lunes, 14 de enero de 2008

El loquileto

Y ¡zas!, la Mamádelpianista que mira el escaparate que estaba señalando este Nodisparenalpianista que ahora le da a la tecla -bueno, entonces en su versión reducida y lenguatrapense- y ve el objeto de deseo en cuestión: el loquileto.

Porque resulta que la memoria es traicionera, y claro, desde entonces ha llovido un rato, poco, pero ha hecho bastante sol, y tal vez por eso, las insolaciones y tal, sustituyeron en mi neurona el sitio donde culminó la anécdota que os relato. La Mamádelpianista que me dice "oye, que fue en las Galerías Maldá". Bueno, vale, pues eso. Que enfrente de la cristalera de la juguetería esa tan estupenda, tanto, tanto que, aún ahora, si paso, no puedo evitar dedicarle unas miradillas absortas, me quedé, pegando saltos cercano al éxtasis ante la visión de aquella maravilla

El loquileto.

Supongo que en ese momento, la Mamádelpianista debió de alucinar. Porque lo que señalaba no era ni un coche de bomberos, ni un parchíis de aquellos que tenían los dados dentro de un cubilete antitrampas que giraba con una teclita, ni con los escaléstrics, ni los monigotes varios, ni el disfraz de Supermán, o Espiderman, o Bricomán, o lo que fuese. Lo que señalaba era, ni más ni menos que...


(redoble de tamor)...


un helicóptero.



No se si sería a partir de ahí lo de mi afición a los aparatos voladores. En realidad, probablemente me gustan más los aviones, aunque supongo que la experiencia de volar en un helicóptero ha de ser mucho más intensa. Y en planeador. Bueno, o en ala delta, pero ya es cosa de zumbados, como los que se tiran por un puente. Los que lo hacen atados con una cuerda, digo, los del viaducto son otra película. Bueno, cortísimometraje, el último vuelo.

O sea, que allí estaba el loquileto de marras. Supongo que al final se lo pediríamos a los Reyes, claro, pero ellos me dejarían lo de la chapa de chérif, la canana, el chaleco, el revólver y todo aquello. Un chérif en helicóptero no pega nada. En loquileto menos. Los Reyes Magos, además, sabios.

Un año, ya con la lengua en su sitio y el tamaño aproximadamente como el de ahora, crevezas más, cervezas menos, padeciendo unas rebajas o así, o turistas de todo pelaje, olímpicos, no se, se me ocurrió que en la siguiente Navidad les pediría a Sus Majestades un helicóptero Cobra con doble cañón antitanque o un Apache con los cohetes bajo las alitas para dar algunas pasadas por el centro de la ciudad, con sus tienditas y así. Yo iba insistiendo, pero ya casi me he cortado la coleta.



Ahora hace un año o por ahí, en eso que conectaba justo encima de aquí, salía lo del helicóptero y pensé que para este año, contaría lo del loquileto. A Peter, en lo suyo y en lo mío, le insistí y le di un poco la tabarra con los helicopteros. No se si fue allí o aquí que un día estuvimos a punto de dar el paso de atracar un banco o no se qué, con mi próximo helicópero y el propio Peter, además de J (punto) descolgándose por una cuerda. Esta juventud... Un plan un poco en pañales, pero que apuntaba muy buenas maneras. Hay que retomarlo cuanto antes.

Pues eso, que pensé en lo del loquileto para explicarle a Peter por qué me ponía yo tan pesadito por lo de los helicópteros. Pasó lo que pasó, ya sabéis. Y como era buena fecha, pues lo pegué el otro día. Y hoy termino de desvelar un misterio, para que el resto de lectores, que como Peter, honráis con vuestra presencia mi garito, supiéseis toda la verdad sobre esta cuestión.

Espero que os haya gustado. Y si alguien se anima a regalarme un helicóptero... o un loquileto...

9 comentarios:

Belén dijo...

Quien lo diría...

;)

Lista tu madre coñe!

besos

Nodisparenalpianista dijo...

Jaja, lista no, que hasta que no lo vio en escaparate, ni idea. Bueno, lista si, quiero decir en este caso. Ay qué lío, Belén!!

Juan Vico dijo...

Así que de aquí viene lo del helicóptero... Rosebud!!!

J. dijo...

Hay que desenpolvar el viejo plan pergeñado, Pianista. Descenderemos del loquileto en cuerda para zamparnos la sucursal del BeBeuVe, de Dr.Areilza...

Anónimo dijo...

¡¡Qué guay, Pianista!! Estreno lunes con "loquileto". Me acordaré de él cuando el atasco de papel amague con ponerme nerviosa. Y me dará la risa.

(Si hace falta apoyo logístico para el atraco, seguro que nos engañais a unos cuantos. Eso sí, please: antes de la reunión de dentro de 9 años; así, cubrimos los gastos).

Néstor dijo...

Pues mira que haces difíciles las palabras, porque llamar loquileto a lo que toda la vida ha sido un "helicuétaro"...
Avisadme María y tú cuando estéis en prisión, para llevaros tabaco y eso.

Anónimo dijo...

Me uno al atraco del banco. Yo pongo los pantis para tapar las caras. Y el mantón para tapar lo que haga falta.

Anónimo dijo...

¿Ya tienes licencia para pilotar loquiletos?

Nodisparenalpianista dijo...

Jaja, JSVico, al menos parecerse en eso a Orson. Bueno, mejor que en la barriga es, claro.

Propongo hacerlo, J (punto) recitando palíndromos epistolantes:
atraco o carta

Oye, Marta, chata, si quieres ir de gañote a la cena, búscate patrocinador o únete al Gang del Chicharrón. Mejor, Gang del loquileto.

Helicuétaro suena como a galleta mexicana, querido Néstor, lo que cuadraría con tu reconocida fama de muerto de hambre a la sazón de juerguits cantante de nbarcocorridos, que ya vamos conociéndonos.

Yo en pantis, ya lo aviso, no atraco nada, Dulci, que eso tu Churri, que es un hortera y un manirroto, peor yo en calzas parezco Don Mendo y puedo matar a aluien de risa, y eso tampoco. Y si nos ponemos mantón, terminamos de reinas del cabaré y joer, tenemos uan cierta dignidad aquí, el que suscribe, el Néstor y el J (punto). Bueno, o no que la Bulla nos está hundiendo.

Juasjuas, Txispi, yo me subo y hasta que se termine la gasolina... ya saltaré.