Encuentro, pegando unos saltos, esta curiosa página del Instituto Nacional de Estadística en la que si uno pone un apellido, le muestran en qué provincias aparecen más de cinco personas con ese mismo apellido en primer y segundo lugar o en ambos.
Nada más, os dejo para que juguéis un rato, que estas tontadas son la mar de divertidas.
Sigo con las cosas divertidas alrededor de la heráldica y similares. ¿Qué mejor regalo para un bodorrio de melón con jamón y langostinos por un tubo, que atizarles a los nupciantes con un cuadro con sus respectivos escudos de armas? Eso si, con cuidado, que las armas las carga el diablo y que si la novia pelotari -obsérvese que tiene unos brazos que ni Rubén Beloki- no llevase un tocado-chiconera, a estas horas estaría comatosa perdida por el castañazo en la sesera que le habría ocasionado el estrábico del novio que, además, ya ha empezado a soltarse la corbata, porque ya no le llega la camisa al cuerpo. No alcanza a verse los apellidos de tan ilustres festejantes, pero han de ser gente de posibles, porque el tío luce un peluco que tiene un empeño muy guapo.
Los misterios de la heráldica y los extraños negocios que propicia. Pero oye, peor es estar en la calle.
5 comentarios:
Mmm, una boda. Déjate de escudos y apellidos. Lo suculento es fijarse en los vestidos, peinados, tacones, corbatas que luce el personal. Y las joyas, los peinados, los bolsos...
A mí me gusta apostarme en la acera de enfrente de las Iglesias y repasar bien al personal. Incluso emparejar a los invitados, tipo "ese liga con aquella" o "aquellos dos acabarán mal". Lenguaje no verbal, vaya.
Jeje, como el tocado de la nena o la corbata de torpedo, eso es, Dulci.
Pues las cortinas...
ja ja, ya sé que regalar en la próxima boda que me caigan mal los novios.
Jasjasjas, Txispi, pero qué malvada!!!!
Uf, Myriam, si te caen tan mal, que te inviten será un milagro!!!!
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