Hace un par de fines de semana o por ahí, el programa Al sur de la semana hizo una cosa de esas habituales que hacen los programas de radio: un directo fuera de sus estudios. En concreto fue en Santiago de Compostela. Estos programas sirven para varias cosas: para promocionar el propio programa, está claro, para que el público lo pueda ver y pueda acercare un poco a la magia de la radio, una magia mecánica, de mentirijillas de gestos y de complicidades que se termina transformando en sugerencia y en caricia intangible. Bueno, caricia a veces, otras veces pescozón, bramido o directamente tontada. Pero no es el caso. También sirve para cazar publicidad del sitio a donde vas. Cuando estuve en Menorca había un comercial que firmaba programas en todas las fieetas mayores que pillaba. Allí, con los trastos en la grupa, se hacía lo que tocaba: entrevistar al caballero de los fadrins, al abuelo más abuelo-el añorado Riudavets, qué majo. El técnico que deía: piénsalo, cuando él nació, aún no había electricidad. Y lo pensé, si -, al alcalde y a una maciza que hacía las veces de fallera mayor, como si dijéramos.
Allá que se fueron los de ses programa, a pobnerse de centollos hasta las trancas, porque esa es otra, los que van a menear el bigote. Pero eso, con ser agradable apsatiempo, no es nada con lo que allí ocurrió.
Resulta que, hará diez años o por ahí, al director del programa, Rafa Sánchez, se le ocurrió hacer una tertulia futbolera. Bueno, nada del otro mundo, dirá allguno. Cierto es. Ahora das una patada al suelo y salen siete tertulias. Lo raro es que alguna de ellas tenga entre los contertulios alguien de un cierto nivel. Ya os he hablado, creo, de aquellas de Miguel Angel Nieto primero, y García Juez después, con Santiagop Amón, Luis Ángel de la Viuda, Carlos Pumares, Luis Carandell y gente así. Unos se murieron, otros se lanzaron barranco abajo, de otros ni se sabe. Ay.
Lo de la tertulia futbolera. A Sánchez le dio por formaruna tertulia de capellanes. De capellanes de equipos de fútbol. Y allí juntó al Padre Jesús del Extremadura de Almendralejo, al Padre Ángel del Bétis y al Padre Taboada del Depor, por entonces Superdepor o por ahí. Y aquello sonaba a gloria. Porque los tres curas unían varias cosas no demasiado habituales en ese mundillo de las cosas de los multimillonarios del furbo. Le ponian un sentido humano, una pasión considerable y una buena dosis de tranquilidad , de quitarle hierro al asunto, que hay días que abres el Marca y te da el jamacuco, con brsaileños tristes, aficiones desoladas, delanteros inflamados de soberbia y Nuria Bermúdez rematando los córners.
Los curas se divertían hablando de fútbol, contaban cosdas sencillas de sus equipos, hacían de ese espectáculo de muchos ceros algo bonito. Y las cosas que les pasaban: que en mitad de la tertulia se oía a uno que decía "pasen, pasen" porque le estaban entrando en el despacho parroquial los novios d elas bodas, o que intentaban ir rapidito porque tenían esperando a los de Cáritas o a los que tocase.
Así anduvieron la tira. Y nunca hacían un programa en directo juntos. In situ quiero decir.
Un día va el Padre Jesús y, sin avisar ni nada, va y se nos muere. En ALmendralejo se armó una buena. Porque él no lo decía, pero además de atender a su equipo -que falta le hacía, porque las penurias del modesto le hacen enorme, aunque hay que saber sobrellevarlas- estaba en su parroquia y cuidaba de todo aquel que le pidiese ayuda. Me acuerdo de lo que contaba la gente que llamó tras su fallecimiento para contar quién era alquel cura. Y explicaban. El uno, al que le buscó ropa cuando estaba en la calle. La otra a la que le buscó un trabajo para que no tuviese que andar más por la calle. Los niños recogidos en lugar de haciendo el bestia por ahí, la puerta que nunca está cerrada, la luz que siempre vela. Emocionante entonces y ahora, cuando lo recuerdo. Tanta basura y la buena gente desapercibida.
