por sus atemorizados rivales. Y esto comenzó en el siglo XI.
Y la cosa llegó al dos de mayo, al cuadro que me cuelgo hoy. A mi Goya, pues no me vuelve loco, la verdad. Lo que más me gusta es su último cuadro, que encima dicen que no es suyo, La lechera de Burdeos. Pero esa es otra.
Hoy pensaba en lo que debió removerse en todos aquellos madrileños anónimos con nombres de rontondas, plazas y así, que decidieron leantarse contra el invasor y se dejaron la piel porque se negaron a someterse.
Claro, porque el invasor esa ese, el mameluco, la mejor infantería, la más moderna artillería, el mejor ejército que había existido hasta entonces en la Historia. No cuatro con escopetas, o sea. Dos de mayo, Malasaña, Daoiz y Velarde, pero sobre todo, los que tirando floreros por las ventanas, a cuchillada limpia o como fuese, decidieron defender su soberanía.
Heroico. Y aquí, asustadicos.
1 comentario:
Psst, pianista
ahora en Malasaña lanzan botellas y piedras a los guardias los del botellón que son muy chachipirulis.
Es la guerrilla de los hijos la Logse; aquella ley que parieron los hijos del mayo del 68. Uff!
Publicar un comentario