¿Os acordáis de Marc? Os lo recordaba el domingo, precisamente el día en que celebramos su bautismo.
Bueno, fantástico, estuvo la mar de tranquilito, con un pequeño conato de bronca transformado en dulce sueñecito en brazos de su papi. El personal, que le miraba, todo estupendo. Raimon, el eterno bautizador de la familia, ofició estupendamente, nos recordó el valor de los símbolos en el rito, nos fue explicando el por qué de cada cosa y se le vio lo que sabe después de toda la vida enseñando. Para los bises, como si dijéramos, cogió al bebé Marc en brazos y le dió las gracias por ser señal de la presencia de Dios, por la reunión de la familia y amigos, ypor ser promesa y esperanza de futuro. Me gustó lo que dijo sobre los papis, que son optimistas, porque ponen hijos en el camino cara a un futuro que esperan mejor. Bueno, más o menos, porque Raimon de vez en cuando se merece unos subtítulos, que va a su aire y, o hace veinte años que le conoces, o no le sigues.
Memorable fue el momento en que avisó a los del fondo de que había sitios libres a su alrededor. Y allí que nos fuimos sus exalumnos aguantándonos la risilla viendo que los años no pasan y que Raimon sigue dispuesto a sacarnos los colores con tal de tenernos cerca. Y encima a las chicas les quita años: "tú tendrás... veinticuatro, ¿no?" Todo un caballero.
Marc ni lloro con el agua, todo un crac. Los papás y las nenas nos dijeron unas palabras, le echaron fotos, les aplaudimos -a instancia de Raimon, inédito, el cura animando a la claque- y nos emocionamos un ratito. Todo estupendo. Y cuando termina, me dije Joan: "ahora, antes de que bajen, yo me escapo a ver el cole". Bueno, vale. Y Helena me dice algo parecido. Total, que formamos un comando de cuatro, con Cristina y este Nodisparenalpianista que les cuenta, en busca de las aulas perdidas. Y comienzan las batallitas.
Que si yo sólo me se los pisos desde el tercero hacia abajo, porque llegué en sexto, que si los cristales de las puertas los han cambiando, peor los pupitres siguen siendo estilo nigeriano, que si el voto de pobreza es lo que tiene ¿os acordáis de la calefacción que nunca tuvimos?, ¿alguien sabe forzar cerraduras para entrar en las clases?, allí estaba el museo, donde tenían aquel gorila disecado, asqueroso y feo, ¿no estaba allí? no, allí el de los pajarracos, ¿y la mesa de pinpón?, joer que eso era enfrente, en el edificio de BUP y COU, ay, yo es que de esto me acuerdo a trocitos, es que te haces mayor, guapa. Pues Raimon dice que tengo veinticuatro. El otro.
Joan que se pone a buscar la orla, todo un clásico en las rutas de exalumnos por el cole. Yo aún no entiendo por qué, pero para mi que juegan a las sillas musicales, pero con las orlas; así que de año en año las cambian de sitio. Total, que como para estas cosas es un hacha, Joan la encuentra en el pasillo del primer piso, en la zona de aulas de octavo. Recuerdo que aquel fue un gran año. Lo pasé muy bien, aquel año y los siguientes. Suena muy bien el piano.
Cosas de la tecnología, la vamos a liar: ¿nos hacemos una foto delante de la orla? Vale, ni uno con cámara. Pues con el móvil. Con un par. De móviles, digo. Y comienza la tontada, oye que no cabemos, hay que apretarse mas, que esto no se ve, tralará. Intentamos secuestrar a algún invitado, pero no cuela con el abuelo de Marc, que anda atrapado por su hermanita Blanca. Al final oigo que baja otro y resulta que son Marc y su papá Paco. Joer, les digo, este no nos vale, que va con niño y ha de salir en la foto. Al final le lio y nos metemos los cinco en la foto, apretujadillos y troceados, pero la cosa resulta divertida. Marc no sale en la foto, porque aún no es exalumno del cole. La veteranía, que es un grado, y al que no le guste, pues que se haga anarquista, jolín.
Lo del fondo es la orla, palabrita.
