Esto lo estaba martilleando el día de autos, o sea, por matar el rato, con perdón. Y y oye, es que no le cambio ni media coma ni todas las torpezas.
Siempre me acuerdo de Pedro cuando lo del topicazo. Él bramaba educadamente "topicazo, topicazo" si uno en las prácticas, escribía y leía cosas tipo serpiente multicolor, encuentro en la cumbre de los dos mandatarios, desplome de la bolsa, príncipe de las letras, estrella maldita y así.
Va Michael Jackson y se nos muere cuando entramos en la ducha. Oye, y allí, debajo del grifo, mientras uno tararaea Billie Jean, va escribiendo su crónica particular. Y como entretenimiento, va adivinando lo que dirán los papeles. Porque dirán lo mismo de siempre y del mismo modo que siempre. Sólo una hora después del duchazo, Billie Jean, le comienzo a echar el ojo al asunto. Y allí está lo de siempre: el padre repartiendo tortas a los Five, la nariz menguante, Elvis y Lisa Marie, lo de los críos, los diez millones o cien, yo que sé, de Thriller vendidos y la cama que le hizo a Paul MCartney, que, al parecer le odia con todas las fuerzas que se le permite sin que se le salten los puntos del último liftin.
En todos los medios escritos clonan sus informaciones: portada con su imagen, a poder ser saludando, como diciendo adiós. Muere ye rey del pop. Hay que colocar lo de "rey del pop" al precio que sea. Referencias a Elvis y a Marylin -¿estarán los tres viviendo en el lado oscuro de la Luna, en el casino ese que ha montado Jesús Gil, con James Dean de aparcacoches?-, lo de los juicios, lo de su obsesión por los niños, el padre maltratador. Las fotos de un fan lloroso, a la espera del numerito que se inauguró a lo grande cuando lo de Lady Di -si, esa chica delgaducha que toma piñas coladas en la mesa del fondo del garito de Gil, ¿no sabíais?- a la espera de que alguna colgada de no se qué sitio raro aparezca tal que así, colgada, digo, por no haber superado la pérdida de su ídolo.
Las informaciones basculan peligrosamente entre en sensacionalismo y el aburrimiento de lo que ya se conoce. Leemos lo que ya sabemos proque hemos leído mil veces, cambiamos la etiqueta según toque -drogadicto, innovador, atrevido, casquivano, triste, jovial, antipático, visionario, próximo- y, a poco ojo que uno tenga, lo puede prever en cuanto se sabe la identidad del finado. ¿Quién ha dicho algo distinto de lo "otrodoxo" sobre el recientemente fallecido Antonio Vega, por ejemplo?
Se me ocurren cosas, como que preparaba sus cincuenta conciertos seguidos en Londres, con un pundonor y una profesionalidad encomiable. Que ha sido el gran artista negro de la historia, el primero que ha sido número uno de verdad. Que probablemente los ha habido mucho mejores, pero nadie llegó más alto y más rápido que él. Y la caída, igual de veloz e intensa. Que en una de sus enésimas recopilaciones, cuyos temas votaban los fans de cada país, de modo que cada edición respondía a lo que en cada país se elegía, se dio la circunstacia de que la española es la única que no recoge Billie Jean, algo a mi modo de entender inexplicable. O que Fred Astaire reconoció el paso Moonwalk como algo inédito en el mundo del baile. Un hombre perseguido por una vida un tanto basurera, asqueroso y rodeado de asquerosos que le procuraron sacar los hígados, pero estamos en aquello de siempre, mejor no concer sobre nuestros admirados artistas, ¿o es que Picasso era un santo?
Me quedo con dos buenas reflexiones como balance, complementarias y radiofónicas. Van. Carlos Herrera, en resumen, destaca su talento y su vida excéntica. Era un chalao, dice, pero con mucho talento. Jiménez Losantos dice que lo suyo se veía venir y resume en un sic transit eso de que la fortuna, la fama, el éxito, el triunfo están y también pasan.
Pues eso. A estas alturas, esto lo añado, siguenaplazando la fecha de su entierro. Joer, ni descansar en paz le dejan al tío.
miércoles, 26 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Su música era muy bailonga, pero él no me gustaba nada. Descanse en paz.
La foto de hoy es muy buena, Pianista.
Y doy fe que en la Luna, mi residencia habitual, no hay ningún personaje de esos que dices. Eso sí: lúnáticos por un tubo ;)
¿De veras lo de la luna, Dulci? ¡Pues no nos hemos visto nunca! Ni que fuera tan grande.
Lo de Michael, pues qué quieres que te diga, Pianista. Llevo insomne unas noches, pero sospecho que no tiene nada que ver con lo del chico negro muerto. De pequeño era simpático, pero a la par que su cuerpo, le creció la tontería, y cuando empezamos así, difícil se pone la cosa.
Jo, están echando en la tele una cosa sobre Michael Jackson. Da pena que teniendo de todo y pudiendolo casi todo, uno psae por este valle de lágrimas así. Todo lo chungo está ahí, pero a mi me da pena, la verdad.
No veo que hayas leído por ahí que Antonio Vega pidió, horas antes de morirse, un curita para que le diera los últimos sacramentos. Joé pianista, es que no lees lo que hay que leer, chato.
¿En serio, Atiza? Ya sabes, en el oásis-ciénaga es lo que hay. Supongo que conoces la historia de Tierno Galván y del soviet que le impidio lo del buen cura. Si es que a la hora de la verdad...
Publicar un comentario