Resulta que hoy, bueno ayer, vaya, ya nos entendemos, hizo dieciocho años de El Mundo.
¿Y dónde estaríamos antes? Tanto bigbang y tanta tontería y resulta que ya nadie se acuerda de anteayer. Claro, así no me extraña que haya tontorrones que estén con la matraca de la memoria histórica, que es como lo de poner cosas en otros idiomas cuando uno habla el suyo: una idiotez. O memoria o historia, pero las dos cosas a la vez, pues no pegan.
¿Y dónde estaríamos antes? Tanto bigbang y tanta tontería y resulta que ya nadie se acuerda de anteayer. Claro, así no me extraña que haya tontorrones que estén con la matraca de la memoria histórica, que es como lo de poner cosas en otros idiomas cuando uno habla el suyo: una idiotez. O memoria o historia, pero las dos cosas a la vez, pues no pegan.
Me acordaba yo de aquel piso en el que apenas viví un mes y poco, cuando salió lo del periódico este que se llama como el orbe que nos ha tocado poblar. Resulta que en la tele echaban un debate que moderaba, por así decirlo, Miguel Ángel Gozalo. Se llamaba "Derecho a discrepar". Qué ironía. Aquella velada combatían, por una parte el ministro aquel que era elecricista, pero que no tenía ni chispa ni brillo ni dos dedos de talento, y por la otra los de la canallesca. Entre ellos había uno que llevaba unos tirantes estrambóticos y que largaba fino. Era el director de Diario 16, un periódico nacido en la Transición, que tenía fama de moderno y que estaba haciendo un periodismo muy americano, valentón y detectivesco. Estaban las huestes de Pedro J. con la lupa puesta en las corrupciones de Interior y habían pinchado en hueso con lo del GAL. En aquel debate, Pedro J. arrinconó al ministro que se reveló maleducado y violento. Diría yo que, por primera vez, en un medio de comunicación masivo, la tele de entonces, de la de dos canales y cosillas autonómicas, alguien se atrevía a relacionar al Gobierno socialista con los crímenes de un grupo terrorista.
Con el tiempo, un año y poco después, al propio Gozalo, que en aquel debate me cayó fatal por la de capotes que le echaba al señorito, fue liquidado por el Solana aquel que dirigió la tele y que no me acuerdo si era de los dos hermanos el tonto o el más tonto. Vaya tropa.
Por entonces, también, leí Watchen por primnera vez.
Y segunda y tercera y más.
A los pocos días del debate, las maniobras surtieron efecto y Pedro J. era eliminado de la dirección de Diario16. Los cables el electricista terminaron por convertirle el sillón en eléctrico, pero al parecer, aún tuvo tiempo de salir de allí, aunque algo chamuscado. Así se las gastan, decíamos, los del Gobierno del progreso y de la cal viva. Bueno, la cal viva a ún no sabíamos, ni lo de los mendigos que mataba el CESID haciendo experimentos a ver si cantaban, ni los de la extorsión para financiarse, aquellas cositas. En su huida, Pedro J. se llevó a sus colaboradores más cercanos y prometió que volvería. Y va y vuelve.
En cuatro días, como quien dice, montan un periódico la mar de moderno, muy bien diseñado, limpio y claro, como de un tiempo más avanzado, que se apoya en la fuerza de los gatos recién escaldados. Y empiezan a ser el azote de los que les acaban de correr a gorrazos. Pero es que encima estaba bien escrito.
Recuerdo, decía, lo del piso aquel en el quee estuve un mes o por ahí. Se compraba la prensa y se iba variando, claro. es lo que tiene compartir piso con peridistas aspirantes. Y leíamos el Mundo con fruición. La verdad es que era un diario que conectaba fácilmente: era de oposición militante, estaba muy bien confeccionado y hacía bandera de la independencia que le permitía decir lo que otros callaban. Pronto, por su militancia contra González, le atribuyeron el sambenito de derechón. Un sitio en el que escribía Umbral, Martín Prieto -dos excolumnistasde bandera de El País-, Villena, Pombo e Hidalgo -rememorando aquellas tardes de gloria de la tele en las que hacían una tertulia literaria, a la misma hora en que ahora dan culebrones- , Ortiz y con el tiempo, Aurora Pavón o Gala. Pero algo había que decir.