Al Padre Jesús le sustituyó el Padre Gracia, capellán del Zaragoza, que resulta en su voz contraste con su apellido. Yo siempre me lo he fiugurado mucho más joven que sus colegas porque trae el brío maño en su fuerte voz y la contundencia de uno que pisa firme. Este año le ha tocado bajar a segunda, pero yo le escucho igual de feliz. Del Padre Ángel la bulla sevillana le precede. Sánchez, el muy malvado, le hace decir el correo electrónico para que se trabuque, pero el cura lo resuleve con mucha gracia y hasta vacilándole cuando conviene, como está mandado. El Padre Taboada me encanta por su plácido modo de decir las cosas, su tono templado pero cargado de sentido, ironía, chispa, sentido común, cariño y hasta mala uva, según convenga. Un portento de la palabra.
Retomo el hilo, antes de que me quede largo.
Hace unas semanas y por primera vez, en Santiago, que tampoco es mal sitio, los tres padres se saludaron por pirmera vez en persona. Al empezar el programa se dan el saludo de guerra. "me gusta el fútbol" y siguen con sus cosas. El Padre Jesús también aparece por allí, en forma de grabación, por lo de su prematura partida, y, en cierta manera se hace muy presente.
Por lo que cuentan, se lo pasaron de fábula. Y por lo que parece, fue así. Yo les voy escuchando a temporadas, y ahora estoy en ello, en lo de retomarles. Es reconfortante oirles. es hermoso ver lo hermoso en lo normal, allí donde suele pasar desapercibido lo bueno, donde cuesta ver más allá de bramidos y de petrodólares, o como se llame a los dineros del furbo. Estar en todas partes es predicar con el ejemplo, supongo.
Como se me echa el tiempo encima, aprovecho que el Pisuerga pasa por Valladolid -que es lo que siempre dice el Padre Ángel cuando le toca ponerle equis al Valladolid- para comentar que tengo pendiente una entrada sobre Hacienda, sobre que hemos de poner la equis precisamente -aunque no para empatar, sino para ganar todos- y sobre que hemos de ayudarnos un poco más y ser menos ratas, joer, que solo nos gastamos la pasta en vinos y en Cancún.
Allá que se fueron los de ses programa, a pobnerse de centollos hasta las trancas, porque esa es otra, los que van a menear el bigote. Pero eso, con ser agradable apsatiempo, no es nada con lo que allí ocurrió.
Resulta que, hará diez años o por ahí, al director del programa, Rafa Sánchez, se le ocurrió hacer una tertulia futbolera. Bueno, nada del otro mundo, dirá allguno. Cierto es. Ahora das una patada al suelo y salen siete tertulias. Lo raro es que alguna de ellas tenga entre los contertulios alguien de un cierto nivel. Ya os he hablado, creo, de aquellas de Miguel Angel Nieto primero, y García Juez después, con Santiagop Amón, Luis Ángel de la Viuda, Carlos Pumares, Luis Carandell y gente así. Unos se murieron, otros se lanzaron barranco abajo, de otros ni se sabe. Ay.
Lo de la tertulia futbolera. A Sánchez le dio por formaruna tertulia de capellanes. De capellanes de equipos de fútbol. Y allí juntó al Padre Jesús del Extremadura de Almendralejo, al Padre Ángel del Bétis y al Padre Taboada del Depor, por entonces Superdepor o por ahí. Y aquello sonaba a gloria. Porque los tres curas unían varias cosas no demasiado habituales en ese mundillo de las cosas de los multimillonarios del furbo. Le ponian un sentido humano, una pasión considerable y una buena dosis de tranquilidad , de quitarle hierro al asunto, que hay días que abres el Marca y te da el jamacuco, con brsaileños tristes, aficiones desoladas, delanteros inflamados de soberbia y Nuria Bermúdez rematando los córners.
Los curas se divertían hablando de fútbol, contaban cosdas sencillas de sus equipos, hacían de ese espectáculo de muchos ceros algo bonito. Y las cosas que les pasaban: que en mitad de la tertulia se oía a uno que decía "pasen, pasen" porque le estaban entrando en el despacho parroquial los novios d elas bodas, o que intentaban ir rapidito porque tenían esperando a los de Cáritas o a los que tocase.
Así anduvieron la tira. Y nunca hacían un programa en directo juntos. In situ quiero decir.
