Y entramos. Y vamos cada uno a nuestro aire mirando nuestras cosas.
Busco un libro de un francés que he oído en la radio. Hay un programa que se llama La Coctelera, en la desconexión local de Antena 3. Es una hora al día de cosas distintas. Ponen discos modernos, hablan de libros, a veces hay entrevistas. Son cosas no muy habituales en el dial. Creo.
Llevan un tiempo leyendo a trozos cuentos de un escritor francés un poco raro que se murió joven y que tocaba la trompeta. Y que fue actor e ingeniero, y crítico de jazz y trasnochador impenitente. Y se murió hacía treinta y tantos años. Así que novedad, novedad, pues tampoco era.
Lo novedoso es que aquí no se le había traducido y se le conocía sólo de referencia. Ahora, la Editorial Bruguera había editado su libro de cuentos más conocido, El lobo-hombre, que era el que estaba leyendo en ese programa. La Coctelera. Ese libro era el que buscaba. En una mesa, porque en esa librería moderna ponían los libros en una mesa en lugar de en las estanterías de las paredes. Deberían llamarle mesería librada o algo parecido. Pero eso es lo mismo.
Esas motitas blancas que se ven en el lado derecho y los cuadricos de las esquinas del lado izquierdo son los reflejos y marcas del forro al escanear. Hay que forrar los libros, jolines, que luego se os ponen así guarrones y con la tapas curvadas que parecéis Erasmus leyendo novelones cutres Penguin de bolsillo.Okupas, que sois unos okupas.
Total, que localicé aquel libro de Bruguera, en una de las colecciones más celebradas, de extraordinarios títulos y un diseño de portada que me fascinó desde el primer día y que aún hoy me sigue gustando muchísimo. En esa misma, editaron El arrancacorazones y La hierba roja, que conseguí hace un par de veranos en una feria de viejo, y también algunos títulos de Heinrich Böll y el Curso de Literatura de Nabokov que me fotocopié no hace tanto. La cobardía de la reedición.
Compramos aquel libro y esa misma tarde, después de forrarlo, comencé a leer las aventuras y desventuras de Denis, el lobo bueno del bosque de Fausses Reposes, cerca de la carretera de Ville d’Avray, cuyas desdichas comienzan en cuanto le muerde el pérfido Mago del Siam. Esa curiosidad juvenil, ese mordisco me enfermó y me convertí en incansable seguidor de Boris Vian. Al puro placer de la lectura se une el de la pasión detectivesca, porque ir localizando sus libros es cosa de contraespionaje. Lo último que logré fue una obra de teatro fotocopiada y una edición argentina, comprada a unos amabilísimos libreros bonaerenses, de su primera novela.
Recomendarle es un poco arriesgado, porque a veces es raro, otras veces bastante animal y generalmente muy desconcertante, pero a mi me sigue encantando. Ya me deleito pensando lo que voy a disfrutar cuando relea otra vez más La hierba roja. Quien se atreva, ya sabe.
24 comentarios:
Yo creo que todo el mundo tiene un libro fetiche... el mio es el forastero misterioso de Mark Twain!!!
Me ha matado el forro del libro... yo tambien los tenia forrados!!!!
Besossss
Yo no los forro, pero los leo sin abrir mucho las páginas, y prácticamente los dejo nuevos.
En mi selección estaría La conjura de los necios, probablemente.
Mi primer libro, o al menos el primero que recuerdo, uno llamado la batalla de Hastings, escrito en doble versión, en letra y en tebeo, que te contaba una historia de normandos y sajones. Y los de Enid Blyton, los cinco, los siete secretos etc.
Y mil tebeos y comics
¡El primer libro! Me has despertado la memoria, qué peligro...
Acepto el atrevmimiento
Aún me queda mucho por leer porque con mis 21 años no me puedo comparar con vuestras lecturas. Pero, aparte de 1984 que creo que debería de ser estudiado en todos los sitios, uno de los autores con el que empecé en el apasionante mundo de los libros fue Enrique Jardiel Poncela, con su Eloísa está debajo de un almendro.
Un saludo
está bien,
Buenos libros Alvaro. Ambos
Tomo nota de tu "primer libro".
A mi también me ha traido a la memoria algun recuerdo...
Cada vez la lista de libros pendientes es más larga!!!
Yo tampoco los forro..pero la verdad es que me pone casi histérica cuando alguien coge un libro mío y lo abre juntando las dos tapas detrás (no se si me explico...:S) Mis primeros libros, así que recuerde fueron los 5 de Enid Blyton (odiaba los 7), y enseguida llegó Manolito Gafotas, cómics,los del Barco de Vapor..Aun me queda mucho por leer a mi también! Besos
Aclaración preliminar: veo que el título ha llevado a una cierta confusión, porque yo tenía muy claro lo que quería decir pero parece que no lo transmitodo. Al hablar de "El primer libro" no me referia a mi primer libro, sino al primero que tuve de Boris Vian. Pero de todos modos, está bien por dínde ha derivado la cosa. Y ahora a los comentarios.
Jaja, Belén, yo los sigo teniendo forrados. Y pese a lo significativo de este libro, no es el más importante, pero sin duda está entre los 40 principales, que es como he llamado al estante de la biblioteca de mis favoritos.