A mi me gustaba porque por fin se ponían alguien a investigar el asunto de los GAL, con Cerdán y Rubio -por ello también llamaban filoetarra a los que estábamos por aclarar esa basura putrefacta y rodeada de cal viva, qué cosas- , porque adecuaba el diseño al contenido, porque me divertía Carlos Boyero dando leña, porque entendía un poco la economía gracias a Cacho, los corresponsales, con Rojo y Mújica a la cabeza te transportaban a las cosas que contaban, yencina estaban Ricardo y Nacho, con los mejores chistes del momento. Me gustaba un poco el ABC, porque estaba bien escrito, pero manchaba mucho y la grapa me tostaba, El País estaba aburguesado y rendido al poderoso, y cuando quería ir de moderno resultaba poco creible, al Diario 16 le cogimos tirria, del Diario de Navarra me interesaba la cartelera, por lo del cine y un poco después me aficioné, en aquel verano de rehabilitación y estudios al Independiente, creo que el último intento de diario serio, mayormente opinativo y un poco de élite. Aquel verano publicaban por entregas una novela de mi admirado Jesús Ferrero y una especie de reportajón polemicoide sobre el Opus Dei, que era para oscilar entre la carcajada y la indignación, lo uno por las tontadas, lo otro por las trolas que contaban. Y la peña traga que te traga. En fin.
Me acuerdo de cuando Pedro J. respondía indignado al anunco de El Sol, un periodiquillo con vocación de colorín, de remodernísimo, que en su primer fin de semana se vendía en una bolsita de plástico por la cantidad de chorradas que llevaba de regalo. Hasta una estantería para el diccionario enciclopédico que regalaba a trozos. Entonces decía que ellos vendían noticias, y que no era serio convertir el quiosco en un supermercado, o algo así. Ay, esclavos de nuestras palabras...
Hace poco oía a uno que argumena que El Mundo y El País son iguales. Que su línea editorial es la misma. Sacrilegio. O no. en realidad, no tanto. Si acaso, columnistas algo más distantes, pero el editorial, salvando los temas que incumben a los socialistas, pues tampoco son tan distintos.
A mi hace un tiempo que me cruje, porque igual echo de menos aquel Mundo ilusionado, osado y con sed de justica, sin tanto potal digital, licencias de TV y demás zarandajas. Ahora le echo un ojo, claro, un poco como a los demás, aunque menos, desde que somos huérfanos de Umbral. Leo unos cuantos más, claro y me confecciono el mío propio, aunque preferiría encontrar algo más sensato hecho pretaporter, como quien dice. De todos modos, me queda el buen recuerdo de aquel comedor feote lleno de estudiantes de periodismo, repartiendonos el periódico a trozos, devorando el relato de Alfonso Rojo, las mordacers críricas de Boyero y la columna de Manuel Hidalgo. Cuando a uno le dan tanta leña desde tantos sitios, buenos, malos, regulares y peores, es que hay algo valioso, aunque sea pequeñito, escondido y medio feo.
De todos modos, para el futuro me temo lo peor: Gore se ha propuesto salvar el mundo. Está todo perdido. A ver dónde iremos después.
14 comentarios:
Madre mía, como pasa el tiempo!
Aún recuerdo la última etapa de Gonzalez, cuando se enteraba de los casos de corrupción por la prensa...jajajajaj!!!! y aún hay gente que cree eso del mejor presidente de España? si... para los que se enriquecieron a su costa... Y mira que soy de izquierdas eh? :)
Un beso!
Qué tal, pianista:
Yo tenía tres añitos cuando ocurría todo esto. Tú leías periódicos y yo aprendía a leer.
