sábado, 7 de junio de 2008

Contador




Pero bueno, ¿os creíais que no iba a poner ni media línea sobre el acontecimiento ciclista de la semana, del mes, qué digo, desde hace la tira?
El Contador.


La luz nos la va a subir el caradura ese porque de alguna manera se han de agradecer los favores entre los golfantes. Eso si, tarifas sociales. O sea, que si tienes un frigo, pones la tele y te da por calentarte un poco de agua para hacerte una manzanilla -nada de leche, con una subida de casi un 28%, a ver quién s permite según qué lujo asiático- se te va la instalación a hacer puñetas porque para pillar la tarifilla esa de la señorita Pepis, o vives con un candil o lo llevas claro. Oscuro, hablamos de la luz. Pero no quería hacerme mala sangre con el progre multimillonario que nos sangra las costuras. Ay, qué gentuza.

Pero no, retomo el hilo.


El mito de la elegancia italiana es que no lo entenderé jamás. En este caso el ciclista no cuenta, pero así que observad al público. O al insigne miliciano, que parece que vaya en pijama de camuflaje y con el gorrito ese de la pluma, ay, la pluma

Contador, Alberto. El de las bicis. No, joer, Armstrong, no. Ni Induráin. Ni Perico. Ni Anquetil. Uf, hay cada antiguo por aquí... Menudo tío Alberto. Portentoso, se zampó a todo el personal del Giro y esos, casi sin equipo a base de talento y pundonor. Y los jetas del Tour que tienen tanto morro que cualquiier día acaban de ministros de Industria, lo menos.
Pero como todo el mundo le destaca lo bueno, yo voy a salir por peteneras, como está mandado.

Porque ya tiene lo suyo lo de maglia. Que encima sea rosa de un rosa tan rosa o sea ya se sabe por dónde voy. Pero es que encima sigas la costumbre entre cursi y catetona del bel.lo Cipollini, que en castellano suena aproximadamente mal y que traducido,"el hermoso cebollino" casi que peor, de ponerte el culote del mismo color del mallot es feo, pero feo feo, no se si me explico.
Pero es que el tío aún tiene más delito. Hoy me han regalado un póster del susodicho, muy chulo, todo hay que decirlo, no se, para pegar en el frigo, ahora que igual lo he de desenchufar para que se enriquezca el de la luz y el señor ministro, pero menos, a riesgo de que me de un dolor de tripas si se me quedan los yogures chuchurríos. Total que me fijo y Contador va entero de rosa. Entero. Esto es, que lo que lleva en los pies, los patucos, como si dijéramos, tambien son rosas de ese rosa tan feo. Ya es extraño, un tío en paños menores, en bici y en patucos. De rosa y enseñando la piñata, por lo del esfuerzo. Alberto, pareces buen tío, eres un campeonazo y, si Dios quiere, nos vas a dar tardes de gloria, pero eres un hortera de cuidado y pantalón de campana. No se puede tener todo.


Alberto, concluyo, eres un hortera.
Pero los del Tur son peores.
Y sin contar a los ministros.

9 comentarios:

María dijo...

para jornalero del pedal nuestro néstor se lleva la palma... ahora que lo pienso igual puede presentarse al Tour... ya que a contador no le dejan... Oye y bien contentos que estaban en Pinto todos de rosa... no?
¿¿primer comentario??? con esto de que moderes no se si me llevo el premio!!

Atiza dijo...

A mí del ciclismo, mi BH blanca,la azul de María, la roja de Marta, la blanca heredada desteñida de Beatriz, y la de los ruedines de Loreto. Los hombres, pasaron directamete a la moto. Es lo que tenía antes pertenecer al otro sexo.
La vestimenta, a ver, ni blanca, ni roja ni con ruedines. El giro, a la derecha siempre, el tour, La Tour (en fememenino) la de la Expo de 1889, y la vuelta, al ruedo de José Tomás.

Nodisparenalpianista dijo...

María, campeona, pese a la moderación!!! Tendrás un ramo de fllores en cuanto entres en bici bajo el Arco del Triunfo gabachuá. Por otra parte, Néstor creo que lleva un motorcico debajo del sillín. El mérito, y perdón por la inmodestia, es el mío, que voy en bici y sin frenos.

Jo, pobre Bea, pero vale. Y sobre José Tomás, a ver si en Barcelona mata mejor, porque ya me está empezando a mosquear, Atiza. Hemos de abrir un debate taurino-ciclista pero ya mismo.

Néstor dijo...

Pues a mi lo de la maglia me gusta... Queda bien. Mejor qu ela horterada gitana esa de vestir a la gente de dorado.
Ah, Alberto: aún nos queda La Vuelta...
PD: salgo en bici en un ratillo, con un amigo: ¿alguien se apunta?

Dulcinea dijo...

Pues sí, Contador es toda una Barbie ciclista.
Se me ha adelantado Atiza con lo de José Tomás. Cuatro orejas y rabo. Puerta Grande en Las Ventas. !Cómo me alegro por él y por el toreo!

PD Recordad, queridos, que ya decidimos que el maillot que luciríamos será pistacho fosforito.

Altea dijo...

Ya ves, para un deporte donde estamos consiguiendo algo, resulta que me trae por una friolera. Aing!
Luego nos tragaremos todos los partidos de furbol aunque no consigamos ná. Pero amigo, el ambientillo que se crea...

María dijo...

¡¿¿¿y la de hoy????? NO VALE LA EXCUSA DE LA PROGRAMACION DE ENTRADASSSSS!!!!

Paco Becerro dijo...

Solo opinaré de lo de las bicis. La maglia rosa es una horterada, pero no mucho más que el maillot amarillo o el jersey dorado.

Siempre me gustó la de la montaña con los lunares rojos de folklórica.

Nodisparenalpianista dijo...

Néstor, de acuerdo en lo del mallot oro, joer, que es amarillo pero guarrote. Pero que lo sepas, que eres un hortera, hombre. Y que no lo puedes negar, que aún nos acordamos del vídeo aquel que nos pegaste de tú y tus amigos haciendo el gamberro en la bici.

A mi al principio me pareció raro el mallot Dulci, pero ya me voy acostumbrando. Además, con tal de no ponerme patucos rosas, o que sea.

Pues también tienes razón, Altea. Pero entre épicos, aunque sea de rosa y multimillonarios en calzoncillos, no hay color. Bueno si hay, pero ya he rajado bastante por hoy.

María, joer, que no doy para más. Ni que fuese Contador!!!

Juajua, FutBlo, pues será porque tú no quieres!!
A mi me molaba Virenque, co aqyuella casa de estar oliendo a fritanga de sardinas, con la cosa de topos, que parecía La Niña de los Tuestes. Qué tío, mira que subía bien y lo mal que le sentaba. El Gitano Chiapucci si que sabía endosarse la camiseta de palmero como Dios manda.