Los de delante, pues... los orlandos
Después de la sesión de fotos caótica, desmelenada y divertida, nos vamos a dónde la cosa alimenticia, y nos lo pasamos de miedo. Con un poco de suerte rehacemos una buena amistad, con otra, montamos un cenorrio pendiente y con otra poca más, se irán arreglando algunos problemillas que hay por ahí. Raimon dice que Marc dará fuerzas. Y yo me fío de los dos.
19 comentarios:
Qué bien os lo pasais. ¡Has puesto una foto con personas! Bien, bien... hasta reconozco a...
Lidia
O sea que además de ir de bautizo, teníais un plan B para volver al escenario de fechorías juveniles...
¿Y los de la foto quienes son? ¿Y por qué no nos pones una foto de Marc, así en plan bautizo de Infanta con su mamá-Leti?
Y también de los vestidos de los invitados para marujear. Incluso contarnos algún que otro chisme tipo "esos no se hablan","aquellos dos de ahí tuvieron más que palabras"... no sé, la salsa de cualquier fiesta familiar.
Hay cameo, pianista?
Buen relato, si señor. Llevaba tiempo sin visitarte. No vuelvo a tardar tanto la próxima vez. Un abrazo.
Plas, plas, plas por el pequeño Marc y por los antiguos alumnos. Esto, ejem... ¿la corbata os la habíais quitado ya?
¡¡Qué gustazo de historia, Pianista!! Podemos hacer una "fiesta-chat" para celebrarlo...
Y puedes poner una encuesta con lo de Javi: hay o no hay cameo del Pianista.
qué bien lo has escrito, Pianista, y cómo se nota que te gustó el cole. A mí también...
Marc tendrá algo que decir...Seguro
Un saludo
AnónimoLidia, reconoces a...¿Lidia???
El faoso plan B, Dulci, siempre a punto. Fue una fiesta sin cuchillos, todo dulce y tranquilo, los invitados ya sabían que no hay que disparar a los pianistas.
Allí casi camastro, J (punto). Al fin y al cabo, quien màs quine menos todos hemos pasado por algún campo de concentración o convivencia veraniega.
Ángel, siempre bienvenido. Pero no tardes en volver!!!
Juasjuas, Néstor, algunos no nos la pusimos en ningún momentos. Entre exalumnos de Jesuítas, la formalidad es la informalidad. Y si, hubo plasplasplas para el pequeMarc.
Marta, anda que no te gusta a ti la jarana. Y nada de encuestas, no sea que vaya ahacer una sobre tu garito...
Gracias RocioArana. Pues si, con sus sombras, claro, pero sus muchas más luces, viva el cole!!
Amatía, creo que si, que tendrá mucho que decir, pero mejor vamos esperando sentados. A mi, de vuelta a casa, me cogió el índice y el meñique y mientras le movía los otros dedos, el tío se tronchaba. Habilidades de Nodisparenalpianista.
Si, si, qué bello fue el cole, qué estupendo el bautizo, bla, bla, bla... pero de marujeos, nada. !Cómo eres!
A lo mejor de lo que se reía el pequeño Marc que es de tener cogido por los dedos a un pianista. Ese chaval promete.
Los cinco subidos al piano,
cinco orlandos no furiosos
posan sin mover las manos
en un retrato glorioso.
Jaja, pues tienes razón Dulci, los marujeos los dejamos para el domingo en el chat cuando estemos pasados de tequilas.
Subidos al piano
saludamos al FutBlog,
que animado por el bautizo
cual cristal de Murano,
brilla más que el sol
inventándose un buen ripio.
(¡uf!)
jajaja
ja! te veo!!
enhoragüena a marc y a sus papás...
Veo la sombra recortada que acompaña el blog... y esa foto... y algo...
Un día más descansado, FutBlog, le doy al soneto corto!
Hola María, ¿me ves? ¿Demasiados cubatitas?
Vale, J (punto) ¿te cuento las cosas que se pueden hacer con una foto? Pero alguea...
No, no... nada de cubatas, yo como J. entre las sombra del perfil y esta foto ya te pongo cara! jajaja
Tiene mucho mérito la foto. Es de esas de salir sonriendo con los mofletes del de al lado.
María que te veo!!
Altea, la panzada de reír que nos dimos con la tontería...
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