Con el tiempo todo cambia. La realidad es que ahora ya no existe cultura de leer periódicos. Con el ordenador, es posible acceder a cualquier información en cualquier parte del mundo (que no de El Mundo).
Claro, Belén,
porque una de las mayores infamias que han hecho los sociatas es cargarse la izquierda.
Ah, y yo no quiero que me salve Gore, gracias.
Ojalá Gore se propusiera salvar EL MUNDO (el diario) y no el Mundo, (nuestro planeta)
Prefiero que acabe con el uno y no con el otro, este que pasaba de todo cuando tenía poder político. Ahora se está forrando...
Me encanta Watchmen, sabes que no lo conocí hasta el mes de mayo, cuando me lo regalaron por mi cumple?
que casualidad pianista.
Es buenísimo.
Jo, Belén, lo peor de aquella etapa siniestra es que aún está por cerrar.
Amatía, es que tú también estás entre la legión de la insultante juventud. La paradoja de la información: cuanta más hay, menos informa.
Dulci, es que no es cuestión de presuntas derechas o izquierdas, sino de golfos, mangantes y asesinos. Jo, si, Gore que se vaya de vacaciones a Groenlandia, no sea que de de un calentón global.
Hombre, FutBlog, creo que no lo necesita, pero sea como sea, a mi no me mola que le echen la persiana a los medios, ni siquiera los que con sus páginas intentaban tapar el rastro de la cal viva. Obra maestra los Watchmen. No se si conoces V de Vendetta, no llega a su altura, pero está de maravilla también.
Si V de Vendetta, si, también lo tengo, pero Watchmen fue toda una sorpresa. Es que ni lo conocía. Toda una alegría, muy buen regalo, y encima una coincidencia con el rey de las teclas, así que tanto mejor.
PD. Hoy no hay chat ni donde María.
Está todo muy muerto y aburrido.
Será el tiempo.
Decía esta tarde una señora que sus abuelos habían sido los dos "rojos" ("pero rojos de verdad -apostillaba- no como el abuelo de ZP") y a uno de ellos le habían condenado a muerte. Decía que gracias a los trece años de González, en su casa votaban PP.
Juajua, FutBlog, lo de rey d elas teclas no irá por mi, ¿no? Tal y como está la cosa, me da un miedo... Tremendo Watchmen. Y cuantas más veces lo lees, más detalles descubres.
Bueno, Dulci, yo hablaba de la prensa. La destrucción de las ideologías es otro tema. En las democracias normales, no en las que el ejecutivo intenta fagocitar al legilslativo y al judicial, es habitual que los votantes pasen de lado a lado del espectro político sin mayores dramatismos. Guardo la esperanza de que algún día pase aquí y que decirlo no sea motivo de fusilamiento. Bien chulo el tema, si.
¿V de vendetta? Me han dicho que es una maldita apología del terrorismo.
Uy Altea, también dicen por ahí que El Mundo es un periódico de derechas. Lo habitual es la etiqueta, no te fíes. La verdad es que, argumentalmente es un refrito de 1984 con un luchador justiciero con tintes de librepensador casi anarcoide. Es un muy buen tebeo, pero no pasa de ahí. Darle mayor valor intelectual, pues bueno... Otra cosa es Watchmen, una obra maestra de tebeo.
A ver si acierto apegarlo bien, FutBlog. Mírate este enlace y verás que interesante Annotated Watchmen, una descripción de todo lo que sale en el tebeo, viñeta por viñeta, lleno de curiosidades y cosas que igual se nos pasan por alto. Y si encima he colocado bien el linc, pues flipo.
Eres sencillamente genial...
Para qué engañarnos, Rocioarana, probablemnete si. Lo malo es que mis jefes no se dan cienta... Ay...
Y encima con el link en azulito... ya has aprendido... lo de < a ref y todo ese rollete...
voy a investigar.
Gracias.
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