Camino del pabellón donde se va a celebrar el concierto, comenzamos a bromear. La cosa es ir contando ente hasta tener a los once tontos disfrazados de selección brasileña, porque, no se sabe muy bien por qué, se ha puesto de moda –¡si Moliere levantase la cabeza!-el amarillo histérico de los furbolistas del Brasil. La bromita se termina en unpispás, porque contamos once muy rápido. Pues vamos a por los suplentes. Ya está. Y tenemos para hacer medio torneo de la Libertad, o no se cómo le llaman allí a lo de la liga y tal.
Esto se pone cuesta arriba. Si el público para el concierto es una panda de desarrapados disfrazados de fichas de parchís piojosas, nos pueden dar la velada. Todo es supercool y así, claro. Mainstream a tope, ya se sabe. Pero algunos simplemente vamos a ver un grupo fascinante. Lo malo es que está de moda entre los jipiguays.
Esto se pone cuesta arriba. Si el público para el concierto es una panda de desarrapados disfrazados de fichas de parchís piojosas, nos pueden dar la velada. Todo es supercool y así, claro. Mainstream a tope, ya se sabe. Pero algunos simplemente vamos a ver un grupo fascinante. Lo malo es que está de moda entre los jipiguays.
Si a la camiseta le añades la tontada de Mradona, el el Sónar te hinchas de la admiración que levantas por super cool
Massive Attack llevan dando guerra desde hace bastante. Cuenta la leyenda que en la primera Guerra del Golfo -si, si, esa, esa en la que participamos con soldados de reemplazo gracias a las decisiones de nuestros hombres de la paz- les hicieron quitarse lo de Attack para que no pareciese que instigaban a la violencia. Pues haberse llamado Sunflowers. Ay no, que esos ya existen. Que si, que si, créanme. Bueno, han purgado penas, ahora son unos adalides de lo de Oxfam, que también tiene su aquél.
Pero bueno, nos reímos mucho porque Massive Attack hizo un repertorio colosal, con Horace Andy disfrazado de geyperman y dando una lección de voz camino de los sesenta tacos, la mulatona cantando como le daba la gana y un guitarra metalero que le metió una dosis de adrenalina a algunas de las canciones que aún les tiemblan los cristales de las gafas a los de la delantera canariña. Además fuimos testigos de un milagro allí obrado: la reconversión de un sinfónico en electrotecno. Si, si, que todo lo había hecho Peter Hammill o IQ antes, pero fue allí donde casi se le descuajeringa una cadera.
Si es que ya no tenemos edad. Para delanteros brasileños, quiero decir.
Pero bueno, nos reímos mucho porque Massive Attack hizo un repertorio colosal, con Horace Andy disfrazado de geyperman y dando una lección de voz camino de los sesenta tacos, la mulatona cantando como le daba la gana y un guitarra metalero que le metió una dosis de adrenalina a algunas de las canciones que aún les tiemblan los cristales de las gafas a los de la delantera canariña. Además fuimos testigos de un milagro allí obrado: la reconversión de un sinfónico en electrotecno. Si, si, que todo lo había hecho Peter Hammill o IQ antes, pero fue allí donde casi se le descuajeringa una cadera.
Si es que ya no tenemos edad. Para delanteros brasileños, quiero decir.
2 comentarios:
Y yo que creía, en mi ignorancia del inglés, que Attack significaba "atasco"...
Si es que los pinkfloydianos os estais quedando como el dinosaurio de Monterroso, viendo dormir a los modelnos.
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