Un día va el Padre Jesús y, sin avisar ni nada, va y se nos muere. En ALmendralejo se armó una buena. Porque él no lo decía, pero además de atender a su equipo -que falta le hacía, porque las penurias del modesto le hacen enorme, aunque hay que saber sobrellevarlas- estaba en su parroquia y cuidaba de todo aquel que le pidiese ayuda. Me acuerdo de lo que contaba la gente que llamó tras su fallecimiento para contar quién era alquel cura. Y explicaban. El uno, al que le buscó ropa cuando estaba en la calle. La otra a la que le buscó un trabajo para que no tuviese que andar más por la calle. Los niños recogidos en lugar de haciendo el bestia por ahí, la puerta que nunca está cerrada, la luz que siempre vela. Emocionante entonces y ahora, cuando lo recuerdo. Tanta basura y la buena gente desapercibida.
Al Padre Jesús le sustituyó el Padre Gracia, capellán del Zaragoza, que resulta en su voz contraste con su apellido. Yo siempre me lo he fiugurado mucho más joven que sus colegas porque trae el brío maño en su fuerte voz y la contundencia de uno que pisa firme. Este año le ha tocado bajar a segunda, pero yo le escucho igual de feliz. Del Padre Ángel la bulla sevillana le precede. Sánchez, el muy malvado, le hace decir el correo electrónico para que se trabuque, pero el cura lo resuleve con mucha gracia y hasta vacilándole cuando conviene, como está mandado. El Padre Taboada me encanta por su plácido modo de decir las cosas, su tono templado pero cargado de sentido, ironía, chispa, sentido común, cariño y hasta mala uva, según convenga. Un portento de la palabra.
Retomo el hilo, antes de que me quede largo.
Hace unas semanas y por primera vez, en Santiago, que tampoco es mal sitio, los tres padres se saludaron por pirmera vez en persona. Al empezar el programa se dan el saludo de guerra. "me gusta el fútbol" y siguen con sus cosas. El Padre Jesús también aparece por allí, en forma de grabación, por lo de su prematura partida, y, en cierta manera se hace muy presente.
Por lo que cuentan, se lo pasaron de fábula. Y por lo que parece, fue así. Yo les voy escuchando a temporadas, y ahora estoy en ello, en lo de retomarles. Es reconfortante oirles. es hermoso ver lo hermoso en lo normal, allí donde suele pasar desapercibido lo bueno, donde cuesta ver más allá de bramidos y de petrodólares, o como se llame a los dineros del furbo. Estar en todas partes es predicar con el ejemplo, supongo.
Como se me echa el tiempo encima, aprovecho que el Pisuerga pasa por Valladolid -que es lo que siempre dice el Padre Ángel cuando le toca ponerle equis al Valladolid- para comentar que tengo pendiente una entrada sobre Hacienda, sobre que hemos de poner la equis precisamente -aunque no para empatar, sino para ganar todos- y sobre que hemos de ayudarnos un poco más y ser menos ratas, joer, que solo nos gastamos la pasta en vinos y en Cancún.
5 comentarios:
Qué entrada más bonita. Yo alguna vez les he oído, y me encanta cuando discuten sobre jugadas. Que si fue penalti o no, que si éste ganará al otro, pero tronchándose de risa.
Venga, a ver esa entrada de la X. Que sin ella, sin la X, no sólo la Iglesia católica, sinó toda su obra social y humanitaria, dirigida a creyentes y no creyentes, ojo, se queda en cuadro.
Y los sacerdotes no tienen casi para comer. Pero de verdad.
Qué entrada más bonita. Yo alguna vez les he oído, y me encanta cuando discuten sobre jugadas. Que si fue penalti o no, que si éste ganará al otro, pero tronchándose de risa.
Venga, a ver esa entrada de la X. Que sin ella, sin la X, no sólo la Iglesia católica, sinó toda su obra social y humanitaria, dirigida a creyentes y no creyentes, ojo, se queda en cuadro.
Y los sacerdotes no tienen casi para comer. Pero de verdad.
Veo que te ha gustado doblemente, Dulci. Ayer se despidieron por esta temporada. El crac del padre Taboada acertó en su pronóstico del España Rudia, victoria por tres goles e incluso con el nombre de los goleadores. Para la final, los tres dicen que gana España. No se, pero ahí quedó.
GENIAL! Immmmppppresionante reportaje sobre los curas futboleros. No sabía yo ni que los hubiera, es que soy una futbolconversa.
Aquí estoy de nuevo, repasando entradas.
Ay pianista; otra vez coincidimos; cómo me gusta la tertulia de los curas. Y cómo sentí la marcha del padre Jesús; la viví en directo. Ya sabes, esto de la marcha siempre digo yo que no va por orden de lista: va salteado. Por utilizar un símil muy de lo mío.
Sigo con el repaso.
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