Ensimismado.
En el cuaderno de notas, tachaduras, rectificaciones, una lista de la compra, un libro del que le hablaron bien, un disco que una vez escuchó y hasta una receta mal anotada de cómo hacer el bizcocho que tanto le gustaba. Y apuntes para las novelas que -aún no sabía- jamás iba a escribir, y paradojas, bromas, palabras que pegan y palabras que no, por si un día se le ocurría juntarlas en una fiesta, embriagarlas hasta hacerlas perder el sentido y sacar de ellas tres cuartos de verso que mereciese la pena ser leído en voz alta, en aquella curva del camino, entre los árboles, que tanto le gustó un día de lluvia y con el paraguas roto.
Una vez, una novia que tuvo le dijo que era un poco torpe. Él le respondió que su vida era direfente, tenía otro ritmo y la disfrutaba distinto, y que por eso, a veces, las cosas eran obstáculos para él. Tras decirlo, cogió la puerta y con una dosis de soberbia dignidad salío para no volver a verla más, pero enganchó un bolsillo del abrigo en el pomo y, al tirar fuertemente contra esos antipáticos obstáculos que la vida veces le interponía, se dejó el medio bolsillo colgando y un siete que parecía catorce. Imperturbable, siguió adelante, olvidó a la chica y a punto estuvo de darse con el quicio de la pesada puerta que daba a aquel callejón oscuro pero tan bien situado en la zona más moderna de la ciudad.
"Te imagino.
Apoyo mi mano en ti.
Duermo en tu calor"
Se dijo.
Y le vino a la memoria todo lo que le tenía que venir, claro. Y quiso anotarlo. Y le metió un viaje de cuidado a la estilográfica. Y alguien vió un chafarrinón azul que llegaba cargado de algo desconocido, palabras jamás escritas o algo así, que se desparramaba por el suelo.
Como de sus anteriores experiencias en la torpeza había descubierto el noble arte de la humildad, se agachó despacio, procuró recoger los trozos y se preguntó qué ponía en aquella tinta malbaratada. Así. olvidó las tres líneas que se había dicho antes y que -sin saberlo- tan bien le hubiesen venido al botarate de la camisa imposible, que, sonriente, salió a dibujar los pasos del resto de su vida.
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14 comentarios:
Vale, Pianista. Esta vez te has pasado, en serio, que esto son palabras mayores. Mayorcísimas.
Me has dejado sin saber qué decir. Pero lo escribo de todas formas, para que sepas que no se me ocurre nada porque estoy boquiabiera, leyendo-releyendo-releyendo...
Hale, genio: tengo asegurado desde ya un feliz viernes. Qué suerte la mía -la de todos-.
Esto va cogiendo forma, Pianista. ¿Qué tal si ahora llega un equipo de rugby a celebrar su victoria?
Bueno, muy bueno.
"le respondió que su vida era direfente"...
Vale, no sé si lo haces adrede, pero me encanta. Vaya que sí.
Jo, Marta, me sobrevaloras. La próxima ronda la pago yo, aunque me pringuen de tinta azul los zapatos.
Joer, JSVico, no me destripes el giro dramático de la trama!!!
Gracias, Dulci, gracias.
Néstor, lo intento adrede. Que encante. Gracias a ti también!!
Genial tu güeps. Espero ansioso tus notas sobre Pompeya.
Un saludo,
Fran
Bienvenido FranSamsaPinkfloydiano. Busca "Pompeya" en la casillita esa de la güep y verás. Y si pones Pink Floyd, verás la de veces que he dado la matraca con el tema.
Vuelve pronto!!
Preciosa entrada, pianista. Por cierto, un offtopic sobre un manido tema: ¿se han reunificado esos cuatro chavalines? Lo digo por esto:
http://es.youtube.com/watch?v=KvH127PFmcY&feature=related
es un poquillo torpe el chico, sí, pero encantadoramente torpe
Gracias, JMMacías. Pues pincho ahora el yutup, pero me temo que sólo fue flor de una noche... te remito, aunque suene pretencioso a mi propia mi pripia crónica.Y si no lo tienes, pégate una bajada del emule. Vaya pedazo de concierto en media hora, sin banda de acompañamiento, los cuatro, como en Pompeya.
Hola, AnónimoquenoesLidia. Un encanto de torpe, pero torpe al fin y al cabo. Mejor tenerle lejos, que nunca se sabe a quién, por accidente, puede echar a la vía del tren!!!
Donde pone pripia debía de decir "propia". Una torpeza ccomo cualquier otra, eso si, terriblemente contagiosa.
artista!!! suena bien, muy bien!
María, gracias, maja!!!
Las historias que contiene esta etiqueta me están terminando por gustar. Es buena táctica la de insistir, si hasta otros botarates (como yo) acaban siguiendo el hilo.
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