FutBlog, aprovecho para hacer apología del forro.Y me quedo con los tebeos, luego las novelas ilustradas, luego los Hollister o similares y de ahí en adelante, si.
RocíoArana, pues ya que la hemos despertado, a ver si nos cuentas algo... mayormente peligroso, ¡claro!
Amatía, sutil forma de llamanos mayores!!! Cierto, en las facultades de periodismo, comunicación o como quieran llamarles ahra, debería ser de lectura obligada. Un día podíamos debatirlo. Te alabo el buen gusto de Poncela, tan tristementoe olvidado en España.
Ángel, gracias, peor me parece que tyras la coma te has quedado con ganas de decirnos algo más. Vuelve y arreglalo, hombre.
De acuerdo, FutBlog.
María, ojo, a miu me gusta, peor no lo recomiendo, porque es bastante peculiar. Es habitual que no guste. Pero si conectas, al final resulta fascinante.
Carcajada, anímate y forra libros, así nadie osará hacerles cosas raras por que pensará "esta es una psicópata del cuidado bibliófilo". Como Amatía, date tiempo y leerás mucho.
Gracias por la sugerencia, ex okupa!
¿ex okupa? ¿no nos lo explicarás? jejeje
Carcajada yo empecé igual!!! devoré la colección de los 5 de End Blyton pero a diferencia de tí también la de los 7. Sin embargo nunca pude con Sweet Valley ni nada más de esta mujer. Luego vino una colección de libros que mi padre leyo de pequeño y a él le encantaron.
Pianista... ¿y cual fue tu primer "primer libro"?
De nada, admirado Sintomático, pero lo de okupa no me lo dices fuera del Saloon!!!!
Bueno, María, ¿los cinco y los siete terminaron siendo los doce? Pensaré lo del primer libro. Eso si, recuerdo perfectamente con cuçal comencé a leer. De hecho, hace unos pocos días lo tuve en mis manos. Igual lo cuento, si.
yo leí La hierba roja por recomendación de un par de amigos y, aparte de curioso, es un poco bestia a ratos...
Hablando de moridscos, fue el mordisco del Mago el que te aficionó a morder, pianista?
(a mí me apasionan los mordiscos de Dracula, cambiando aunqeu no del todo de tema...).
Bueno, Meteorito, hay que defenderse cuando te tirorean. Y la madera del piano ya no está para nada, la pobre. Sobre La hierba roja escribo otro día. Me gusta demasiado como para ventilarlo en dos líneas y bastantes erratas...
Desde muy pequeño mi madre nos fue atrayendo al reverso tenebroso de la lectura; nos recomendaba libros que se había leído (Los Cinco, qué valor el de mi madre) y nos iba preguntando "¿y has llegado ya donde...?" Así fuimos devorando libros según crecíamos, hasta que nos enfrentamos con los de mi padre...
Después de este rollo, entenderás que no me acuerde de mi primer libro.
Eso sí, nunca los forro. Me gusta el tacto de cada uno. Es como su olor peculiar...
pero lo de ex okupa no lo explicas... jejeje
Juajua, Néstor, pero no os destriparía las historias tu madre, ¿no? Por otra parte, no cuela la excusa del forro. Los libros forrados mantienen su olor peculiar y se conservan mejor porque no pillan suciedad, el sudor de las manos, el tonto aquel que nos intenta tirar el café encima, no se. Anda, pruébalo y luego nos cuentas.
Juajua, María, no contaré mi (inexistente) pasado okupa aunque estén aquí Marta y Néstor en comandita. Sintomático, anda, aclara tu comentario o la chiquita del chat me va a estar dando la brasa toda la tarde!!!
¡La Coctelera! ¡Qué tiempos! Ya no me acordaba. Ahora recuerdo que la ponía mi hermano mayor por las tardes, el mismo que nos echa ahora cada bronca si forramos los libros... "Vaya, ya te lo has cargado, con lo bonito que estaba", y tal...
Altea, bienvenida. Oye, se alaba el buen gusto de tu hermano, pero no se si sería la misma Coctelera que oía yo, porque me parece que era local, pero la memoria me traiciona. En todo caso, se alaba lo de la Coctelera de tu hermano, pero ya estás dándole la bronca de mi parte por no forrar los libros, que es que se empieza por ahí y se termina jipi del todo.
Ya que tal, propongo okupar tu guarida, bebernos tu mueble bar -seguro que guardas algún licor blanco en el piano- y ver que más libros tienes por ahí. Apunto el libro (si luego no me gusta, me llevo tus muebles).
Jajaja. Que cuidadoso eres con tus libros y con tu cerebro!!
Lidia
J (punto) hice biene n no fiarme de los artistas como tú:sois todos una cuadrilla de muertos de hambre. Y borrachuzos. pero si te descubro a Boris Vian, pues igual habrá valido la pena.
La verdad es que me he confundido al leer la entrada de hoy. Creí que se proponías hablar del primer libro, y la verdad es que por más que pensaba siempre había un libro anterior.
No he leído la hierba roja pero ya que lo comentais lo pongo en la lista de pendientes. Me fío de vuestro criterio.
Yo también forro los libros.
Publicar un comentario